Ya pasé mi primaria, que bendición. Fue algo difícil sexto grado pero estoy listo para la secundaria.
Me desperté muy emocionado pensando que la secundaria será la mejor época de mi vida. Muchos amigos me hablaron sobre ella, estoy muy emocionado.
Llegué al colegio, formaron todo típico. Dieron una bienvenida y pasamos a nuestros salones. Éramos treinta alumnos, yo me senté en la tercera fila del aula, a mi lado derecho se encontraba un chico llamado Terry y al izquierdo una chica llamada Diana.
Qué día para lo más aburrido, la pasamos presentándonos a cada profesor que ingresaba al salón. A la hora de salida mi única esperanza era que el transcurso de mi vida en la segundaria “pueda ser algo en el colegio”.
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