› 026. dad

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michael langdon | dad

N/A: El gif no me pertenece, créditos a su respectivo autor

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N/A: El gif no me pertenece, créditos a su respectivo autor.

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Podría pasar horas mirándolo y no cansarme de verlo en absoluto, sintiendo mi corazón rebosar de alegría al verlo sonreír ligeramente.
Mis manos cubrían las suyas, perfectamente, tratando de transmitirle aquel contacto del que tanto hablaban.
Tran frágil e inocente, eso era, recordándome tanto a su madre con tan solo mirarlo, tan lleno de luz, algo realmente opuesto a mi.

La primera vez que enfermó, creí que moriría al verlo tan indefenso.
No pude pegar el ojo durante toda la noche, temiendo que, en el peor de los casos, él partiera.

La pequeña familia que habíamos construido se desmoronó luego de la partida de su madre.
Sabía que aquel deseo sería mi condena pero quería ser amado y dar aquel amor que nadie me dio.
Rogué, cuánto había rogado para que ella no se fuera, prometí dejar todo lo malo con tal de que estuviera a mi lado, pero ninguna señal se me fue otorgada.

¿Qué haría con un recién nacido, qué haría sin ella?, en todo caso, ella tenía más experiencia con niños que yo mismo.
Los primeros meses fueron un completo desastre, estaba enojado conmigo mismo, tanto lo había deseado que cuado lo tuve en mis brazos, no sabía que hacer, hubo un tiempo en el que casi me daba por vencido, pero luego lo miraba, miraba esos pequeños ojos, similares a los de su madre, y sentía mi pecho rebosar de alegría, una y otra vez, cayendo rendido a sus pies.

Con el tiempo aprendí que la leche se debía tomar tibia, tomar con delicadeza su pequeña cabeza al cargarlo, arroparlo y abrigarlo durante las noches frías, que ni en los mejores sueños podías darle pizza, y que mientras más grande, su vocabulario se extendería.

Su primera palabra ❛ papá , me sentí el hombre más afortunado y orgulloso pero de nuevo mi corazón se partió al escuchar la segunda, lo único que hice, fue besar su frente, sin hacer evidente el dolor.
Sus primeros pasos, un infarto veía venir cuando pudo dar a penas tres pasos seguidos y luego cayó de bruces al piso, pensé en lo peor, pero su desquiciada risa me aseguró que estaba bien, ¿le había dolido? Sí, podía ver sus ojos levemente húmedecidos pero era valiente y fuerte como su madre.
Físicamente era igual a mi pero ella se llevaba la mejor parte, haciéndome sentir dichoso por tenerlo a mi lado.

La primera vez que fue al jardín de niños, no lo negaré, lloré, demasiado diría yo, de no ser por el apoyo de Miriam, probablemente hubiera sacado a mi hijo del salón de clase y lo hubiera llevado a casa.

Han pasado cinco años desde entonces, sus rizos dorados estaban por encima de sus hombros y aquellos impresionantes ojos, cultivaban a cualquiera. El pequeño Langdon, ya no era tan pequeño, demasiado listo para su edad, la primera vez que preguntó por su madre, no supe como reaccionar.

❛ - ¿Ella no me quiere? - recuerdo aquel tono de voz, las lágrimas inmediatamente se acumularon en mis ojos - ¿Por qué se fue? ❜.

¿Cómo le explicas a un niño de cinco que su madre partió por tu culpa?.
Había pasado tiempo y aún me culpaba por ello.

Y use aquellas palabras que pensé jamás usarlas.

❛ - Ella te ama, demasiado, incluso más que a mi, pero ahora se encuentra arriba, en el cielo, cuidándote. ❜

Mi lengua ardió, durante días, luego de eso, pero, volver a ver aquella sonrisa plasmada en su rostro, valía la pena.

Y en unos cuantos meses, otra pregunta me sorprendió, de nuevo.

❛ - ¿Cuándo conseguirás novia, papi? - sus ojos azules brillaban con entusiasmo, había enfocado toda mi atención en el pequeño Langdon que había olvidado que una parte de mi anhelaba el amor romántico, simplemente sonreí para luego encogerme de hombros.❜
Aún recuerdo los intentos fallidos por ❛ buscar una novia para papá ❜.

Ahora dime, ¿Cómo le explicas a un niño de cinco años, que anhelaba tanto a su madre, que has hecho la peor de las atrocidades?.

- Hola, cariño - los ojos de pequeño rubio se iluminaron mientras una sonrisa radiante se asomaba por su rostro.

- ¿Eres la novia de papá? - preguntó con entusiasmo, sin siquiera responder, la abrazó con tanta fuerza que la escuche suspirar levemente.

- Podría decirse - susurró en su oído lo suficientemente como para que los tres lo escucharemos.
Sus pupilas se dilataron, mostrándome aquella sonrisa que tanto amaba.

¿Cómo le explicas a tu hijo, que has traído de vuelta a su madre, para así ser la familia que tanto desea tener?.


Lamento no actualizar en días, no tenía mucha imaginación y esto es lo que ha salido hasta ahora, espero que esto les guste❤.

fetish | one shotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora