Capítulo 10

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—No me toques— apartó la mano del mayor.

Jongdae llevó una de sus manos hacia el cuello de su camisa para intentar aflojar aún más la corbata y de paso intentar desabrocharse la camisa también. Él tenía los ojos cerrados y la boca entreabierta, olía un poco a alcohol y estaba bañado por una fina capa brillante, es decir, sudor. Y era normal, se había llevado horas y horas bebiendo como si no hubiera un mañana.

Ella le miró con un poco de dificultad pues siendo sinceros, estaba siendo jodidamente sexy pese a la circunstancia. —Sólo hazme el favor de quedarte ahí, deja de darme más trabajo—

Tras decir eso, ella se marchó de la habitación y fue directamente al sofá del salón, cogiendo antes un par de mantas, hacía un frío tremendo. No tenía ni siquiera ganas de ducharse, ni de ponerse el pijamas, estaba agotada.

Aún no podía creerse lo que estaba pasando, su ex jefe, el que le había arruinado una parte importante de su vida, se encontraba borracho y durmiendo en su propia cama.

Al día siguiente, despertó un poco tarde de lo habitual, era normal después de una noche como la anterior. Se levantó perezosamente preguntándose el por qué estaba allí, por un momento se le había olvidado todo, pero en cuestión de minutos recordó absolutamente todo lo ocurrido. Suspiró profundamente y se arregló un poco antes de volver a la habitación.

Tras ello, entró en la habitación encontrándoselo aún dormido. Se acercó a él y le dio un toque en el hombro.

—Eh, despierta— volvió a repetir la acción anterior pero él en cambio sólo frunció el ceño quejándose. —¡Jongdae! ¡Maldita sea despiertate!— gritó malhumorada.

En segundos logró darse cuenta de lo que sucedía. Jongdae estaba literalmente jodido. Tocó su frente y efectivamente sus teorías eran ciertas, posiblemente su salud había empeorado la noche anterior y ahora le pasaba factura.

—Te tenías que poner enfermo precisamente ahora, ¿no? Cada vez te odio más.

(__) cogió un paño mojado y comenzó a secar el sudor mientras el termómetro hacía su trabajo. Jongdae abrió los ojos en segundos y la miró sin decir nada, cosa que ella ignoraba por completo. Segundos después cogió el termómetro y vio su temperatura, 38.30°, fiebre.

Estuvo así todo el día, hasta que anocheció. Faltaban un par de horas para ir a trabajar y (__) estaba refrescandole antes de irse. Él tenía un mejor aspecto, le tomó la temperatura y la fiebre había bajado bastante, tenía 37°. Deslizó el paño hasta su cuello y él se desabrochó un poco más la camisa, hasta el abdomen.

—Si no te importa...— susurró Jongdae.

(__) se detuvo y le miró. —Si tienes fuerzas para desabrocharte los botones, también tienes para hacer esto tú solo—

—¿Acaso no puedes acabar lo que has empezado?— añadió con una voz suave y con una leve sonrisa "inocente".

—Eres un completo gilipollas.

(__) pasó el paño por todo su torso aún sabiendo que la estaba mirando. La situación la estaba poniendo un poco nerviosa pero intentó no mostrarlo. No le dedicó mucho tiempo más y se alejó de él, dejando el paño sobre una mesa cercana.

—Me voy a ir a trabajar pronto, quiero que te marches de aquí en cuanto vuelva... demasiado me debes por haber perdido un día por tu culpa.

—Y te lo agradezco.

—No Jongdae, no quiero nada tuyo, ni siquiera un simple "gracias"— suspiró. —Ahí tienes una pastilla para el malestar— señaló la mesita de noche. —Y en la cocina un par de sándwiches, volveré tarde.

Después de eso, (__) se marchó de casa a pesar de no estar segura en dejarlo solo... no tenía otra opción. Mientras tanto, Jongdae optó por tomarse una pastilla por lo que se levantó de la cama y la cogió. Fue a la cocina a por un poco de agua y al volver a la habitación no pudo evitar mirar los alrededores.

Sobre el escritorio habían varias libretas, entre ellas su diario. Jongdae sonrió al no esperar tal cosa y en un principio decidió respetar su intimidad pero por otra la curiosidad lo mataba.

Cogió la libreta y se sentó al borde de la cama echándole un ojo. La mayoría de las cosas eran maldiciones hacia él, cosa que le hacía gracia, pero a medida que iba avanzando, las cosas cambiaban. Jongdae se tomó la lectura un poco enserio al leer alguna que otra fantasía con él mismo.

Hubo una que destacó, y además fue la causa de la detención de la lectura. Jongdae dejó el diario en su lugar correspondiente y suspiró profundamente.

Las horas pasaron y (__) estaba por llegar. Kai no había ido y las cosas estaban algo más relajantes que el día anterior. Cuando volvió a casa suspiró ya que sabía lo que tocaba a continuación. Jongdae estaba sentado en el sofá del salón y la saludó, pero no recibió lo mismo.

—Tienes un aspecto mejor del que pensaba. Voy a darme una ducha, cuando salga quiero volver a estar sola así que lárgate cuanto antes.

(__) fue al cuarto de baño, cerrando la puerta tras ella. Jongdae en cambio no se marchó. Sabía que lo que iba a hacer sería su sentencia de muerte pero aún así su conciencia le tentaba a hacerlo. Se levantó del sofá y caminó hasta la puerta del baño. Antes de entrar se quitó los zapatos, los calcetines y el reloj.

En cuestión de segundos entró en silencio. La ducha ocupaba un gran espacio horizontal al final del baño, había un espacio para la entrada y salida pero también estaba dividido entre pared y cristal. Jongdae se atrevió a entrar dentro de la ducha regalando un buen susto a (__) al encontrarse de espaldas.

Inmediatamente la ropa quedó unida en su propia piel e incuso se podía ver transparencia al ser una camisa blanca. El cabello perdió todo su volumen ante el contacto con el agua.

—¿¡Qué cojones haces aquí!? ¡Joder fuera!— gritó enfurecida intentando ocultar su cuerpo.

Jongdae no respondió, simplemente trató de acercarse a ella, cosa que no era fácil pues se lo impedía como podía.

—¡Déjame de una puta vez! ¡¡Vete!!

Jongdae siguió ignorando sus advertencias y consiguió acercarse hasta el punto de lograr besarla aún siendo consciente de su desnudez. (__) ante la impotencia no pudo evitar sollozar.

—No te haré daño, tranquila— comentó Jongdae posando sus manos a los laterales del rostro femenino.

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¡Hola~! Quizás me odiareis después de leer esto pero me siento más tranquila avisando antes.
La semana que viene estaré bastante ocupada y creo que me resultará será imposible actualizar.

Aún así procuraré escribir poco a poco en los ratillos de respiración (si es que tengo). Os quiero❤ y ya saben que me gusta mucho ver sus opiniones en los comentarios~ ❤❤

EL JEFE | Chen y tu | 🔞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora