Capítulo VII 《》 El refugio

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- ¿Tú?

Dije algo asombrada y a la vez confunida.

"POV Draco"

¿Que hace ella aquí? Se supone que solo yo y mamá sabíamos de este lugar...

- ¿Qué haces aqui? _me preguntó y ella con un tono suave_

- Me temo que tengo que hacerle la misma pregunta señorita.

- Eso no importa.

Fue entonces cuando fruncí el ceño, Mierda, ella tiene que responderme.

- Esta todo muy oscuro ¿no? Aguarda un segundo.

Saqué mi varita.

- Iluminatus completus _dije mientras hice un suave movimiento con la varita_

De inmediato el pequeño refugio se iluminó. Ella quedó asombrada, por lo que logre apreciar en su rostro.

- Bien, ahora podre apreciarte un poco más.

"POV Hermione"

Diablos, no digas eso.

- ¿Porqué un Malfoy querría apreciar a alguien? ¿Ustedes conocen esa palabra?

- Oye, eso fue grosero.

Fue cuando en su rostro se dibujó una sonrisa que traía consigo unos hermosos hoyuelos.

Me le quede viendo fijamente, Demonios Hermione ¡Reaccióna!

- ¿Qué pasa? _dijo él_

- No pasa nada Malfoy.

- Oh porfavor, no me digas así, me haces sentir superior, dime Draco.

- Está bien _dije mirando hacia otro lado_

- Y a tí ¿Cómo te llamo?

- ¿Para qué necesitarías saber mi nombre? No es como que vuelva a verte.

- Oh señorita, creame, volveremos a vernos.

Fue cuando me quede pensativa ¿Me parece o él ya había dicho eso antes?

- Bien, y ¿Qué es esto? ¿una especie de refugio?

Empece a dar unos cuantos pasos por el refugio, claro, con la ayuda de mis muletas, era como una mini casita, tenía de todo, enserio era fantástico.

- Si, algo así, aquí solía venir con mi madre hace tiempo. Nos gustaba venir aqui a darnos como un

- ¿Respiro? _le interrumpí mientras tocaba algunos platitos_

- Si, exacto _dijo él sin dejar de mirarme, fue entonces cuando se percató de mis muletas y mi pie enyesado_ ¿Qué le sucedió señorita?

- Nada importante, solo pisé mal y se quebró _dije cortando el tema_

- Esto es aburrido ¿no? _dijo él y me miró_

- ¿Eh?

- ¿Quieres que te muestre algo interesante? _dijo él ofreciendome su mano_

Dude un poco y por supuesto él lo notó.

- Tranquila, no pasará nada malo.

Acepté su mano poniendo encime la mía.

- Revelius _dijo él moviendo su varita_

Fue entonces cuando enfrente de mis ojos apareció una puerta. Solté su mano, él atravesó la puerta y saco su mano ofreciéndomela nuevamente.

Maldita sea, está atardeciendo, no puedo llegar tarde a casa.

- Creo que se está haciendo tarde _dije excusandome_

- ¿Qué pasa, tienes miedo? No te preocupes, si estás preocupada por eso, yo mismo te llevaré a tu casa.

- No creo que puedas llevarme a casa.

- Oh vamos, ni que fuera en lugar Muggle _balbuceó_

- Está bien _tomé su mano para adentrarme en aquella misteriosa puerta_

Todo estaba oscuro.

- ¿Qué diablos es este lugar? _pregunté confundida_

- Aún no es nada, piensa en algún lugar.

- ¿Qué?

- Solo haslo.

Fue cuando un recuerdo llegó a mi mente, recordé estar en París, justo en la cima de la Torre Eifel.

Fue entonces cuándo evidentemente estabamos ahí, diablos todo era tan hermoso.

- ¿Está es la Torre Eifel?

- ¿Claro, nunca habías estado aqui?

- A mi padre no le gusta salir a tierras Muggle's.

- Oh, ya.

- Te explicaré un poco, esa puerta a la que entramos es

- Es un pórtal que te transporta a cualquier lugar del mundo mágico y no mágico, solo basta con imaginarlo y listo, te transporta a él.

- Eres una sabelotodo, ¿no señorita?

- Si tú lo dices _dije y sonreí un poco mientras admiraba la ciudad_

Fue entonces cuando Malfoy se acercó demasiado al borde.

- Malfoy ¿Qué haces? puedes resbalar.

- Te he dicho que no me digas Malfoy, si no

- Si no que te diga Draco, lo sé, lo sé _dije interrumpiéndolo_

Él nuevamente me ofreció su mano, diablos ¡Está loco!

- ¿no confías en mí?

¿Qué? obvio que no confío en él, lo conosco desde hace un día ¿y ya tengo que confiar en él? Además, Es un ¡Malfoy! No es que lo esté discriminando pero, ¡Diablos! ¿acaso conocen a su familia?

- Vamos, Solo confía, deja tus muletas.

- ¿Qué? ¿Estás loco? Claro que no.

Él alsó una ceja, bueno ¿ya qué? total de algo voy a morir.

Deje las muletas a un lado y acepté su mano. Fue entonces cuando me tomó de la cintura, maldita sea, ¿porqué hace eso? iba a separarme pero, ¡cielos! se dejó caer de la cima llevandome con él.

Maldición no podía hacer nada, le temía a las alturas.

"POV Draco"

Lentamente fuimos cayendo, casí rocabamos el suelo, claro que antes de tocarlo haría un hechizo para que volaramos y listo.

Pero mierda no recordaba el hechizo.

Estabamos a unos escasos centímetros, ¡Mierda! Intente hacer unos movimientos con mi varita, y luego escuche escuche gritar a la peliroja.

¡Woach!

Continuará

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