Parte XV

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Las palabras de Clara resonaron en su oído haciéndolo marear.

De repente, sintió como si el mundo a su alrededor comenzara a pasar imágenes  de manera rapidísima, y que él, Brian, Freddie y Clara se movían tan lento que no llegaba a comprender del todo la situación — "O era un puto ataque de pánico o el alcohol ha afectado de manera definitiva en mi cerebro, coño"—.

Y es que, cuando apareció Clara y Brian se dió vuelta con cara de susto, su corazón comenzó a latir de manera insoportable y la risa sarcástica de Freddie llegó a su audición haciéndolo despertar aún más.

Así que solo atinó a cerrar con fuerzas sus manos — tanto que sintió como sus uñas lastimaban sus palmas — y a escuchar cuál sería la hermosa respuesta que May le soltaría a la rubia.

En el fondo esperaba que sea la verdad y que de una puta vez terminaran con ese puto circo de putos engaños y comenzara a demostrarle un poco de amor.

Pero qué va, que estaban hablando de Brian Jodido May, y que dudaba seriamente que hiciera algo que lo beneficiara a él.

Así que ni siquiera se sorprendió cuando la voz de May de manera monotona y con una risa que pretendió ser real pero sonó demasiado dejó escapar un "Hey, Clara, que estamos peleando por nuestro mejor amigo, que Freddie ya me lo quiere robar, venga" — "Anda, que eso no me lo creería ni yo que te creo hasta la más mínima mentira"—.

Y se sintió tan mal, tan usado, que ni siquiera escuchó como Freddie acotaba algo que sonó como "Anda, sí hasta le mientes en la cara", ni se quedó a ver cómo seguía la pelea entre esos dos, y solo se paró y se dirigió a la salida.

No le importaba que Farrokh lo llame a los gritos, ni que John lo haya intentando interceptar, solo quería llegar a su departamento y dormir.

Porque joder, que necesitaba descansar y dejar que su mente quede tranquila un rato.

A la mañana siguiente se despertó con la boca seca y el cuello adolorido. No sabía cómo había llegado a su casa ni por qué estaba durmiendo en el medio del Hall, pero los recuerdos de la noche anterior lo atormentaban quedándose grabados en su retina.

Se sentía mal, joder, que quería desaparecer un rato, pero que no tenía ni ganas de llorar.

Estaba realmente cansado, de todo.

Así que simplemente se dirigió a la cocina, agarró una botella de agua y se dispuso a estar todo el día acostado en el sillón sin hacer absolutamente nada.

Joder, que a penas tenía ganas de existir.

La primer llamada sonó alrededor del mediodía — "Y joder, que sé que es Freddie y no merece que le haga esto cuando solo quiere ayudar aún después del día que le rompieron el corazón, pero qué va tío, que hoy no quiero escuchar a nadie"—, pero ni siquiera se dignó a atender.

No quería hablar ni escuchar a nadie porque realmente se sentía tan roto que detestaba la idea de que alguien lo viera así.

El problema fue que las llamadas no cesaron en todo el día y aunque hizo todo el esfuerzo que su cuerpo y, sobre todo, su alma le permitieron para ignorarlas, cuando alrededor de las ocho de la noche, el timbre de la puerta comenzó a sonar con insistencia, no pudo ignorarlo más y se tuvo que levantar a abrir.

Sobre todo porque después de la quinta vez que timbraba la voz rota de Brian sonó por la rejilla diciendo algo que desde su lugar llegó a entender como: "Venga Roggie, que ya sé que estás ahí y no me iré hasta que me abras, joder".

Así que simplemente se levantó y abrió la puerta sin decir ni una palabra y lo dejó pasar.

A decir verdad se sorprendió del estado del mayor. Y es que joder, que hasta se veía peor que él, tenía el pelo despeinado, los ojos rojos y los labios lastimados — "Y coño, que no sé si le ha pegado Freddie o se los ha mordido demasiado"—.

Cuando entraron y el rizado intentó tomarlo de un brazo para abrazarlo, se soltó de un tirón y suspiró con fuerza.

"Qué va, Brian, a que viniste?" su voz monótona resonó por la sala, y sonó mucho más apagada de lo que quería.

"Venga Roger, que lo siento, que he hecho todo mal, no sé cómo actuar, no sé que hacer, pero que te amo y que no quiero perderte, es en serio" y una risa seca que escapó de sus labios.

Estaba harto. Cansadísimo.

No quería escuchar más el discurso del mayor, no soportaba más la situación de que un día era el amor de su vida y que al otro no podía estar con él porque Clara estaba en su vida y la amaba tanto que no la podía lastimar, así que simplemente cortó el monólogo del rizado negando con la cabeza y lo interrumpió.

"Basta May, estoy cansado. Qué te amo con todo mi corazón, y hasta sé que realmente no volveré a conocer a nadie que me haga sentir las cosas que siento por tí, pero que relamente estoy cansado. El alma no me da para seguir en esto, joder. Que Dios sabe que me encantaría seguir contigo, que me encantaría poder amarte y darte todo lo que te da Clara y que no encuentras en mi, pero que no puedo, no puedo más. Te amo demasiado como para entender que el que está de más en esta historia soy yo. Lo supe desde un principio, pero que te amo tanto que tenía la esperanza que cambiara y que algún día te enamores de mi, pero enserio, pero me doy cuenta que no, y aunque duela, May, hasta aquí llegue, te dejaré en paz y te pido por favor que hagas lo mismo"

Y lo dijo todo de manera tan rápida y rota, que ni siquiera se dió cuenta en qué momento las lágrimas habían empezado a caer por su cara ni en qué momento Brian lo había tomado de las manos y lo había acurrucado contra su pecho.

Y joder, que estaba renunciando para siempre a ese calor que le transmitía el cuerpo del mayor y a esa sensación de cosquilleo que le proporcionaba cada roce.

"Roger, te amo, yo sé que hice todo mal, pero que no te quiero perder, joder" su voz también sonaba tan rota que no pudo evitar conectar de manera breve sus labios en una caricia que le resultó efímera para terminar separándose por completo de su cuerpo.

"Venga Bri, que al menos me tendrás como amigo" y quiso sonar amistoso o cómico, pero que en aquella situación, con ellos dos parados en su sala de estar, llorando casi desconsoladamente, mientras daban discursos casi desoladores, resultaba casi trágico.

Así que simplemente luego de quedarse mirándo por unos instantes y escuchar una catarata de excusas y perdones que soltaba Brian sin parar pero que para él no tenían sentido, solo negó con la cabeza y colocó un dedo sobre sus labios y le sonrió de manera triste.

"Venga Brian, que es lo mejor, que sé que no has hecho nada a propósito, sé que no supiste manejar las cosas y que yo tampoco, pero que esto es lo mejor, que espero que puedas ser feliz con Clara y encontrar definitivamente en ella lo que en mi no" y con eso comenzó a guiarlo a la puerta, donde lo dejo salir, aún tomándolo de la mano.

"Sabes que te amo, no Roggie?" Y ahí estaba de vuelta esa frase que le daba ganas de tragarse todo el discurso de saparación, mandar todo a la mierda y abrazarlo para pedirle que no lo deje, que él definitivamente lo amaba más que Clara.

Cerró los ojos y se apoyó contra el marco de la puerta y separó sus manos.

"Lo sé. Y yo también lo hago, por eso te dejo ir, por ti y por mi."

Y comenzó a cerrar la puerta viendo como la mirada  roja  e  irritada del mayor se consumía en desesperación.

"Terminé con Clara, sabes?" y esa frase que lo atrapó como un baldazo de agua fría pero que no lo hizo arrepentirse de nada de lo que ya había dicho.

Qué estaba tan cansado que no podía dar marcha atrás.

"Adiós, Bri"

Y cerró la puerta, terminándose por quebrar del todo.

Joder, que acaba de dejar ir al amor de su vida.

Joder, que estaba en la mismísima mierda.

Attraction [Maylor]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora