SHADOWS

Capítulo XXI 《》 Fresas celestes

Desperté muy temprano, ninguna de las chicas lo había hecho, eran alrededor de las 5:30 am, pero por alguna razón no tenía má sueño.

Me levanté y me duché, me vestí como suelo hacerlo, unos pantalones cómodos color verde opáco, una manga larga rayada blanco con negro, unos tenis y un abrigo de cuero, hacía mucho frío, supongo que es por lo que es muy temprano.

Salí de la habitación, oh diablos, olvide peinarme, lo hice en el camino.

Llegue al gran salón el cuál estaba desordenado, muchos adornos por aquí y por haya.

Me acerqué a uno de los ayudantes, era muy pequeño casi como un enano, volteo y para mi sorpresa ya tenía bigote, diablos, me asustó.

- Señorita usted no puede estar aquí _me dijo con una voz graciosa_

- Lo siento, no lo sabía _le contesté_

- Lo dice en el letrero _me dijo_

- ¿Letrero? ¿Cuál letrero?

- El... _dirigió su mirada hacia la mesa en la cual estaba un letrero en el cual decía ~No pasar~- Diablos olvide ponerlo.

- ¿Le ayudo? _me ofrecí_

- No te preocupes _dijo y se puso en el lado exterior de la puerta mientra llevaba el letraro en sus manos_ Wingardium Leviosa _dijo he inmediatamente el letrero levitó, el con cuidado y ayuda de su varita lo dirigió hacia un clavo y lo dejó ahí_

- Está un poco torcido _dijo alguien tras él_

Él pequeño se volteo asustado.

- Oh estos niños van a matarme del susto _dijo ingresando nuevamente en el salón_

Draco también ingresó y se colocó a mi lado.

- Buenos días _me dijo_

- Buenos días _dije_

- Buenos días _dijo Dumbledore sorprendiendonos por detrás de nosotros_

- Oh profesor Dumbledore _dijimos ambos volteandonos para verle, nos miramos y sonreímos al darnos cuenta lo que habíamos dicho_

- Una disculpa si los asusté.

- No se preocupe profesor _dijo Draco_

- Bien, Hermione hace poco creí escuchar que ofrecías tu ayuda.

- Si profesor.

- Bien, verás prepararemos un exquisito pastel de fresas celestes.

- ¿Fresas celestes? _dije confundida_

- Si, aquí en el bosque de Hogwarts suelen crecer fresas de color celeste, son deliciosas _dijo Draco_

- Exactamente Señor Malfoy, así que Hermione, ¿será que puedes recoger algunas para la elaboración de dicho pastel? _dijo mirándome y entregandome una gran canasta_

- Porsupuesto profesor, no hay problema _dije tomando la canasta y yendome_

- Me temo que olvide decirle a la señorita Hermione que le avise a los de la puerta que yo ordené que podía salir ¿Podrías decirle? _preguntó Dumbledore_

- No hay problema profesor _dijo y fue tras mío_

Dumbledore se quedo sonriendo ante lo que había hecho.

Caminé hacia la entrada, estaban los custodios de la puerta, eran dos gárfolas grandes las cuáles impedían mi paso.

- No puede pasar _repetían a todo lo que decía_

- El profesor Dumbledore nos autorizó para salir _dijo Draco el que se encontraba justo detrás mío_

Las gárgolas se quedaron en silencio unos instántes.

- Se a confirmado, pueden pasar _dijeron y las puertas se abrieron_

Salí de ahí y me desvié hacia la izquierda pero Draco tomó mi brazo y me llevó hacia el lado derecho.

- Es por aquí _dijo mientras me llevaba del brazo_

- No soy una niña _dije y logré que me soltára_

Caminé un poco más rápido para dejarlo atrás pero no funcionó, el apresuró el paso y me alcanzó.

- Espereme Señorita Granger _dijó él riendo_

- Enserio eres molesto _dije sonriendo_

- Y ¿a que debo la compañía del Señor Malfoy? _dije mientras miraba hacia el frente mientras sonreía_

- Hoy está de suerte Señorita Granger, no acompaño a cualquiera _dijo presumido_

Reí ante su comentario.

- Bien, por lo que respondíste ante el Profesor Dumbledore se ve que sabes mucho de las fresas celestes, asi que dime ¿Dónde crecen?

- Bien tengo que confesar algo, no tengo ni la menor idea de esas fresas, solo se que el año pasado en clase de posciones nos hablaron un poco de ellas.

- Ya lo sospechaba, ¿Y qué dijeron?

- Pues que eran usadas en algunas posciones, que son muy raras y solo hay en el bosque de Hogwarts y que eran deliciosas, pero si las comías así nomás te causaban efectos de duraban entre cinco a diez segundos.

- Wow Señor Malfoy, usted es un experto _dije bromeando_

- Yo siempre estoy prestando atención _dijo él mientras llegabamos a la entrada del bosque_

- ¿A pesar de estar molestando a Harry y a Ron

- ¿Y vuelves con eso? _dijo y me miró_

- ¿Agobiado Señor Malfoy? Puede regresar.

- Oh está bien _dijo y dió la vuelta mientras comenzó a caminar de regreso a Hogwarts_

Rayos, lo necesito, no lo decía enserio.

- No, oye regresa _dije mirándole_

De pronto solo desapareció, se esfumo, no entiendo que es lo que pasó.

Alguien toco mi hombro.

- Lo sabía.

- Maldición Malfoy, no hagas eso _dije enojada, diablos enserio me había asustado_

- Wow, la Señorita Granger maldiciendo algo, eso es nuevo.

- Cómo sea, que es lo que ¿"Sabías"? _pregunté_

- Pues sabía que te importaba pero no sabía que tanto cómo para implorarme que me quedara _dijo riendo_

- Enserio eres imposible Malfoy _dije rodando los ojos y adentrandome en el bosque_

- ¿Y cómo harás para encontrar las fresas? _me preguntó_

- Pues no lo sé, solo pienso caminar _dije sin mucha emoción_

Caminamos por unos minutos pero podía ver pisadas.

- Draco pon tu pie sobre esa huella.

- Pensé que era Señor Malfoy.

- No estoy bromeando, solo hazlo.

Él me obedeció, y si, mis sospechas se comprobaron.

- Demonios hemos estado caminando en circulo todo este tiempo _dije sentandome sobre una roca que había cerca_ Me rindo.

- Wow wow, ¿Eso es todo? No vamos sigamos, se que tiene solución _me alentó él_

- Es que no lo entiendo.

- Te dije, buscaremos la solución.

- No hablo de eso.

- ¿Entonces a que te refieres? _preguntó él_

- No entiendo como aquí, estando solo tú y yo eres tan bueno y, estando con los demás solo te comportas tan..tan, Malfoy _dije mirándole_

Espero no se lo tome a mal.