Caminamos con dirección al centro de Chimbote, sin sabes que hacer. Vi un adorno de navidad y le dije a Diana:
-¿Estás pensando lo mismo que yo?
-Creo que sí. Digámoslo a las tres
-Listo. Uno… Dos… Tres
-Comer algo…
-Comprar los regalos de navidad…
-¿Quieres comprar regalos?
-¿Tienes hambre? Pensé que las flaquitas nunca comían
-Já, já, muy gracioso –Dijo sarcásticamente – Ya que estamos aquí, hay que comprarlos
-Bien pero que sea una sorpresa
-¿Entonces nos separamos?
-Pero… ya no nos veremos, estarás lejos, ¿y si te enamoras de alguien más?
-Degi – Dijo con voz firme
-Dime…
-En la vida las personas se separan, pero tú y yo no. Estaremos juntos, tú lo dijiste – Tomo mi cachete y lo jaló un poco
-Ya, pero no me jales el cachete
-Bueno, tontito, nos veremos dentro de media hora
-Listo
Hice mi labio en forma de pico, como diciendo: “mi besito” y Diana aplasto mi labio y dijo: Después… Se fue riendo de lo que hizo
Miré al cielo por inspiración, a los costados por desesperación, y al suelo por intuición. Se me ocurrió comprarle un collar. Aunque era un regalo típico, dije la frase: La cuestión es la intención. Entré a una joyería, pedí el catálogo y miraba cada uno de los collares pero ninguno me convencía. Seguí buscando por la tienda y encontré uno, un collar con dije de corazón, aunque un poco raspado, parecía viejo y en efecto lo era. Pregunté al joyero sobre el origen de aquel collar. Sacó el collar de la vitrina, sus ojos se enrojecieron y dijo: Este collar era de mi esposa, hace mucho tiempo que lo hice para ella como regalo de bodas. Si mi memoria no me falla, después del terremoto del setenta que no lo veo, no sé cómo lo encontraste pero, me ha traído muchos recuerdos de ella. Pregunté qué le había pasado y me respondió que su esposa murió el día del terremoto, dos días después de haberse casado. El hombre lloró y también quería llorar, pero resistí. Le conté porque estaba buscando un regalo y él muy amable ofreció el collar como regalo para Diana.
Salí de la tienda, fui a esperar a Diana. Tenía el cofre con el collar en mi bolsillo. De lo lejos, vi a un fideo caminando, traía una caja envuelta. Trataba de adivinar que era, tal vez un libro de Andy R., ¿y si es uno autografiado?, sería estupendo. Llegó y nos sentamos frente a la municipalidad de Chimbote (Plaza de Armas).Tenía mucha curiosidad por el regalo así que le propuse algo:
-¿Te parece si nos damos el regalo?
-Pero aún no es navidad
-No importa
-No
-Por favor, soy demasiado curioso como para soportar hasta navidad. Faltan cinco días, es mucho
-¡No!
-¿Y si te doy un beso?
-Ni con eso me vas a convencer
-¿Segura?
-Sí, segura
-Entonces no te lo doy
-Así no era – Me dio un golpe en la pierna
-¡Aush! – Dije sobándome la pierna – No seas tosca. Además dijiste que no te iba a convencer
-Pero… quería que lo intentes
-No me dijiste eso… No importa
Lo hice, nos dimos un beso
-Por eso, ahora te voy a dar el obsequio
-Tú primera
-No, tú primero
-Los dos a la misma vez
-No… tú primero
-Ya pues
-Dije tú primero –Dijo con voz autoritaria
-Está bien. No me grites
Saqué el cofre y lo abrí. Diana quedó maravillada por el obsequio pero… ocultó su regalo. Saqué el collar del cofre y se lo puse. Había dado la vuelta para colocarlo y aproveche para por la espalda darle un beso en la mejilla:
-Ahora te toca darme el regalo
-Ah… este… no lo compre
-¿Y el que traes ahí?
-Ah… ¿Éste?
-Sí, ese
-No es – Dijo ocultándolo detrás de ella
-Por favor, no me importa que sea. Si es de ti, me basta y me sobra
Me dio el regalo, era una pulsera de tela con un bordado que decía: Dégel y Diana. A mí me encantó pero Diana, tenía una cara muy larga. Coloqué el mechón de su cerquillo detrás de su oreja y le dije: Es el mejor regalo que he tenido, no importa si me regalan un auto, una casa o un deseo, no me interesaría… lo único que me importa es si es de ti. Sequé una de sus lágrimas y le prometí que jamás me lo sacaría, excepto si el auxiliar decomisaba, ahí lo tendría que guardar. Se rio de lo que dije y también prometió lo mismo.
En navidad, reunimos a nuestras familias en casa y en ese año nuevo, Diana lo pasó conmigo.