Capítulo 15

6K 485 84
                                    

El llanto del bebé frenó todo movimiento que la castaña iba a arremeter contra la pelirrosa ya cansada de sus actitudes, no era una mujer frágil; al igual que todo el equipo de Gai se habían superado muchísimo siendo cada uno experto en lo suyo antes de la muerte de Neji, una chica con inteligencia, carácter por lo general alegre y hasta podría decirse que algo hiperactiva no se dejaba doblegar tan fácilmente por lo que Sakura había colmado su paciencia, sin nada más que hacer antes de que se arrepintiera de quedarse en su lugar sin hacerle ni un solo rasguño se dió media vuelta yéndose a paso apresurado, el kimono tampoco la dejaba moverse bien por lo que estaba en desventaja, con una mano sostenía a Tenaki mientras que con la otra le daba leves palmadas para calmarlo, odiaba a Sakura Haruno de Uchiha.

Cuando la peliazul iba camino a su hogar se quedó pensando en el pequeño Tenaki, tenía rasgos como los de Naruto pero su parecido a Tenten era bastante evidente, por alguna razón su corazón se encogió al momento de siquiera pensar en la posibilidad de que su mejor amiga se había metido con el que aún era su marido, sacudió su cabeza despejando esos pensamientos... Eso no era posible ¿cierto? Tenten... Ella... Ella no le haría eso ¿o sí? Iba tan perdida en sus pensamientos que al momento de sentir una mano en su hombro no dudó en activar su Byakugan para golpear la mano del desconocido cerrando sus puntos de chakra, cuando escuchó un gruñido conocido ya para ella lo desactivó volviendo en sí misma dándose cuenta que no era nadie más que Sasuke Uchiha, el pelinegro que le robaba el aliento desde hace unos días y su apoyo silencioso.

—Byakugan no Hime; la maestra del puño suave— Murmuró el Uchiha intentando reprimir una mueca de dolor, esa era su manera de decir que ambos títulos lo tenía bien merecidos; los cerraba con exactitud como si ya se los supiera de memoria, admitía que dolía como los mil infiernos.— Ya van dos veces...—

—L-Lo siento Sasuke-san— Se apresuró a decir algo apenada por eso, acercó sus manos a donde había golpeado desbloqueando los puntos mientras gruñidos del azabache no se hacían esperar. —Es solo que estaba distraída—

El oji-onix miró como ésta tomaba su mano entre las propias de ella para brindarle masajes que apaciguaban su dolor, era alguien muy atenta y eso de alguna manera le fascinaba, las mejillas de Hinata se cubrían con una leve capa de su típico rubor natural que aparecía en situaciones en las que se sentía muy apenada, extraño para una mujer con ya dos hijos pero para él le resultaba increíblemente tierno, no se cansaba de mirarla en silencio; después de todo siempre fue un observador, como era de esperarse los comentarios de los aldeanos no se hicieron esperar murmurando cosas como que entre ambos había algo o que por esa razón el Hokage se la pasaba únicamente en el trabajo, iba a tomar a la Hyuga del brazo para irse pero cuando vió que ella ignoraba todo eso, como si sólo fueran ellos dos, prefirió hacerlo también; su imagen había sido dañada innumerables veces por lo que eso poco le importaba pero ella era un ser muy puro además de ser la primera dama de Konoha al ser la esposa del Séptimo. No había notado lo bella que se encontraba con un vestido blanco que resaltaba aún más su pureza, de nuevo no podía creer como esas chaquetas podían ocultar tanto la figura reservada de Hinata, por Dios, es que incluso ahora con vestido se le notaban incluso más grandes que la ultima vez que los vió, alejó sus ojos de esa zona para seguir inexpresivo, se centró en la calidez que desprendían las manos de ella y la suavidad de su tacto.

—Sasuke-san... Quería volver a integrarme como ninja de Konoha y... Quería saber... ¿Podría usted entrenarme? He perdido práctica— Murmuró enrojeciendo por la vergüenza de admitirlo, la que en su momento había sido la heredera del Clan Hyuga perder algo como ello era bastante deplorable, o así lo veía.

—Hmp.— Fue todo lo que dijo el Uchiha pero ella sabía que significaba un sí, por lo que una sonrisa amplia se formó en sus labios.

New BeginningDonde viven las historias. Descúbrelo ahora