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Jungkook abrió una lata de RedBull y se la tomo completa para luego estrujar la bebida y tirarla al suelo. Sus músculos estaban tensos, en especial los bíceps, pero qué bien se veía igual. Guapo, guapísimo. Traía los pantalones a la cadera, algo que le hacía sentir relajado, justo como necesitaba sentirse en ese momento. Camino de un lado para otro, tomándose la última lata de Redbull , hasta que por fin la puerta de ese descuidado departamento , que había rentado por unas horas, empezó a sonar.

Yoongi, Namjoon Taehyung Y Jin entraron al departamento. Cada uno con una cazadora de cuero puesta.

—¿Dónde están?—Le pregunto Taehyung a Jungkook. El señaló la primera puerta del pasillo de habitaciones, sin siquiera hablar. Los cuatro hombres que habían entrado caminaron hasta la habitación, en donde cinco chicas se encontraban inconscientes—. Vaya, vaya—rió Taehyung, al observar a las cinco mujeres sobre el suelo, guapas, sensuales; jodidamente provocativas. Una de ellas sobre todo le llamó la atención—¿A cual me llevaré?—pregunto riendo de nuevo, y el sollozo de una de ellas se escuchó fuertemente—Shhh...—dijo colocando su dedo índice sobre sus labios.

—Tu escoge—le dijo Jungkook.

—La quiero a ella—señalo con el dedo a una de las dos rubias que sobresalían entre las cinco. Todas empezaron a sollozar, completamente asustadas. Jungkook la ayudo a pararse y se la entrego a Taehyung.

—Yo quiero a ella—dijo Yoongi, señalando a la morena de en medio. Jungkook hizo lo mismo, quitándose de encima a dos de las cinco mujeres.

—Yo quiero a la última—dijo Namjoon, Jungkook la ayudó a ponerse de pie, y se la entrego igualmente a Namjoon. Quedándose solamente con dos mujeres.

—Yo a ella-—sentencio Jin, señalando con la punta del dedo índice a Hye Sun. Fijándose minuciosamente en el bonito escote que tenía en su blusa

—No—nego Jungkook—Ella es mía.

—¿Y desde cuándo tú eliges?

—He hecho la mayor parte de está jodida misión. Lo justo sería que yo me la llevará—Le dijo Jungkook. De alguna manera, su sentencia tenía fundamento, pues Hye Sun manejaba más cuentas bancarias que las demás.

—Vale, vale—Contesto Jin, fastidiado—me llevo a la otra.

Y al cabo de dos minutos, cuatro hombres tenían a cuatro mujeres junto a ellos; cuatro secuestradas, con la intención de hacer que cada una de ellas, roben a sus propias familias accediendo a las cuentas bancarias de estas. Cada hombre se iría con una de ellas a distintos lugares del mundo, para no poder ser encontrados jamás, y volver con las manos llenas de dinero, con las secuestradas...muertas.
Jungkook cerró la puerta, su destino era Tokio. Partiría de Corea esa misma noche, antes de que se hiciera pública la desaparición de Hye Sun y empezarán las investigaciones. Se volteó, ahora se escuchaba tan solo el apacible silencio entre los dos. Sentía los bonitos ojos de Hye Sun sobre el, observándolo...
Todo el tiempo.

"¿Que más quieres mirar, nena?

Sonrió

Tal vez más abajo..." pensaba el.

—¿Que miras?—le preguntó. No obtendría respuesta, pues Hye Sun traía la boca tapada. Se acercó a pasos lentos hacia ella, y pudo darse cuenta de lo asustada que estaba cuando sintió que empezaba a temblar cada vez que se le acercaba más y más—¿Por qué el miedo?—le preguntó, y soltó el pañuelo que ataba sus labios. Hye Sun soltó un suspiro.

—¡Déjame salir de aquí imbe...

—Hey, hey...—poso sus manos sobre los labios de Hye Sun. Ella, al no poder defenderse sólo se quedó callada—. No sé insulta al jefe, guapa.

—No me llames guapa—le pidió ella, cabreada.

Jungkook sonrió

Bonito carácter...

—¿Y como te llamo?—aprovecho que aún se encontraba atada de manos y pies—¿Fea?

—Van a encontrarme—le dijo ella. Y eso pareció molestar a Jungkook más de la cuenta, cambiandole por completo el ánimo.

—¿Te piensas que es fácil, nena?

—No me llames nen...

—Te estoy hablando—le dijo firme. Hye Sun se quedó callada—No lo es conmigo, ¿vale? Acostumbrate. Ningún estúpido policía va a encontrarte mientras estés conmigo. Estás con el mejor—De pronto, una leve oleada de deseo invadió a Hye Sun al escuchar esas palabras. Observo a Jungkook, unos bíceps ligeramente cubiertos por una capa de sudor, unos labios rosados, deliciosos con solo verlos—. El mejor secuestrador de todos ¿Me has oído?—la miró a los ojos—y te irá mejor si no intentas nada, nena. No querrás conocerme de verdad...—le advirtió—Alistate...—le dijo por última vez—Nos vamos a Tokio.

Secuestrada |Jungkook|+18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora