En cada ensayo en el que participaba, podía sentir de vez en cuando la mirada de Brian sobre él e instantáneamente sentía sus mejillas enrojecer al punto en que varias veces Freddie tenía que ofrecerle salir a fuera a tomar aire — "Roggie, pareces a punto de estallar o de tener un orgasmo" comentaba siempre con una ceja levantada y con un aire entre preocupado y burlesco—.
Pero es que realmente no podía hacer nada más que sentirse mareado ante la presencia del mayor y estaba seguro que éste comenzaba a notarlo.
Y eso lo preocupaba de sobre manera.
Es que el miedo de sentirse terriblemente atraído por un hombre que demostró toda la vida —y joder, lo conocía desde que tenía 19 años— sumamente heterosexual, lo sacaba de quicio. Porque no solo tenía ganas de tirar los palillos por los aires y agarrarlo del cuello para sacarlo del escenario o el ensayo y encerrarlo en el camarín para hacer quién sabe que cosas — y ahí de nuevo estaba la puntada en sus pantalones avisándole que esa noche debería bañarse con agua helada—, si no que también tenía ganas de pedirle que se quede con él luego de prácticamente abusarlo sexualmente, y eso sí que era una cagada.
Porque, diablos, él nunca se consideró ni gay ni bisexual, y ahora su mejor amigo no solo le provocaba ganas de tener un encuentro — o varios — sexual, si no que también quería que lo abrace para dormir, cosa que nunca había sucedido con ninguna de las féminas con las que había estado — y eso que había estado con varias—. Ni siquiera con Dominique.
Y joder, estaba realmente jodido.
El punto de culminación fue en la fiesta de presentación de A day at the reaces.
Esa noche, Roger, estaba dispuesto a ignorar completamente a Brian. Hace tan solo meses que se había dado cuenta de la existencia de ese algo en sus pantalones, y hace tan solo semanas que toda esperanza de que aquel algo fuera calmado por quién lo provocaba, había sido rechazada.
Es que Brian, hace tan solo semanas, les había presentado a aquella chica rubia y alta, llamada Clara o Claudia— y realmente no le importaba en lo más mínimo porque más que querer conocerla, quería que desapareciera—, y les había dicho que era algo así como su novia.
Y, joder, si aún seguía pensando que lo único que le atraía de Brian era su pasión por las cosas, luego de esa presentación de había asegurado de que estaba completamente enamorado — "Aunque más bien yo diría completamente jodido"—. Porque aquella sensación de angustia que había sentido no podía sentirla solo por alguien con quien quería follar.
Cuando llegó a la fiesta, en vez de hacer su recorrido de siempre y mantenerse al lado de Brian tomando un par de copas, para luego irse a un costado a recibir sexo oral mientras seguía con la mirada al más grande, decidió seguir a Freddie.
El problema fue que nunca pensó que Freddie se perdería tan rápido entre el tumulto de hombres que lo llamaban con sonrisas, dejándolo completamente solo en medio de la pista.
Para cuándo se dió cuenta, estaba sentado en la barra, solo y drogado. Y sobre todo muy ebrio, con John besando — o tragándose porque "Dios Deacon, saca la lengua de su garganta por un rato"— a una mujer que había conocido esa noche— "Verónica o algo así, porque no bien dijo su nombre, John ya estaba sobre su boca"—.
Y se estaba aburriendo tanto que quería irse, pero no lo hacía porque no estaba seguro de poder volver a su casa sin perderse. Entonces, por azares del destino — o por algo muy predestinado de Brian Maldito May—, la única persona que había intentado ignorar, se sentó a su lado con una sonrisa.
Y no es que no le agradará su compañía, para nada—porque, joder, lo que más le gustaba era estar con él—, es que justo en esos momentos no estaba totalmente en sus cabales y tenía miedo de actuar por impulso al verlo ahí, tan cerca y tan inocentemente provocativo.
Por eso, cuando Brian le sonrió de lado y apoyo una mano en su rodilla por debajo de la barra, apretando suavemente antes de subir por el interior de su muslo y parar muy cerca de su entrepierna, tiró todo al carajo y cortó la frase de Brian que decía algo como "Cuando conocí a Clara..".
Simplemente se abalanzó contra sus labios de manera brusca. Tanto que sintió un poquito de gusto metálico en su labio inferior. Y es que, joder, esperaba hace tantos meses ese momento, que ni siquiera reaccionó cuando sintió las manos de Brian tomarlo por la cintura.
Fue un beso corto—maldición que le hubiera gustado que fuera más largo —terminado por él mismo. Un choque de labios que había durado más que lo que dura un pico pero que ni siquiera había tenido movimiento alguno. Solo labio contra labio, piel contra piel y había terminado.
Se había alejado, lo había mirado aterrorizado, se había levantado y se había ido.
Y es que no quería quedarse a ver como su amigo en shock lo miraba de manera despectiva. Simplemente se había ahorrado la vergüenza de actuar repentinamente y le había ahorrado el enojo al mayor. Mañana le diría que no recordaba nada porque "Joder Brian, tu me has visto, estaba tan pasado de alcohol que no recuerdo en lo más mínimo lo que sucedió".
El problema es que a la mañana siguiente, cuando despertó tirado en el suelo de la sala de su casa, recordaba todo. Y no es que hubiera querido no recordarlo — "Porque vamos, tío, hace tanto que esperaba esto que me gustaría darle replay al momento–, si no que lo recordaba tan bien que aquel algo no solo se había intensificado en sus pantalones — "Y maldición que los baños de agua helada ya no funcionan en lo más mínimo"— si no que se había dispersado por todo su ser, y cuando por momentos se olvidaba que Brian no había tenido casi reacción, una sonrisa boba se expandía por su cara llevándolo a otra dimensión.
Esa tarde cuando llegó al ensayo, sintió como una bolsa de plomo caía en su estómago provocándole náuseas. A penas entró se encontró con los ojos esquivos de Brian, y si eso era malo, fue peor cuando miró a su derecha y la vio a Clara — "¿O Claudia?"—, sentada a su lado tomandole la mano.
Y aunque estuvo las primeras dos horas ignorando el hecho de que las náuseas se intensificaban, al final del ensayo, se sentía al borde de vomitar — "Debe ser la resaca, querido" le había dicho Freddie con tono burlón—. Pero es que, aquella muchacha de unos 25 años no paraba de dar besos a Brian por toda su cara, sin importar que él rizado estuviera concentrado en su instrumento, y aunque él no se quejara, Roger podía adivinar la molestia en sus ojos — "Y, con un demonio, eres su novia y ni siquiera entiendes que está a punto de matarte"—.
Lo que terminó por desatar su mal estar, sin embargo, fue cuando Freddie terminó de cantar Love of muy life acompañado solamente de la guitarra de Brian, y éste último, en vez de girarse a verlo como hacía siempre que tocaban una versióm nueva de una canción, se dió vuelta a mirar a su "novia" y susurrarle un "Te amo" que fue completamente audible para Roger — "Y joder, que no hubiera dolido tanto si no hubiera visto la lengua de esa rubia platinada casi entrar con desesperación en su boca"—.
Y es que le hubiera gustado ignorarlo completamente, pero sintió ganas de llorar al darse cuenta que si el rizado recordaba el beso de la noche anterior, le había valido una mierda.
Y como le había valido una mierda, a él le dolía.
Porque joder, estaba verdaderamente jodido.
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Attraction [Maylor]
FanfictionSi Roger Taylor tuviera que decir cuando había comenzado a sentirse atraído a Brian May, simplemente no sabría que contestar. Maylor seriado ✨