Capítulo 25

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—¿Volveremos a verte?— preguntó Chanyeol, entristecido por la reciente noticia.

—Los tres tenéis mi número de teléfono, mantendremos el contacto— respondió (__). —Realmente agradezco vuestra amistad— sonrió leve, despidiéndose de todos.

—Oye, toma, llevatelo— Kai le entregó un pequeño llavero con el logotipo del pub.

(__) se marchó más triste de lo que pensaba. Volvió a su casa y durmió hasta el nuevo amanecer. Despertó a una hora decente, pero decidió visitar a Jongdae por la tarde, por lo tanto, aprovechó el tiempo mañanero para hacer las maletas decentemente. Transcurridos unas horas más, comenzó a prepararse para la ocasión; tampoco se motivó mucho, una vestimenta casual estaría bien.

19:20h. (__) salió de su hogar y se dirigió a su antiguo oficio, la empresa Kim. Cuando llegó, apresuró el paso hasta llegar a uno de los ascensores y esperó un ratito para llegar a la planta superior. Pero antes de llegar, el ascensor se detuvo y alguien entró, una persona, de hecho, lo conoció hace un tiempo, si no mal recordaba, su nombre era Taehyung. Éste entró y mantuvo el silencio mientras seguían ascendiendo.

—¿Todo bien?— preguntó (__) mirando al frente.

Él asintió. —Nuestro jefe no nos permite hablar con personas que no pertenece a la empresa, lo siento—

Ella echó una carcajada. —¿Tan severo se ha puesto?—

Taehyung, un poco impaciente por mantener una mínima conversación, no aguantó mucho más y rompió la regla con un gran suspiro. —Me he llevado todo el día sin decir una palabra, aún me acuerdo de ti— declaró. —Es muy duro con todos nosotros últimamente... soy un mero novato en este oficio pero he oído que antes no era así—

—Y me pregunto por qué será— murmuró irónicamente.

Tras unos breves minutos, al fin llegaron a la planta deseada, Taehyung se despidió de ella antes de marcharse. (__) caminó hacia el ya conocido despacho de Jongdae. Habían muy pocas personas ya que quedaba poco para cerrar la oficina, aún así, ella se dispuso a ir hacia su objetivo con paso firme. Una vez delante de la puerta, cerró su mano en forma de puño y golpeó ésta un par de veces, esperando alguna respuesta desde el interior.

—Adelante— pronunció Jongdae sin apartar la mirada de los papeles que tenía delante suya. —Cierra la puerta— añadió de igual forma. Jongdae lucía sin chaqueta, tenía desabrochado un par de botones de su camisa blanca, podía verse perfectamente la clavícula y un poco de su pecho. Alzó la mirada habiendo antes dejado el bolígrafo sobre la mesa. Realmente se sorprendió al ver quién sera, pero no mostró ninguna expresión por ello. —¿He hecho algo que te ha vuelto a molestar?— preguntó irónicamente alzando una ceja.

(__) tragó saliva y negó un par de veces. Acababa de darse cuenta de que no sabía cómo empezar. —He dedicido irme de esta ciudad... voy a irme del país— tensó la mandíbula desviando la mirada.

—¿Y?— respondió rápidamente. —¿Sólo has venido para decirme tal cosa? La puerta está justo detrás tuya— añadió volviendo a lo suyo.

(__) se mordió la lengua internamente. Era el momento ideal para darse la vuelta y no ver más a Jongdae en lo que le quedaba de vida, pero por alguna razón se quedó ahí, frente a él, de pie y cabizbajo, esperando alguna gilipollez. Sin embargo, Jongdae la ignoró completamente hasta que era la hora de irse de la oficina. Él se levantó de la silla y suspiró profundamente, mirándola.

—Has estado 1 hora de pie, ¿qué quieres?— rompió el silencio.

—¿No vas a decir nada?— contestó (__), algo inquieta.

—¿Qué quieres que te diga? ¿Que tengas un buen viaje? ¿Que te cuides? ¿Que no te olvides de mi? ¿Que no te vayas de aquí? Por favor (__), sé un poco más realista— comentó mientras se acercaba a ella hasta estar cara a cara.

Ella permaneció en silencio sin apartar la mirada en ningún momento a pesar de querer hacerlo. Jongdae parecía más adusto que de costumbre. —Sehun y yo no tuvimos sexo en ningún momento, sé que te lo encontraste antes de ir a mi casa y que tuvisteis una discusión de… ¿celos?— argumentó un tanto insegura por la simple penetrante mirada que el contrario le proporcionaba.

—Gracias por hacermelo saber... pero no tuve celos en ningún momento, para eso hace falta quererte.

(__) tensó su mandíbula. —¿qué cojones estoy esperando?— se preguntaba una y otra vez mientras centraba su visión en los oscuros ojos masculinos. —¿Por qué estoy esperando a que haga algo? Joder... ¡di algo! ¡Maldita sea!— (__) apartó la mirada mordiendose su labio inferior automáticamente. No creía lo que sus impulsos la incitaban a hacer, pero lo hizo. Se armó de valentía y terminó por abrazarlo fuertemente, cubriendo su rostro en su pecho además de cerrar los ojos de igual forma.

Jongdae, sorprendido, no supo cómo reaccionar al instante. —¿Qué diablos haces?— susurró aún sin devolverle el abrazo.

(__) se separó rápidamente y se marchó de la oficina en menos que canta un gallo. Sus mejillas lucían un color carmesí y las lágrimas estaban al borde del abismo a causa de la impotencia. Sentía mucha vergüenza y quería irse de allí cuanto antes, ¿acaso sentía algo por él después de todo? Pulsó el botón del ascensor y esperó su llegada, el simple hecho de saber que sólo estaban ellos dos solos la hacía sentir aún más nerviosa.

Mientras tanto, Jongdae había recogido sus cosas y salido de la oficina. Llegó al ascensor justo cuando las puertas estaban a punto de cerrarse, (__) sabía que era él y ni siquiera se dignó a mirarle, seguía cabizbajo. En cambio, Jongdae entró, permitiendo así que las puertas se cerraran correctamente, dejó su maletín sobre el suelo del ascensor y terminó dando un último paso hacia ella, capturando su rostro con ambas manos y forzando un profundo beso.

—Después de bajar las 30 plantas se acabó todo— susurró claramente rozando sus labios.

EL JEFE | Chen y tu | 🔞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora