36. SEAMOS UNA FAMILIA, JUNTOS

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-Jenny-

Tomo a mi hija y se la doy a Giselle que se encuentra en mi habitación- No salgan de aquí-digo y mi amiga asiente.

Salgo y camino hacia la sala donde ya esta el y Caro. Me paró frente a él y me cruzo de brazos Carolina lo ve con desprecio, pues por el haberse llevado a mi niña le dije toda la verdad a ella, de que el es el padre de mi hija y éramos novios mientras el andaba con ella.

-¡Habla!-dice Carolina- ¿¡Porque nos engañaste?!

-Yo no entiendo de ¿qué hablan?-dice.

Suelto una carcajada amarga.

-Mmm tal vez de que cuando estabas conmigo estabas con ella-su expresión cambia a sorpresa y desesperación- de que nos engañabas a ambas.

-Mientes...-masculla.

-Tu, mientes, acepta que eres un maldito mujeriego-me acercó y él traga grueso.

-¿Y si lo soy que?-eso me hizo hervir.

-Lárgate.

-¿Que?

-¡Qué te largues, maldita sea!-el se levanta y sale por la puerta- Lo siento, por no decirtelo antes-le digo a Carolina.

-Tranquila yo también me lo hubiera guardado- se va también.

(...)

Llevó a Astrid a la guardería y le advierto a los profesores que un hombre llamado David pinto no puede llevársela y les deje una foto. Manejo hasta la empresa y me voy a la oficina saludo a Carolina y ella repite mi gesto.


Carolina se tuvo que ir porque su madre enfermo, Natalie me habla y yo no la escucho hasta que:

-David tiene a tu hija-dice.

-¿Qué?-levanto la voz.

-Mentira era para ver si me escuchabas-la golpee en el brazo y seguí trabajando- pero el pidio que fueras a su oficina-ni loca voy.

-No iré.

-Bien.-se encoge de hombros. Sigo con mi trabajo hasta que una compañera de trabajo me dice que David me llama.

-No iré.

-No es una pregunta, es una orden-ruedo los ojos y me voy a la oficina de ese engendro.


Entró- ¿Qué coño quieres?-digo con todo el veneno de mi ser.

-Cierra con seguro-dice y niego- ¡Que lo hagas!-brinco y lo hago.

-¿Que quieres?

-Seamos una familia, juntos-suelto una carcajada amarga.

-Ni lo pienses.

-Pero ya lo hice-me guiña un ojo.

-Me hiciste mucho daño-digo.

-Y me arrepiento...-se acerca a mi.

-¿Como creerte?-digo.

-Porque...yo te...-tocan la puerta.

-¿Señor?-me volteo y él me toma del brazo pegándome a el con una mano en mi cintura.

-Piensalo-me dice en un susurro muy cerca de mi cara- por favor...-suena torturado, asiento y el me suelta.

-¿Señor?

-¿Si?

-Los inversionistas ya llegaron.

-Ok llevelos a la sala de juntas-se escuchan los tacones de la mujer desaparecer por el pasillo.

Salgo de allí son mirar atrás, vuelvo a mi puesto y le cuento todo a mi mejor amiga.

-Lo siento-dice.

-No te preocupes-sigo trabajando.

(...)

Al llegar a casa con Astrid, me llega un mensaje, al revisarlo veo que es el y abro el mensaje.

-¿Lo pensaste?, las quiero ver.

-No lo he pensado

-¿Puedo ir?

Mi hija necesita a su padre, necesito dejar el odio que tengo hacia él, han pasado 3 años debo dejar de odiar.

-Si, puedes venir-mando y cambio a mi niña a un vestido de casa y yo me coloco mi pijama negra hasta las rodillas con una bata de color morado.


Tocan la puerta, abro.

-Hola, linda ¿puedo pasar?

Dejó de respirar.

Mi jefe es un PlayBoy [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora