Parte X

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Estaba parado contra la puerta de su habitación, y es que joder, que todavía le daba vueltas en la cabeza lo que había dicho Deacon.

Por eso, no se animaba a entrar a la habitación, sabiendo que May estaría ahí, y se iría a penas cruzara el umbral y no le daría ni tiempo a hablar.

Y lo peor es que por más que intentara con todas sus fuerzas — "Y hostia, que ya me está doliendo la cabeza de tanto pensar"— recordar lo que había pasado la noche anterior, solo veía flashes de besos que habían sido perdidos por ahí.

Ni siquiera era capaz de acordarse si habían hablado de algo o si simplemente May se había alejado sin decir nada — "Joder, que follar no follamos porque el trasero no me duele"—.

Así que simplemente se sentó en el pasillo de su habitación maldiciendo una otra vez al bocazas de Deacon y su mala suerte de no poder compartir más de un mes entero con una relación medianamente buena con el rizado — "Hostia, que venía siendo tan buena que follábamos como putos dioses"—.

Cuando se estaba acercando la hora del concierto y él casi sr había dormido en medio del pasillo nada concurrido, la puerta se abrió y May lo miró con una cara tan extraña que en otra ocasión se hubiera reído — "Que haces durmiendo ahí Roggie, si sabes que no muerdo"—.

Y ahí fue cuando todo se empezó a ir un poquito al carajo. Y es que tomó todo el valor del mundo para preguntarle si podían hablar — o más bien para afirmar que tenían que hablar— esperando una negativa del mayor, y se encontró con asentimiento de cabeza y un desvío de mirada que cortó todo momento gracioso que podía haber generado la situación de él durmiendo en el pasillo y no en su cama — "Joder tío, si, tenemos que hablar"—.

Por eso, entraron a la habitación y se sentaron frente a frente a solo mirarse — "Por el amor de Dios Brian, que sí dices algo no me enojo"—. Y es que la tensión entre los dos se podía cortar con cuchillo y la sensación de mierda en el estómago de Roger — "Que va, que encima está mezclada con la puta resaca"— no le permitía decir palabra.

Por eso, cuando Brian empezó a reír histérico, comenzó a estar realmente preocupado. Porque le hubiera gustado unirse a su risa, pero estaba tan nervioso que lo único que y atinó a hacer fue comenzar a llorar casi desconsoladamente.

Y joder, que aquello era una película de romance trágico tan absurda que parecía mal hecha — "Y que si entraba Freddie se hubiera hecho un festín con la cantidad de canciones que pudiera haber hecho"—.

Por eso, cuando su llanto comenzó a ser notable para Brian, corto casi repentinamente su risa y se sentó a su lado a abrazarlo.

"Joder Roger, no llores" y una negación de su parte.

Quería gritarle miles de cosas pero solo atinaba a dejarse abrazar hecho una bolita en su pecho. Y es que aquel calor que le transmitía el de rulos no se lo había transmitido nadie en su vida.

"Qué no se que ha pasado anoche, pero que sé que John te ha dicho que estoy enamorado de ti, y joder Brian, que es la puta verdad" y cuando logro calmarse, soltó todo lo que tenía adentro esperando que Brian se aleje o lo terminará por repudiar, pero lo abrazó tan fuerte que sintió que todo podía estar un poquito mejor.

Pero joder, que últimamente no paraba de equivocarse.

Y es que Brian solo lo abrazó hasta que sus lágrimas pararon y depositó un beso suave en sus labios para alejarse y sentarse frente a él.

"Esto está realmente mal Roggie" y un por qué en sus ojos que el mayor contesto antes de que pudiera formularlo con palabras. "Te he querido desde que nos conocimos, joder, que me insinuaba todo el puto tiempo para ver si reaccionabas y dejabas de follar con toda puta que se cruzase en tu camino".

Se le secó la boca de repente y el corazón comenzó a acelerarse, que no había notado nunca nada de eso, y que enterarse de esa manera dolía. Y es que Brian siempre había sido diferente con él, pero nunca se hubiera imaginado que era por ese motivo.

"He estado durante años intentando que me mires de alguna otra manera y dejes de hacerme mierda con cada  puta que conoces y lo haces cuando conozco a otra persona que realmente me ama, Joder Roger, que todo esto es una puta mierda"

Y las lágrimas cayendo por sus mejillas de nuevo.

"Brian joder, te amo, no te quiero perder", las lágrimas desesperadas, y la voz entrecortada de May que negaba con la cabeza a medida que se paraba y comenzaba a caminar de un lado al otro por la habitación.

Y es que realmente no lo quería perder, ni siquiera le molestaba seguir siendo su amante — "Porque diablos, lo amo tanto que me conformo hasta con las migajas"—.

Un montón de llanto, de indecisión y de besos desesperados de por medio que se sentían tan confortables que no quería dejarlos nunca.

Los brazos del rizado lo rodeaban por momentos y cuando se sentó definitivamente a su lado tomándolo del mentón, mirándolo fijamente a los ojos — "Y Roggie, tienes unos ojos jodidamente hermosos"— sabía que no lo iba a perder.

O al menos no del todo.

"Qué no voy a dejar a Clara, tío, que la quiero muchísimo y espero en algún momento poder amarla. Pero que no te quiero perder a ti, y si estás dispuesto a seguir como antes, podemos estar igual"

Y un asentimiento de su parte para comenzar a dar besos por toda su cara mientras lo abrazaba por la cintura y lo obligaba a crubirlo con todo su cuerpo.

Y que sí, que dolía un montón, pero que Brian era eso, no era de él y nunca lo sería, porque se dió cuenta tarde o porque quizás se había encontrado en un momento que no les pertenecía.

Por eso, cuando esa noche, luego del último recital, Freddie los invitó eufórico a una fiesta — "Y ya Bulsara, quédate quieto que no estoy de humor"—, volvieron a la habitación sin consumir ni una gota de alcohol ni un gramo de cocaína y se acostaron en su cama a solo dormir — "Porque ni siquiera quiero follar"—.

Y es que estar en aquella cama, con Brian acostado en su pecho, dejándolo jugar con sus rulos y sintiendo como acariciaba sus piernas, se sentía como el puto cielo.

Así que entre besos cortos y un sueño que comenzaba a penetrar desde los más profundo, se le escapó un "Te amo" que solo fue contestado por un asentimiento de cabeza del más grande y un susurro que sonó a algo así como un "Gracias".

Y joder, que aquella sería la última noche que pasarían juntos.

Y joder, que Brian ni siquiera le había dicho "te quiero".

Y joder, que Brian no lo amaba.

Dolía, muchísimo.

Pero joder, que era mejor eso a no tenerlo.

Attraction [Maylor]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora