Capítulo 26

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Varias semanas había pasado con exactitud desde que aquélla bomba había terminado de separar a la família Uzumaki-Hyuga. El día en que Himawari se había enfrentado a Naruto llegó a casa entre lágrimas y sollozos junto a un Boruto sombrio, Hinata había intentado calmar a sus hijos mas no se esperaba que todo aquéllo terminara de esa manera, ella podía enfrentar la situación pero ver a sus pequeños romperse frente a sí era algo que ninguna madre soportaría.

En la segunda casa del Séptimo las cosas se hayaban tensas, Naruto se encontraba revolcandose en su propia culpa, Boruto siempre había sido difícil pero lo amaba y su pequeña... Oh, una niña tan comprensiva como lo era su pequeño girasol era difícil de encontrar, sin embargo había logrado que su niña lo despreciara, amaba a Tenaki y a su Tenten pero eso no quitaba que dejara de amar sus primeros bebés, debido a eso peleaba seguido con la castaña ya que según ella había dejado de ser el radiante Uzumaki que la cautivó, lo peor es que no podía discutirlo puesto que extrañaba a sus hijos y aunque le costara admitirlo, también extrañaba la compañía de Hinata, no como esposa; si no como una amiga.
Y eso estaba apagando la brillante y contagiosa sonrisa del Hokage.

Apesar de todo, no todo era malo, los Uchiha se habían acercado mucho a la família Hyuga-Uzumaki, tanto que ya podía decirse que eran una família... Real.
La pequeña Sarada estaba realmente feliz de poder pasar tiempo con su madre biológica, la Haruno no podía creer lo que se había estado perdiendo por la envidia y la codicia de todo, de vez en cuando sufría en silencio; llorando por las noches por sus errores pero Lee la ayudaba muchísimo a superar aquéllo, entre el cariño que le daba su hija y el apoyo que le brindaba su amigo poco a poco iba sanando.

Sasuke finalmente había podido acercarse más a Hinata, le parecía fascinante la voluntad de aquélla mujer, cómo siguió adelante por sus hijos y cómo intentaba siempre compensar lo sucedido con muestras de afecto que podían ser normales pero para él; no tanto.
Allí se encontraba otra vez, observando la delicadeza con la que la Hyuga arropaba a la pequeña Himawari, su suave voz tarareando una canción que podía jurar lo estaba adormeciendo incluso a él, el gesto de su mano al colocar un mechón detrás de su oreja le había parecido tan elegante, toda Hinata era como una especie de personificación de la delicadeza y la elegancia, la sonrisa sutil y misteriosa en su rostro, sus mejillas que se encontraban con un leve rubor debido a que estaba consciente de su presencia allí. La vió levantarse e ir hacia el de una manera lenta, quizá avergonzada, no estaba seguro, observó aquéllos ojos perlas tan preciosos como la mismísima luna y una vez que la tuvo enfrente la tomó por la cintura con cuidado, como si fuera a romperse.
Atraído como un imán depositó un beso en los suaves labios ajenos, fue lento, tranquilo pero tan profundo que despertó cada centímetro del cuerpo de la Hyuga.

Hinata tembló ante la sensación que le causaba el Uchiha, no pudo evitar pensar en lo mucho que le había ayudado desde que todo aquél caos empezó, se mantuvo con ella y su familia, la había sostenido en sus momentos más débiles e incluso se había abierto ante ella, no era como Naruto que hablaba de todo, Sasuke era silencioso, reconfortante, sabía que contaba con él siempre y eso le brindaba una seguridad increíble, aspiró el aroma del azabache una vez que se separaron, todo él se había colado en su ser, en su corazón, borrando todo rastro lastimero que había causado el Uzumaki.

Sasuke había encargado de sanar cada herida de su corazón, en ése momento en el que estaban yendo a su habitación su mente divagó a la primera vez que lo conoció, atractivo pero con un aura tan imponente que la intimidaba y ahora allí estaba, frente a ella, depositando besos cálidos en su cuello que causaba dentro de ella un revoltijo de sensaciones placenteras, ¿el se habrá dado cuenta de lo mucho que había influido en ella? ¿de todo lo que causaba en ella?
Lo besó, esta vez fue más apasionado, las manos de Sasuke recorrieron el cuerpo de la Hyuga con deseo pero sin apresurarse, quería reclamarla suya en ése momento pero no quería que lo recuerde como un momento de calentura cualquiera, quería borrar todo rastro de las caricias de Naruto, quería que él sea el único en su mente pero no sabía que ya lo había logrado. Poco a poco fueron despojándose de sus ropas, la recostó sobre la cama con delicadeza tomándose un tiempo para admirarla, no podía creer que aquél ángel se estaba entregando en cuerpo y alma a alguien tan mortal como él, continuó con su labor dejando caricias en cada parte de su cuerpo deleitándose con los suspiros y jadeos suaves que le regalaba su acompañante.
Un rastro de besos fue dejado en el cuerpo de Hinata que no pudo evitar retorcerse con desesperación al sentir como iba llegando a su centro, fue allí cuando vió la sonrisa maliciosa en el rostro de Sasuke antes de hundirse en ella, gimió dejándose llevar mientras el jugaba con ella, su lengua la torturó lamiendo alrededor de su botón de placer causando que ella se excitara aún más.

—S...Sasuke-kun, por favor...

Rogó entre gemidos, el Uchiha introdujo dos dedos dentro de la mujer mientras empezaba a moverlos, saboreando el momento que tanto había esperado, sintiendo tanto en sus dedos como en su boca como ella se iba mojando cada vez más, la Hyuga tuvo que sostenerse de las sábanas por la nube de placer que se encontraba dejándola sin aliento, gruñó frustrada una vez que el azabache paró.

—Dime qué quieres, Hyuga.

Ordenó con voz ronca y Hinata pudo jurar que podría correr con sólo esas palabras, intentó articular algo pero estaba tan extasiada que no pudo responder, gimió nuevamente en cuanto Sasuke volvió a penetrarla más profundamente con sus dedos. Lo observó con ojos suplicantes mientras alcanzó a articular.

—P...Por favor, te quiero dentro.

El miembro del azabache se endureció más como si fuera posible ante esa vista tan erótica, sacó sus dedos de la mujer para lamerlos causando un sonrojo más fuerte en la mujer.
Sin dejarla esperar más ya que tampoco podía aguantar demasiado, finalmente se unieron esa noche.

Cuando habían acabado ambos quedaron exhaustos por lo que Sasuke los tapó a ambos mientras le brindaba caricias suaves en la espalda a Hinata que yacía rendida y sin habla, por fin habían liberado lo que sus cuerpos tanto les había rogado a ambos, la chica se dio vuelta permitiéndose abrazar al Uchiha antes de cerrar sus ojos. Este no se inmutó y sólo siguió con sus caricias, la piel de su mujer era tan suave que no se cansaba de tocarla, toda ella era maravillosa.
Por un momento agradeció que el idiota de su mejor amigo se hiciera a un lado ya que le permitió la oportunidad de experimentar lo que se sentía una familia completa. Quería a Boruto y Himawari como si fueran suyos, se había encariñado más de lo que les iba a admitir a esos mocosos, Sarada era su pequeña a pesar de que no le demostrara mucho afecto y Hinata... Bueno, ella había llegado para ser su luz, tan cálida y reconfortante, lo había sacado de su soledad.
Un movimiento detuvo sus pensamientos de manera abrupta, miró hacia abajo encontrándose con la linda sonrisa de Hinata, esa que era tan soñadora y no se cansaría nunca de admirar.

—Nose si sea el momento indicado para decirlo... Pero gracias por todo Sasuke-kun, creo que yo lo amo.

Aquélla declaración lo tomó desprevenido, había logrado descolocarlo, se esperaba cualquier cosa menos una declaración de amor, su corazón se había acelerado pero su expresión neutra no había cambiado, sin embargo no hacia falta que lo hiciera porque en la posición en la que se encontraba Hinata podía escuchar sus latidos, para ella eso fue suficiente respuesta y cerró sus ojos entregándose a los brazos de morfeo.
Para cuando el Uchiha salió de su ensoñación sólo pudo esbozar una sonrisa leve mientras enrredaba un mechón del cabello azul marino de la Hyuga en su dedo.

—Tambien yo, Hinata.

Respondió bajo sabiendo que ya no lo escucharía, se acomodó recostándose mientras abrazaba a su mujer dejando que un sueño profundo lo envuelva.

Pero la Hyuga en ése momento había esbozado una sonrisa aún con sus ojos cerrados.

¿FIN?




[Nota de la autora]
Holaaaa, quería agradecerles por tanto, esta historia la empecé como un impulso de idiotez y que pensé que no llegaría ni a los 1k de lecturas.
Estoy orgullosa de la historia y de todo el apoyo que ha estado recibiendo a pesar de dejarla en hiatus tanto tiempo.
No esperaba terminar la historia tan pronto pero tampoco quería dejarla sin un cierre, la razón del porqué puse el "fin" es que nose si vuelva a actualizarla y quería dejarles algo bonito como "final"
De verdad no me alcanzan las palabras para agradecerles todo esto 💞
No planeaba actualizarla pero se me hizo injusto de mi parte, muchas gracias mis personitas preciosas por haber seguido hasta acá, los adoro.
Quizá no sea la última actualización pero no quiero prometer nada.
Por favor cuidense y de nuevo, gracias.

Rocio se despide uwu/
Pdst: intenté escribir lemmon pero soy un asco, perdón por un posible último capítulo tan kk ;;

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