~Oh My Life~ Vauseman P.T.2●

CA39

ALEX 

Si alguien me hubiera dicho que esta era una broma pesada capaz y me la creia, era un trago amargo uno que pasaba y quemaba tu garganta dejando un ardor que no podias calmar con agua. Se me hacia extraño verlas juntas, jamas ni en todos mis sentidos activos hubiera logrado imaginar que terminarían juntas o al menos iniciarían algo, no ellas que son tan diferentes como el agua y el aceite que por mas que intentas juntarles no podrás y no es que se vean mal pero conociendo lo toxica que es Macarena se que destruirá por completo a Sarah.

Reaccione al instante retirándome de la multitud y huyendo  hacia el balcón, si no  respiraba lo suficiente iba a morir asfixiada, no queria que Piper se diera cuenta de que en verdad verlas juntas me había dado un baldazo de agua helada y no es que sintiera algo por Sarah o por Macarena, lo único que sentía era preocupación por Sarah que no tenia ni idea de como era en realidad Macarena, una mujer que sabe manipular con un simple parpadeo, asfixiarte de tal manera que sentirías que tu oxígeno era ella, una mentirosa como si mentir fuera su idioma natal, malvada siendo este su toque perfecto y la belleza de lucifer como su fuera un angles que traicionó en los cielos, así era ella y ahora dudo que fuera a cambiar y menos al lado de Sarah que es muy diferente a ella, es como su una pitón fuera a devorar a un pequeño e inocente cordero. No iba a permitir que Macarena siga afectando a más personas y si no logro acabar conmigo tampoco lo hará con ella.

Apoye mis manos sobre el mármol frío, necesitaba una copa para traerme devuelta y enfocarme en lo que estaba. Observe los faros que estaban iluminando a las áreas verdes, la música se escuchaba y los murmullos de los demás, la brisa de la noche movía de lado a lado mi cabello sin importar que me despeine me quede parada sin medir el tiempo, ya tenia suficiente con Piper quien se había encargado de hacerme sentir mal toda la bendita noche y ahora pasa esto.

- Si te afecto.- escuche decir a mis espaldas.

-Ya Piper.- gire encontrandome con ella.- Por favor ya.

- Ya que?.- cruzo sus brazos.- Que ya estas más que claro que si sientes algo por esa niña o que ya esos si son celos solo que no quieres admitirlo?.

- Podrías dejar de ser tan imbécil?.- sus ojos se abrieron con fuerza mirándome alterada.

- Imbecil por amarte y por más promesas que me hicieras siento que ahora no valen nada, que no puedas ver lo que yo veo y que por más peligro que pases siempre estoy contigo y tú no sabes apreciar eso.- me estaba cuestionando por algo estúpido, algo que no va nada y no viene por más que sea llamado, su voz sonaba dura y no hacia más que escupir palabras que me estaban hundiendo más.- Imbécil si Alex, no Imbécil por qué me acabo de dar cuenta que no solo la vez con amistad, se que estas conmigo pero siento que no del todo.

- Piper.- el pecho se me comprimida al oírla y sentía unas ganas terribles de llorar.

- No voy a poner en duda absolutamente nada, me acabo de dar cuenta de todo, pensé que al casarnos cosas como esta ya no iban a pasar, que nos estábamos entregando por completo y que ya no tendríamos ojos para nadie más.

- Yo no voy a cambiarte nunca Piper.- me acerque a ella tomando su rostro entre mis manos.- Yo te amo carajo, te amo con todo lo que soy y con todo lo que necesito, que solo eres tú, nada más que tú.- repetí una vez más.-Que más debería de hacer para que te entre eso en la cabeza? No quiero a nadie más a mi lado si te tengo a ti, si solo eres tú la que me hace perder la cabeza, la que me saque de mis casillas una que otra vez.- sonreí muriendo por besarla.- Tener peleas contigo solo me hacen querer tomarte del cabello y enredarlos hasta hacerte daño para luego hacerte mía y que te vengas mientras me enseñas lo maravillosa que es la vida. 

- Que dices Alex.- ella ladeo la cabeza bajando la mirada.

- Algo que mejor prefiero demostrarte que decírtelo.