Capítulo 12. La puja

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2 meses después...

Bulma estaba sentada en el borde de su cama con la mirada perdida en el suelo. Su cabello estaba sucio y revuelto, su rostro pálido, con ojeras y los labios secos. En sus manos se apreciaba el scouter amarillo que le pertenecía.

La joven a penas parpadeaba. Se encontraba sin lágrimas y perdida en un montón de pensamientos oscuros que la acercaban cada vez más a esa desesperación que se hizo su amiga.

Hoy debía ser el día más feliz de su vida, pues cumplía dieciséis años y, como era de saber, era el día de la puja. Hacía un mes que Freezer volvió a la base y para ese entonces el escuadrón debía estar allí, pero a día de hoy no se sabía mucho de ellos. Zarbon dijo que hubo muchas complicaciones con aquella misión y eso entorpeció todos sus planes así como el atraso de su vuelta.

Ya no le quedaban lágrimas que echar o insultos que soltar. Sólo podía perderse en la soledad y esperar a ser devorada antes que pasar por la desgracia de su cumpleaños.

Ella nunca pensó que así sería cumplir dieciséis años. Según Tara y Nella era un momento de felicidad pero Bulma no lo vivía así. Ella no tendría velas que soplar en una tarta o regalos que abrir. No daría las gracias por las felicitaciones o se sonrojaría con una canción de cumpleaños feliz. La científica pasaría el calvario de ser expuesta ante un montón de hombres que pagarían por tenerla esa misma noche.

Cuando creyó que las lágrimas habían desaparecido volvieron a ella con intensidad. El scouter se resbaló de sus manos rompiéndose el cristal al chocar contra el suelo. Ocultó su rostro entre ellas y se dejó llevar por la rabia, la impotencia y el miedo.

Ese no debería ser su cumpleaños y mucho menos nadie de esos hombres debían ser su primera vez. Ella tendría que festejar con sus amigos y debía hacer el amor con el hombre que amaba. Sólo de pensar en otras manos tocándola o en otros labios besándola la producían asco y náuseas. Quería huir lejos pero Freezer la encontraría y la mataría.

Ahora ni siquiera tenía miedo de morir. Lo prefería antes que pasar por todo aquello pero no le quedaba de otra que seguir viviendo un día más en aquel infernal mundo donde ese día conocería de primera mano por qué el mundo de Freezer era tan despreciable.

La joven recordó con amargura la última vez que vio a sus amigos y, sobre todo, al hombre que le entregaría todo lo que tenía. En ese momento no pensó que todo se teñiría tan negro.

(Flash Back)

Bulma sonrió con tristeza observando a los tres saiyajins en la sala de naves. Nappa la miraba con temor y preocupación. Dejarla allí sola era una idea horrible pero no podían hacer nada. Raditz hablaba con ella de lo que sería su viaje y Vegeta, mientras, la miraba quedándose con cada gesto de su hermoso rostro juvenil.

Tened mucho cuidado–dijo ella con tono preocupado mirando a cada uno de los guerreros.

Somos saiyajins–Raditz la regaló una sonrisa para tranquilizarla. Ella respondió con poco ánimo–. No nos pasará nada. Son ellos los que deben temernos.–

Me lo puedo imaginar–los presentes se fijaron en la figura que se había unido a la conversación y no pudieron sentir más asco y rechazo. Bulma miró a Zarbon con odio. Todo aquello era su culpa–. ¡Que vienen los monos gigantes! Seguro que están preparando los plátanos para vuestra llegada.–

Vegeta gruñó ante su comentario. Miró a Bulma que prefirió ignorar la presencia del recién llegado. Ella intercambió miradas con él y en ellas se dijeron lo mismo que en la intimidad de su habitación.

Almas perdidas [BulmaxVegeta] ORIGINALDonde viven las historias. Descúbrelo ahora