"Declaran desaparecida a Kim Hye Sun, hija del empresario Kim Dong Yul. Desde ayer por la noche después de no encontrarla en su residencia en Corea, la policía aún está buscando testigos, pero las únicas personas que habían viajado con ella también están desaparecidas..."
El somnífero había hecho efecto en ella desde que habían partido de Corea. No específicamente en un avión de primera clase, sino más bien en una agencia de la que ella jamás había oído hablar. Con amenazas, algunos gritos y llantos Jungkook había logrado que Hye Sun no hablara en todo el viaje.
¡Que carácter tenía esa mujer!
Discutía tanto con el como podía cada vez que tenía oportunidad, ¿Acaso no sentía ningún tipo de miedo con el? Era diferente...Muy diferente de otras mujeres.
El la tomo del brazo, después de ocho horas de viaje, era la primera vez que la tocaba. La sostuvo firmemente, y Hye Sun solo cedió. Metió las llaves del departamento en la cerradura y procedió a abrirla, luego hizo entrar a Hye Sun.
—¿Te gusta?—le pregunto el, refiriéndose al departamento.
—No—le respondió ella, seca y con un hilo de voz. De inmediato se adentro más al pequeño cuarto que Jungkook había conseguido para los dos
—¿Pensabas que iba a comprarme una suite solo para tenerte a ti?—la vio entrar, delicadamente posó sus ojos en las caderas de ella, sin que Hye Sun lo notará del todo. Se relamio los labios ahora al observar su delicioso culo, y si.. tal vez pensar un poco...todo lo que haría con el. Cerró la puerta del departamento, sola el sabía cómo asegurarla por si Hye Sun quisiera escapar. Dos candados, tres y después se hicieron cuatro. Una barra de seguridad, y otra amenaza—Creo que no tengo que volver a repetir lo que pasaría si intentas salir, ¿Verdad?
Hye Sun ni siquiera le respondió, su cuerpo empezaba a debilitarse, ahora más que nunca deseaba dormir. El jodido somnífero que Jungkook había utilizado en su pañuelo le había le había hecho efecto... O tal vez solo deseaba llorar un poco en algún lugar lejano, sin que él pudiera verla.
—Necesito dormir—le contesto ella, Jungkook la miró de reojo. No es que realmente le importará lo que ella necesitará, su misión era solo tenerla y exprimir todo el dinero que pudiera conseguir de ella, pero de alguna u otra manera...quiso atenderla.
—No hay lugar—le dijo el, y por primera vez se atrevió a mirarla a los ojos. Hye Sun también lo hizo—Esto no es un hotel, nena.
—No necesito una cama, solo necesito dormir—le dijo ella con la voz debilitada, ¿Que mierda le pasaba? De pronto se sentía peor que nunca, descompuesta. Lo último que le faltaba en ese momento era enfermarse.
Jungkook ante sus últimas palabras se adentro a la única habitación que había en ese pequeño departamento y entrecerró la puerta para que Hye Sun no pudiera observar lo que hacía allí adentro. Saco un par de sábanas y una manta gruesa para luego tenderlas en el piso.
—Duerme aquí—le dijo el, frío. Como siempre, Hye Sun lo escucho y fue hasta la habitación en donde Jungkook estaba.
—Gracias—susurro ella, sorprendida. No se esperaba este gesto de el. Levantó la mirada...Que guapo era...de verdad...le gustaba mucho mirar sus ojos. Aunque parecía una tontería, el asintió.
—Hye Sun—murmuro el. Y a ella le dió un pequeño escalofrío al escuchar su nombre entre sus labios. Tanto que llegó a erizarle la piel—No causes problemas ¿Si? No quiero tenerlos contigo—le dijo, antes de cerrar la puerta de la habitación.
Con todo eso no había llegado a preguntarle su nombre ¿Como es que se llamaba? Aun no lo sabía. Pero después de todo no había resultado tan mal...observo lo que había hecho por ella para que pudiera dormir y le dieron ganas de llamarlo...preguntarle su nombre...se rió de ella misma al escuchar sus propias fantasías. ¿Que dirían sus amigas de algo como esto? Volvió a reirse. Ahora se concentró en su ropa; no se la cambiaba desde ayer, como odiaba aquello. Volteo a mirar la puerta de la habitación completamente cerrada...No perdería nada si se cambiaba ahí mismo.
Así que se quito la ropa que traía desde ayer y se adentro en el pequeñísimo baño que había dentro de la habitación, colocándola sobre el lavadero. Su bonito encaje quedó al descubierto, junto con esas bonitas bragas de seda que le resaltaban muy bien las deseables caderas y nalgas. Se quitó los tacos, deseosa por descansar por fin...salió del baño, después de haber lavado como pudo su ropa y dejándola secar y al cabo de eso...se acostó sobre las sábanas que habían en el piso.
•••
Pero qué buena estaba...muy buena, buenísima. Con todo en su lugar, ya si empezaba por las piernas pararía en un lugar prohibido que su lengua moriría por probar.
¿Que pasaría si se la comía ahora?
Jungkook intento aguantarse las ganas, miraba todo desde la puerta.
¿Es que acaso era un jodido plan para empalmarlo como nunca en su vida?
Relamio los labios, ahora mirándole los senos; redondos y jugosos... deseó tanto lamerlos ahora mismo, hasta hacerla gritar tan fuerte como podía, era su única petición. Hacérselo. Tanto. Duro. Durísimo.
Meter su miembro entre esas piernas deliciosas, hacerla gozar hasta escucharle pedir más y más."Cierra la puñetera puerta"
Se dijo a si mismo, dándose cuenta de la enorme erección que ahora adornaba sus pantalones con solo mirarla tendida sobre esas sábanas, con una bonita lencería...
"Y cuánto amaría sacarsela con los dientes ahora..."
Dijo entre sus pensamientos.
Oh mierda....que Diosa.
"Entra y cómetela"
Le dijo su subconsciente muy dentro de el. Jungkook cerró y abrió los ojos rápidamente, necesitaba irse de ese lugar antes de que pudiera terminar irreconocible con ella, comiéndosela con todas las fuerzas de sus caderas, cerró la puerta sigilosamente.
Vaya, estaba empalmado y con la vista más nublada que nunca, necesitaba follar, follar duro con alguien, ahora mismo. Y no se aguantaría las ganas.
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Secuestrada |Jungkook|+18
FanfictionCuando Jeon Jungkook, uno de los criminales más buscados en Corea es convocado para el secuestro de cinco millonarias, no duda ni un segundo en aceptar la oferta. Lo que no pensó...fue enamorarse de una de ellas »Se dónde estás ahora-le respondió el...