Secuestrada |Jungkook|+18

»10.

Habían hablado más de la cuenta, horas y horas acostados sobre esas finas sábanas. Ninguno de los dos había sentido el tiempo que habían utilizado, y sin querer...sin ninguna intención...tenía a Hye Sun abrazando su cintura. Su tibio aliento sobre su cuello erizandole la piel desde hace un buen tiempo, con los ojos cerrados, y aún envuelta en un profundo sueño.Se veía mejor cuando dormía.

Le provocaba follarla en ese mismo instante. Las ganas de hacérselo no se le habían ido, al contrario, habían aumentado, es que con ella...con Hye Sun ya no se sabia.

Moría por arrancarle la ropa y hacerselo suavemente, despertandola con un delicioso orgasmo que escucharía a gusto. Se relamio los labios, ahora mirándola dormir.

Bonita, y jodidamente sensual...

Pensó ahora. De pronto, un ligero suspiro salió de los labios de Hye Sun. Abrió los ojos lentamente, encontrándose con el rostro de Jungkook.

—Maldición...—se precipitó a decir ella, ligeramente horrorizada. Retiro rápidamente los brazos de la cintura de Jungkook. Había dormido mucho, y podía jurar que no recordaba nada de lo que había pasado—¿Por qué...?—susurro, si no saber porque había despertado entre los brazos de el—¿Que ha pasado?

—Pensé que lo recordarías—le dijo el, con una sonrisa en los labios que no hizo más que preocupar a Hye Sun—. Lo hemos pasado muy bien, guapa...

—Basta, dímelo. Por favor...—le rogó, tratando de recordar al menos un fragmento.

—Voy a ducharme...

—Jeon, por favor—volvió a decirle ella.

—Te eh follado—le dijo riendo, Hye Sun abrió los ojos—Tu me lo pediste, así que...

—¿Que?

—Ya me oíste—se puso de pie, con ella todavía sobre las sábanas tendida en el suelo, en un estado de shock.

—¡Eres un completo imbécil!—le gritó.

—Si, si, si...—Jungkook abrió las puertas desgastadas del pequeño baño. Se quitó la camiseta

—¡Un idiota!

—Cálmate.

—¿Que me calme?—ella se puso de pie, alcanzandolo hasta el baño—. Eres un maldito cerdo...—le volvió a gritar, para ese entonces Jungkook la había tomado de los brazos. Deteniendola. La pego contra la pared, ella no podía ni siquiera moverse. Jamás llegaría a igualar su fuerza.

—Si soy un cerdo ¿Por qué has dejado que te haga lo de la otra noche?—le recordó. Un ligero calentón se pasó entre los dos. Recordando cuando ella se había dejado coger por el, de todas las maneras. A Hye Sun se le subieron los colores—No me insultes más si no quieres que repita lo que hicimos hace unas horas...

—Te odio..

—Yo también.

—Me das asco...

—Si, guapa, lo que tú digas...—puso los ojos en blanco. Ligeramente dolido por sus palabras—. Una cosa más, no te eh follado ni lo haré. No eres de mi tipo y nunca estaría con una niña como tú...de esas, que se creen la gran cosa y al final...

—Y al final te terminan poniendo tanto que terminas pajeandote solo en el baño.

—Que bonitas palabras...

—Dime que es mentira, Jeon.

—No, no lo es...termine masturbándome la otra noche porque jamás terminaría corriéndome con alguien como tú.

—Si, Jeon, como no...—intentó separarse de el para no llorar frente a su rostro. Sus palabras le herían en el fondo, muchísimo, pero el parecía no notarlo—¡Sueltame!

—Aun no hemos terminado de hablar...