Baekhyun vive una vida totalmente diferente de su gemelo Baekboom, el cual siempre que sucede algo, desaparece. Y por ello el mundo termina descubriendo la existencia de Baekhyun.
El cual siempre termina por arreglar los desastres de su hermano.
A...
Al otro lado estaba con una mano tendida en el aire como si fuese a llamar a la puerta, Chanyeol.
-Llegaste... -Susurre.
-Hey. -Saludo saliendo de su estupor.
-Bueno, creo que será mejor que me vaya. -Jongdae paso por mi lado, sentí su mirada. Se detuvo a unos paso de Chanyeol. -¿Como estas? -Saludo y se fue.
-¿Mal momento? -Pregunto rascando su nuca.
-No, tuvimos un pequeño desacuerdo. ¿Recién llegas? -Pregunte asustado.
-Si, disculpa la tardanza es que Junmyeon quiso arrastrarme a beber con él. -Rio lentamente. -¿Nos vamos? -Se puso de lado dándome paso para salir.
-Claro. -Cerré, salí al pasillo. -¿A dónde iremos? -lo mire curioso.
-Tu solo sígueme. -Respondió con una sonrisa audaz.
Mientras caminamos no pude evitar mirarlo de pies a cabeza; llevaba un pantalón y zapatillas negras, un buzo gris con tonos negros.
Se veía tan sexy...
¡¿Que?!
Desvié la mirada, no puedo creer que pensara en eso...
-¿Estas bien? -Llamó mi atención.
-Si, solo pensaba en... cosas... -rei nervioso.
-Bien, tengo una idea. -Sonrio picaro.
Tomo mi mano para después guiarme hasta el estacionamiento, creí que íbamos en auto pero cuando se detuvo frente a una Harley lo mire abriendo exageradamente los ojos, prácticamente boquiabierto. Él me miró y rió un poco.
-¿Es tuya? -Solté su mano para acercarme y poder mirar mejor la motocicleta.
-Aquí. -Me extendió una casco que tome inmediatamente.
-Nunca imagine que te gustaran o tuvieras una motocicleta. Y menos una harley.
-He escuchado mucho eso. -Sonrió coqueto subiendo a la moto. -¿Vienes?
Asentí torpemente y con cuidado me subí detrás de él. No quería sujetarme de su cintura pero en una curva aceleró tanto que por miedo a caerme me aferre a él.
El viento que golpeaba mi cara me daba una sensación de libertad que no habia sentido nunca, cerré mis ojos disfrutando un poco más.
-Ya puedes bajar. -le escuche decir con cierta burla en su voz.
Baje de un salto, desvie la mirada avergonzado. -Lo siento.
Cuando fui más consciente del entorno pude ver unas cuantas tiendas y frente a nosotros un restaurante familiar.
-Vamos. -Tomo nuevamente mi mano.
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