Capítulo 34. FINAL

746 55 11
                                    

Jongdae no tardó mucho más en reaccionar, sus labios tras tanto tiempo volvieron a unirse. El primer beso fue un simple roce de labios, un simple hola, un simple te echaba de menos. El segundo ya fue más intenso, con más ganas, sus lenguas se unían, se buscaban, y se tocaban.

Las manos de Jongdae comenzaron a recorrer su cuerpo, a acariciar su pecho..., momento en el que despejó su ropa de cintura hacia arriba. Ante él volvían a aparecer esos bonitos pechos, los cuales no pudo hacer más que besar, morder, lamer, volver a meterse el pezón en su boca para complacerla.

Jongdae aprovechó la ocasión para guiarla hasta que la espalda de la chica contactó con el escritorio. Cada vez estaban más excitados y sus manos, mientras se besaban, recorrían todo su cuerpo. Descendió una de sus manos hacia el inicio de su pantalon y poco a poco se deshizo de él. Acto seguido su mano entró en contacto con su intimidad; introdució un dedo y comenzó a masturbarla de la forma más lenta e intensa posible. (__) mordió su propio labio levemente.

Ella no se quedó atrás, desabrochó rápidamente su camisa, botón a botón. Bajó sus manos hacia su cinturón, y seguidamente llegó el turno de la cremallera. Ella se detuvo por unos segundos y él apartó la mano de su intimidad.

-Hazlo- ordenó Jongdae con una voz totalmente estable. (__) sonrió un poco nerviosa y tomó la iniciativa. Nunca pensó en estar así con él. Poco después, ambos estaban sólo en ropa interior. -Ven- cogió su mano y la guió hacia su cómoda silla en la cual se sentó. -Siéntate encima mía-

(__) le hizo caso y se acercó a él lo más que pudo, sentía perfectamente lo cuan duro que estaba su pene. Ella empezó a mover su cuerpo como si estuviera follándole mientras se besaban. Cada vez era más intenso y rápido. Esa excitación le llevó a quitarse de encima y a deshacerse de su única ropa interior. Acto seguido se agachó ante él, apoyando sus rodillas sobre el suelo y por último, su mano se apoderó de su pene.

Movía su mano con suavidad, a la vez que le dedicaba una mirada inocente mientras su mano subía y bajaba, cada vez más intensamente. Se inclinó y primero besó la punta de la polla, la acarició con la lengua, le dio una par de lengüetazos y pasó a metérsela en la boca. La devoraba. La acariciaba por completo con la lengua hasta que se detuvo en seco. Jongdae lucía jodidamente perfecto, una cara de satisfacción y placer inimaginable.

Jongdae se levantó y la ayudó a situarse encima de la mesa. A penas tenía cosas ahí, aunque aún si lo tuviera, no le importaba en ese momento. Le quitó la ropa interior y comenzó a besar su cuerpo hacia su punto de deseo; su lengua recorría, lamía, hacía círculos y mordía su intimidad, cada vez con más intensidad. Así siguió hasta que llegó a tener un gran orgasmo.

Poco a poco ella se bajó de la mesa pero apoyó en ésta medio cuerpo, de espaldas a él. Jongdae sonrió con brevedad y unió su cuerpo totalmente al suyo; besaba y mordía suavemente su cuello. Situó correctamente el miembro en su entrada, enterrándolo dentro de ella poco a poco y muy suave, mientras le contaba la historia de la fantasía sexual (que leyó hace tiempo) a su oído.

Ella llegó a sorprenderse al oír aquello, no había olvidado nada. Por otra parte, esos pensamientos quedaron sueltos en el vacío de su cabeza, pues ahora sólo tenía una cosa en mente..., disfrutar del momento.

Jongdae apoyó ambas manos sobre la mesa mientras se movía lentamente, sentía que estaba un poco tensa, porque le apretaba un poco el pene, así que prefirió mantenerse hasta que se acostumbrase, no quería hacerle daño. (__) era consciente de la falta de algo muy importante, el condón, pero tomaría la segunda opción, es decir, la pastilla.

Poco después, Jongdae comenzó a mover se cadera a un ritmo más considerado, ambos sentían cómo su interior se quedaba vacío y se llenaba al completo en un abrir y cerrar de ojos, a cada embestida. Jongdae pasó a acariciar su espalda y luego a sostener su cintura mientras entraba y salía de ella. La alta temperatura era ya presente en ambos.

En el momento que vio y sintió cómo temblaban sus piernas, cambió la posición pues ante todo quería que estuviese cómoda y estable. Así que simplemente dio unos pasos atrás y se sentó en su cómoda silla esponjosa aún sin salir de su interior y manteniendo la posición.

-El control es todo tuyo- susurró cerca de su oído antes de besar la zona.

(__) se mordió su propio labio inferior y comenzó a moverse de arriba hacia abajo, apoyando ambas manos sobre los brazos del asiento para facilitar el movimiento. Jongdae dejaba salir leves jadeos y en ocasiones, quejidos placenteros, en cambio, (__) gemía constantemente.

Ambos estaban pisando el deseado orgasmo, Jongdae se incorporó al sentir que estaba llegando el final, por lo que rodeó su cintura con los brazos con el fin de unir su pecho a su espalda, envueltos en una fina capa de puro sudor.

-Vamos, (__), sólo un poco más, nena- gruñó.

Ella entreabrió su boca y cerró los ojos en el momento que lo escuchó hablar; una voz que erizó su cuerpo y desencadenó el orgasmo. Jongdae tragó saliva y apretó su mandíbula. En cuestión de segundos sintió el conocido cosquilleo sobre abdomen inferior, avisando de que estaba apunto.

Jongdae apretó un poco su manos, situadas en el cuerpo ajeno, y eyaculó junto a un grave gemido; el líquido salió en instantes, acogiendo su interior y envolviendo sus pieles. Jongdae descansó poniendo su espalda sobre el asiento y (__) poco a poco salió del interior y se situó encima suya de una mejor forma, apoyada sobre su pecho e intentando normalizar la respiración.

-¿Cuándo habrá un segundo round?- bromeó (__).

-En cuanto te vea con el uniforme puesto- comentó con sinceridad y siguiendo con la pequeña broma.

-Vaya..., tengo un jefe muy impulsivo- murmuró sonriendo. Luego, le miró. -Haré una pequeña "fiesta" con los chicos, debería de disculparme con ellos por todo-

-Oh..., ¿en qué lugar?- preguntó Jongdae.

-En tu casa, tú también estás implicado en todo esto- dijo muy segura de sus palabras.

Jongdae echó unas risas. -Está bien, está bien..., vaya secretaria más mandona- murmuró lo último.

-Hagamos algo- hizo una breve pausa. -Aquí haré todo lo que me digas, porque al fin y al cabo, tú eres mi jefe..., pero en casa yo seré quien lleve las riendas-

Jongdae sonrió de medio lado. -Trato hecho, (__), será divertido trabajar contigo-

❘ ❙❙ ❘ ❙ ❚ ❚ ❙ ❘

¡Hola! Antes de nada, muchísimas gracias por haber estado leyendo esta historia hasta su fin, muchísimas gracias por todo. Me entristece bastante, pero he disfrutado con todxs vosotrxs. GRACIAS.

Espero que os haya gustado. Podéis seguir leyendo historias que aún están activas, échenle un vistazo. ~

💙💙💙

EL JEFE | Chen y tu | 🔞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora