Capítulo XXIII 《》 Bromas

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Lo había olvidado, es la hora del desayuno, el salón estaba repleto, solo podía concentrarme en el hecho de que no había ningún adorno, nada ¿Qué había pasado?

No tardé en darme cuenta que todos nos miraban, así que me enderecé y caminé a mitad del pasillo, justo donde Dumbledore me esperaba, es como si supiera que llegaríamos en ese preciso momento.

- Profesor Dumbledore_dije entregándole la sesta_

- Muchas Gracias Señorita Granger _dijo tomándo la sesta_ ¿Porqué está tan liviana, dónde están las fresas?

Draco se levantó y caminó hacia mi par.

- Aquí están, me toco traerlas durante todo el camino, la Señorita Granger es muy perezosa al parecer _dijo con la cabeza en alto entregándole a Dumbledore las fresas_

- Oh Señor Malfoy, muchas gracias _dijo Dumbledore tomando la manta y dirigiendose a la mesa principal_

- Enserio te odio _dije dirigiéndome a mi mesa_

- Sé que no lo dices enserio _se adelantó y fue a su mesa mientras se sentaba en su lugar_

- Hermione ¿Qué hacías con Malfoy? _preguntó Ron_

- Él me siguió es tan

- ¿Idiota? _me interrumpió Harry_

- ¿Imbécil? _le siguió Ron_

- Yo iba a decir Molesto _dije comiendo un poco de patatas_

- Solo no te juntes mucho con él Hermione, te lo recomendamos _dijo Harry_

La tarde transcurrió normal, no permitían el paso al gran comedor así que almorzamos en los corredores, se colocaron enormes mesas y pudimos almorzar bien.

Hagrid nos hizo uja invitación a Harry a Ronald y a mí, nos invitó a ir a su casa, nosotros con mucho gusto aceptamos.

Nos dirigímos a la entrada de Hogwarts, nuevamente las gárgolas bloqueaban la pasada.

- Dumbledore ordenó que salieramos por unas cosas _dijo Harry_

Ellas hicieron silencio pero Hagrid volvió a romperlo.

- No hace falta que lo consulten con él, no les respondera, es pascua ¿no entienden? Está ocupado con lo de esta noche.

Las gárgolas nos permitieron pasar, la casa de Hagrid no estaba muy lejos de Hogwarts así que fuimos a pie.

Llegamos a una cabañita la cual Hagrid llamaba hogar, nos avrió sus puertas y procedímos a pasar.

Era acogedora, tenía de todo, nos invitó a sentarnos y así lo hicimos.

Nos invito a unas leches con chocolate.

- ¿Y? ¿Qué tal con las clases? _preguntó Hagrid sentándose_

- Muy bien Hagrid _dijo Harry_

- Habla por tí, son demasiado aburridas _dijo Ron tomándo un poco de aquella leche_

- ¿Y tú Hermione? ¿Te has adaptado en estos últimos tres meses? _me miro Hagrid_

- Pues me he tratado de adaptar lo mejor posible, aprender un poco más de cómo se hacen las cosas aquí pero sí, creo que me he adaptado más o menos _dije tomando un sorbo de la leche_

- Me alegro mucho _dijo Hagrid_

Pasamos Gran parte de la tarde conversando con él, es muy agradable.

La tarde comenzó a caer y la noche poco a poco comenzó a hacerse presente.

- Bien niños, hay que regresar _dijo Hagrid levantándose y abriéndo la puerta_ pronto iniciará la celebración.

Partimos hacia Hogwarts, nos tomo unos 20 minutos llegar, inmediatamente nos dirigimos hacia la torre a cambiarnos.

Fui a la habitación, y ahí estaban todas, con unos hermosos vestidos.

- Yo que ustedes no me vestiría con vestido _dije abriendo el pequeño closet que se encontraba a la par de mi cama_

- ¿Por? _preguntó una_

- No será un baile así que no hay que ir formal.

- ¿Y qué importa? _dijo otra_

- Bien, yo solo les avisaba _dije sacando dos prendas del armario_

Saqué una camisa mangalarga blanca y un pantalón cualquiera.

- Hermione dejanos elegir tu ropa _dijo Ginny acompañada por Luna_

- No es nada especial.

- Claro que lo es, porfis _suplicó Ginny_

- Esta bien, pero sin vestido _dije_

Ellas voltearon y caminaron hasta el armario de Ginny.

- Se supone que mi armario está por aqui _dije extrañada_

- Lo sabemos _dijo Luna_

- No usarás nada de tu ropa _dijo y sacó una falda pomposa de color negro, caminaron nuevamente hacia mí mostrándomela_

- Están equivocadas si creen que usaré eso.

- Vamos Hermione, úsalo ¿si? _me miró Ginny con esos ojos a los que no podía resistirme_

- Esta bien _suspiré_ pero usaré la camisa que ya había escogido.

Dije y entré a uno de los vestidores y me vestí con aquel conjunto.

Salí y me coloqué unos zapatos sencillos y bajos de color negro.

- ¿Están listas? Les pregunté.

- Si _dijeron ambas_

Bajamos.

- Olvidé algo _dije_

- ¿Peinarte? _sonrió Ginny_

- Si y otra cosa, ustedes adelantense, las alcanzo enseguida _dije subiendo por las escaleras_

Ví como se fueron.

- ¿Donde está? _dije buscando en mi armario_

Buscaba el saco de Draco, aquel que me había prestado aquella vez, lo encontre y lo tomé.

Escribí una carta, la metí en un sobre y la envié con una de las lechuzas.

Fui hacia la parte norte del Gran comedor, aquella parte que siempre estaba vacía.

No tardó mucho en llegar Draco.

- ¿Enserio por lechuza? pudiste haber... _se quedó callado y me observo_

- No me mires así, no podía simplemente delante de todos dartelo.

- Esta preciosa Señorita Granger _dijo él en tono coqueto_

Pude notar como un tono rojo se hizo presente en mis mejillas.

- Gracias _trate de avitarlo_ Ten _dije entregándoselo_ Gracias por prestarmelo aquella vez.

- No fue nada _dijo tomándolo_ Hay que irnos, llegaremos tarde.

- ¿Llegaremos? _dije comenzando a caminar_ Usted se ira por su lado Señor Malfoy y yo me iré por el mío _dijo riendo un poco_

- Así que está tratando de evitarme Señorita Granger _dijo alcanzandome_

- Usted es el que le interesa entrar conmigo _dije_

- Claro que no Señorita, usted se muere por entrar conmigo _bromeó_

Reí, siempre está haciendo sus bromas.

- Oh si claro que muero por eso _rode mis ojos mientras reía_

Él me tomó de la mano haciendo que me detuviera, se acercó a mi y tomó mi mejilla.

- Oh Señorita Granger, lo sé _dijo mirandome_


Continuará

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