1.5 El triste adiós:

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Como era de esperarse el año concluyó. El primer año de secundaria me dio muchas sorpresas y muy buenos y malos recuerdos que marcaron mi vida; tales como el conocer a dos buenos amigos, el sabes que la vida está llena de “grupos sociales” y el dolor de una despedida…

El colegio también llegó a su fin a principios de diciembre. El problema de todo es que Terry no se quedaría para navidad ya que una semana antes se iría.

Llegó el día más temido por los tres, el día en el cual Terry se tendría que ir… Nos encontrábamos en el terminar de buses, nos dimos un fuerte abrazo, comenzamos a llorar como bebés y después de ello, nos dimos una muy triste adiós. Terry se fue con su padre y su mamá se quedó, ella fui quien nos llevó a nuestras casas después de la despedida.

Estaba en mi cuarto, resentido, nadie me había dicho que en la vida también se encontraba este tipo de dolores. Parecía que no hubiera vivido nada… Estaba al grado de llorar y desahogarme pero Diana me llamó por celular:

-Hola Degi – Dijo con un tono triste

-Hola fideíto – Dije para alegrarla

-“jajaja” Muy gracioso – Aunque no la podía ver, sentí como sonreía – ¿Estas ocupado?

-Para ti, nunca, ¿por?

-Quisiera que vengas a mi casa…

-Claro, ahora mismo voy

En el camino a su casa, vi que era de noche… Era raro pues esta fue la sexta vez que veía un cielo sin luna y sin estrellas… El primer cielo que vi sin aquellos componentes, fue el cabello de Diana. Legué a su casa, la esperé fuera de ella pues salió por su balcón a decirme que haga eso. Salió con su pijama, despeinada y abrazando un peluche:

-Oye Degi…

-Dime, “flaquita”

-¿No te duele su partida?

-Claro que sí, pero no podemos hacer nada. Se fue a estudiar y lo único que nos queda es apoyarlo

-Tienes razón

Dejó de abrazar su peluche y ahora me abrazó, sentí su calor sobre el mío y un bello aroma a flores que brotaba de su pijama color rosa y nubes moradas. Era triste pues nos quedamos los dos solos, lo único que nos quedaba era afrontar el año, los dos juntos… En aquella noche sin estrellas, decidimos hacer una promesa: Los dos siempre estaríamos juntos a pesar de todo. Lo prometimos con la garrita.

RECUERDOS DE MI PRIMER AMORDonde viven las historias. Descúbrelo ahora