Donde escribo historias terribles y tú los lees porque amas a Cody Fern, Jim Mason Michael Langdon y Duncan Shepherd.
Prohibida la copia o adaptación.
Si lo haces, lo sabré y no te va a gustar lo que sucederá.
Langdonftme, actualmente codfxrn
Mi madre una vez dijo: " Si amas algo déjalo libre, si regresa es tuyo, si no, nunca lo fue ".
Pero Michael Langdon no pareció entenderlo.
Había conocido al rubio, cinco meses antes de que todo se fuera al demonio.
La escuela Hawthorne parecía un lugar muy acogedor para cientos de chicos, algunos se tomaron la molestia de enseñarme el lugar, sin embargo, lo único que anhelaba, era ir a casa.
Lo vi merodeando por el lugar, oculto entre las paredes delgadas pero con una presencia poderosa y dominante, que aunque no lo vieras, sabías que se encontraba ahí, acechando cual depredador a su presa.
Hasta que se acercó a mi, su rostro era demasiado perfecto para un simple mortal, parecía tallado por los mismísimos dioses, su sonrisa pareció iluminar la habitación, no pude evitar sentirme como una tonta adolescente, mi respiración se agitó mientras que mis piernas parecían inestables ante su presencia.
Y como una ilusa, caí a sus pies, mi madre me había advertido pero preferí no hacerle caso. Michael Langdon se había colado por mis huesos. Usualmente iba una vez al mes, a Hawthorne, como una nueva alianza entre brujas y hechiceros, pero todos sabían del vínculo que se había formando entre los dos.
Mi madre estalló cuando lo supo, intentó alejarme de él, pero no pudo. Luego, Michael vio conveniente ir Miss Robichaux, Cordelia no aceptó hasta que Michael habló formalmente y platicó con ella sobre sus intenciones, mi madre, a muy duras penas terminó aceptando.
Cuando me di cuenta, ya era demasiado tarde.
Con el paso del tiempo, las visitas eran más constantes, en las mañanas estaba en Hawthorne y en las noches Michael paseaba por Robichaux.
Hasta que un día, todo pareció explotar, como una dinamita.
Un chico se había acercado a mi, hablamos de las cosas más triviales que pudieras imaginar pero Michael no lo vio así. Mi cuerpo fue alejado bruscamente del chico mientras el dolor se extendía alrededor de mi brazo.
- Michael - mencionó asombrado viendo mi rostro fruncirse.
El rubio no dijo nada, simplemente me llevó a rastras fuera de la biblioteca para llegar a su habitación.
Cuando entramos a esta, mi cuerpo fue aventado a la cama, como si de un trapo se tratase. El miedo había invadido todo mi cuerpo mientras el rubio se acercaba a mi con pasos amenazantes.
- Michael... - susurré sintiendo mis labios temblar pero su mano se estampó en mi boca, mi cuerpo quedó atrapado entre el respaldo y el cuerpo de Michael. Podía escuchar su corazón bombear con rapidez mientras sus manos iban hacia mis brazos y los apretaba con fuerza haciéndome sollozar.
