Parte IX

1.6K 225 117
                                    

Cuando despertó, se encontró solo y con una resaca monumental — "Y joder, que lo que tiene mi camisa es vómito?"—.

Y es que lo último que recordaba de la noche anterior era haber entrado a su habitación, haber intentado besar a Brian, y el resto era pura nebulosa, porque ni siquiera sabía por qué el rizado no estaba durmiendo a su lado o por qué él estaba completamente con ropa.

Joder, que ni siquiera sabía por qué tenía los ojos hinchados como si hubiera estado llorando.

Así que simplemente se dedicó a tomar su maleta — "Y gracias a Freddie que lo convenció de directamente no desarmarla"—, y bajó al Hall del hotel para reunirse con los demás.

El problema fue, que se dió cuenta que Brian ni siquiera lo miraba, y cuando se acercó a saludarlo solo asintió con la cabeza— "Y venga tío, que desde que comenzamos a follar habíamos comenzado a tener una relación normal"—.

Así que, extrañando por la actitud del mayor, solo se acercó a hablar con Deacon, que a penas lo vio, agachó la cabeza, sumamente colorado y susurró un "Roger tío, lo siento, joder"— Y que demonios hicieron anoche que están todos actuando de manera sumamente extraña?"—.

Busco a Freddie con la mirada y éste solo se encogió de hombros — "Y sé tanto como tú, querido"—.

Era el último vuelo de la gira y ya volverían  a Inglaterra con dos meses de vacaciones que lo esperaban para mantenerlo lejos de Brian. Y joder, que por esa razón le había molestado la acción de Brian al saludarlo — "Que ya no nos vamos a ver todos los días, podrías tener un poco más de tacto, imbécil"—.

Durante el viaje, se sentó al final como siempre, lejos de todos, e intentando ignorar el hecho de que May ni siquiera se giraba a sonreírle como había hecho durante toda la gira

Y que va, que no entendía al rizado, que se había alejado completamente de un día para otro, de nuevo — "Y que mi paciencia no es de hierro, tío"—.

Es que sí, había llegado demasiado ebrio la noche anterior, pero tampoco para hacer tanto espamento. Además Brian ni siquiera se había quedado a ver cómo estaba — "Y coño tío, que era lo mínimo que podías haber luego de estar un mes entero metiéndome la polla"—.

Por eso, cuando llegaron a Alemania, sabiendo que tenían dos meses libres antes de volver al estudio a probar cosas nuevas del siguiente álbum y que no iba a desperdiciar sus últimos tres días estando indiferentes, decidió enfrentarlo.

Así que, fiel al estilo Taylor, no esperó ni dos segundos para llamarlo y hablarle de frente.

"Qué no te entiendo tío, que estamos follando hace casi un mes, y de repente vuelves a estar menstruando e ignorandome" y una mirada confusa de Brian.

"Ya dejalo Taylor, que tengo novia, y que no la dejaré, que me ha servido mucho de apoyo"

Y el enojo que lo consumió, otra vez, haciéndolo actuar sin pensar y dejando que  sus labios se posaran sobre los de Brian actuando con vehemencia — "Y oye tío, este es nuestro primer beso estando sobrios y sin follar después"—.

Es que le encantaría negar esa conexión que existía entre ellos cuando ambos estaban juntos, y esa chispa de electricidad que se generaba cuando sus pieles rozaban, pero es que simplemente era imposible.

Cada vez que Brian lo tomaba de la cintura para acercarlo más a él — "y coño, tío, que no era que no querías saber más nada de mí?"—, resultaba simplemente adictivo.

Por eso agradeció haber tenido aquel impulso casi estúpido de besarlo en medio del aeropuerto, en una esquina escondida para casi todos, donde sabía que nadie los podía ver — "O venga, nadie excepto Fred que le gusta espiar donde no lo llaman"—.

Y es que las manos de Brian intentaron alejarlo, pero cuando lo estaba por hacer, se arrepintió y lo abrazó con fuerza — "Joder Roger, que no tenemos que hacer esto aquí"—.

Y una pequeña luz de esperanza se avivó en él, porque al parecer Brian estaba más aferrado a su persona de lo que él se imaginaba, por eso simplemente se dejó ser, otra vez — "Entonces explícame qué coño te pasa, cabrón"—.

Una negación por parte del rizado acompañada de una sonrisa traviesa — "Que no recuerdas nada de anoche, Roger?"—.

Y ahora la cara de confusión era la suya, así que simplemente negó con la cabeza y escuchó una risita — que le pareció demasiado fingida — por parte del rizado.

"Qué John me ha dicho cosas” y él seguía sin entender.

"Qué me importa una mierda lo que te haya dicho John, ya sabes cómo es ebrio, el juego es entre tú y yo y que al resto le den" y sin más volvió a besarlo para darse media vuelta e irse.

Y es que joder, que ese juego era entre ellos dos, y si a Deacon o a Freddie no le gustaba, pues simplemente, que se jodan.

La primer noche fue extraña, porque Brian al principio parecía más distante de lo normal.

Era como si tuviera miedo de su actuar y ante cada paso que daba o caricia que dejaba sobre su cuerpo pudiera llegar a lastimarlo.

"Qué no sé qué demonios te pasa, pero me lo dices o me follas" y la mirada avergonzada del rizado que fue reemplazada por un montón de besos sobre su cuello.

Sin embargo, esa noche no habían salido de fiesta y estaban completamente sobrios — "Y juro que hubiera adjudicado que se comporte como un virgen por la falta de alcohol"— y May seguía siendo demasiado suave.

Por eso, cuando entrada la madrugada el rizado estaba entrando a él con suma delicadeza y culpa en los ojos, decidió tomar el control — "Y que va tío, que no serás el pasivo pero que te comportas como uno"—.

Simplemente se sentó sobre él y comenzó a moverse a su gusto, dejando que Brian se delire por sus movimientos — "Y Dios, Roger, que no sabía que podías hacerlo así"—.

A partir de ahí solo fueron gemidos de Brian y su respiración agitada — "Y joder, que no entiendo por que nunca había probado mirarlo a los ojos y ver todo ese placer contenido"—. Y es que tenerlo de esa manera, casi bajo sus órdenes, lo excitaba de sobre manera.

Por eso, cuando sintió como su mano agarraba su polla y comenzaba a masturbarlo con fuerza, no pudo evitar acabar sobre el estómago y el pecho del mayor, que llegó al mismo tiempo que él.

Y joder, que lo había disfrutado.

Esa noche Brian decidió que no dormiría con él, y luego de limpiarse, solo se paró y abandonó la pieza.

"Y con un demonio, que diablos te pasa Harold"

Al día siguiente, antes del primer concierto, decidió pasar a ver a Freddie y comentarle las actitudes extrañas del rizado.

Sin embargo frenó antes de poder entrar extrañado por oír a John hablando — "Y es que vamos, que Deacon nunca está despierto hasta diez minutos antes de los conciertos"—.

Y si bien no se consideraba alguien que fuera entrometido le causó tanta curiosidad el tono de voz casi desesperado de John que se quedó escuchando lo que decía.

Mala idea.

Y es que entre tanto alboroto de parte de los gritos de Freddie solo llegó a distinguir que Deacon confesaba casi asustado "Joder tío, que le he dicho a Brian lo de Roger"

Y un baldazo de agua fría.

Qué por eso Brian ahora se alejaba.

Qué le había importado una mierda lo que sentía y había seguido con su juego.

Y joder, que iba a matar a Deacon.

Attraction [Maylor]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora