Donde escribo historias terribles y tú los lees porque amas a Cody Fern, Jim Mason Michael Langdon y Duncan Shepherd.
Prohibida la copia o adaptación.
Si lo haces, lo sabré y no te va a gustar lo que sucederá.
Langdonftme, actualmente codfxrn
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El rubio oxigenado había aparecido en tu puerta, sonriendo, mientras extendía una botella de vino y reías por su reacción dejándolo pasar.
- No sabes cuánta falta me haces - aseguró el chico, dejando en la mesa de cristal la botella para luego envolver sus brazos en tu cintura.
Ambos sabían en qué terminaría aquello, por lo que no perdieron el tiempo y unieron sus labios en un desesperado y necesitado beso, aunque no contaban con que una llamada interrumpiera el momento.
- ¿Mamá? - preguntó el chico, tu sonrisa se ensachó al escuchar con quién hablabamientras que algo perverso recorría tu mente, su boca y ojos se abrieron completamente al sentir tu mano acariciar cerca de su miembro - ¿Sí?, ¿Qué suce...de? - tartamudeó, apretando el móvil entre sus manos y maldiciendote.
- Cariño, ¿te encuentras bien? - la voz de su madre se escuchaba preocupada, reíste por lo bajo.
- Sí...- asintió frenéticamente mientras su boca se abría, no sabías si a su madre se lo estaba diciendo o a tus caricias, por lo que seguiste haciéndolo dando ligeros apretones.
- Bien, como sea - pasó por alto la situación y prosiguió a hablar - ya que estás de regreso y no sabemos cuándo volverás, hicimos una cena en tu honor - la voz de su madre resonaba en sus oídos, sin embargo, tus caricias parecían aturdirlo severamente - y como sé que estás en camino a donde t/n, me preguntaba sí ¿Podrías decirle que... nos acompañe a cenar? - por un momento te detuviste pensando que los había descubierto.
- Claro... - aseguró mientras sentías su mano apretar tu pierna - yo... yo le digo... - cerró los ojos reprimiendo un gemido.
- Hijo, ¿de nuevo tus ataques de asma? - preguntó haciéndote reír un poco más fuerte, Cody te dio una mirada seria haciendo que te detuvieras - Hola t/n - habló del otro lado al escucharte reír.
- Ho... - el rubio de inmediato te detuvo, porque sabía que si hablaban no habría tiempo para Cody.
- Eso creo, nos vemos en un rato - se despidió antes de que su madre también lo hiciera, cortando la llamada y tirando a un lado el móvil - ¿En qué estabamos? - preguntó poniendo toda su atención en ti mientras tocaba tu mejilla y sus manos acariciaban tus piernas desnudas.
- En que debo alistarme para cenar con tus padres - mencionaste con una sonrisa antes de empujar al chico y escapar de su lado.
- ¿Espera, qué? - preguntó justo cuando llegabas hasta tu habitación - ¿Qué se supone que haga con esto? - escuchaste gritar.
- ¡Solucionalo! - gritaste antes de encerrarte en la ducha.
- ¡t/n! - fue lo último que escuchaste al imaginar qué estaba haciendo en el sillón de la sala.
