Se hundió en su cuerpo, totalmente. Hye Sun contrajo la respiración, apenas y lograba dar señales de vida. La estaba penetrando tan intensamente que hasta soltaría lágrimas.
—Ah...—soltó un pequeño suspiro. Jungkook se separó para poder mirarla, para poder gozar de ese enorme privilegio. Verla así...excitada, jadeante, transpirando lujuria y gimiendo para el y solo para el.
—Oh, si...—murmuro ella, ahora cerrándo los ojos. Apretó a Jungkook por la espalda, este volvió a sacar su miembro para rodarla lentamente por sus labios genitales—Hazlo de nuevo, por favor...
—Si, preciosa...—le respondió el. Y la verdad es que tampoco aguantaría tanto tiempo sin metérsela. Sin sentir ese delicioso apretón. Subió las caderas y volvió a bajarlas para satisfacer a Hye Sun de nuevo.
—¡Aahh! Si...joder, si...—esta vez ella gritó más fuerte, cerrando los ojos con fuerza. Jungkook sintió que veía el paraíso. Que se correría solo con verla en ese estado. Le ponía tanto... más, mucho más de lo que ya estaba.
—¿Te gusta?
—Si, me encanta...me encanta...—dijo ella, poseída por sus palabras. Entonces él decidió que la haría gritar más esta vez. Sus brazos se tensaron y volvieron a alzar sus caderas.
—Eres deliciosa—murmuró.
Deliciosa...y toda mía.
La volvió a embestir con fuerza, mientras ella solo lo apretaba de la espalda con la esperanza de no demostrarle que en realidad le encantaba lo que le estaba dando. Pero fue imposible.
—¡Sigue! Más...—le ordenó. Jungkook sonrió ligeramente. Una bonita sonrisa que había hecho que cualquier mujer se mojara en ese instante.
El movimiento de caderas se hizo más continuo, Hye Sun lo apretaba más fuerte, y el se correría en cualquier momento. Los gemidos de Hye Sun lo enloquecían, cada vez más fuertes, más finos, más excitantes. Hacían que cada movimiento, cada penetración, cada vez que la bombeaba con tanta fuerza y lujuria...nunca fueran suficiente. Necesitaba más. Llenarla por completo. Hasta que se corriera infinitamente. Y que sobre todo, recordara ese momento para toda su vida.
Una vez más volvió a aplastarla, su miembro se encontraba esta vez en todo su interior.
—Jungkook...—susurró ella, arqueando la espalda. El se inclinó para besarle el cuello.
—Di...me...—Logró decir el, y saco su miembro húmedo, cubierto por todos los flujos de Hye Sun.
—Esto es increíble—admitió ella, ahora intentando abrir los ojos y recuperandose un tanto por todas esas maravillosas embestidas.
—Vaya que lo es...—la miró a los ojos. Hye Sun miraba el umbral sigilosamente. Se había quedado callada. Solo su pequeña respiración, ahora ligera, se escuchaba en medio de la noche. Lo habían hecho...habían tenido sexo como tanto había querido él desde el primer día, y como tanto lo había deseado ella desde el primer momento. Los ojos de Hye Sun brillaban, empezaban a hacerse pesados...era cierto, después de un maravilloso polvo le provocaba dormir—¿Habías imaginado esto?—le preguntó el, desoojandolos del silencio.
—¿El que?
—Tener sexo con tu secuestrador...
—Nunca—le dijo ella, ahora cerrando los ojos. La había dejado desecha y ni siquiera habían llegado a la cima, al orgasmo. Si... también era verdad, después de un buen polvo solo te quedaba dormir...pero parecía que para él...eso no había significado un simple polvo.
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Secuestrada |Jungkook|+18
FanfictionCuando Jeon Jungkook, uno de los criminales más buscados en Corea es convocado para el secuestro de cinco millonarias, no duda ni un segundo en aceptar la oferta. Lo que no pensó...fue enamorarse de una de ellas »Se dónde estás ahora-le respondió el...