Crazy In Love ➵ Nammin

28

Al día siguiente, Namjoon había llevado a Jimin a un pequeño rincón apartado de la zona.

-¿Dónde estamos hyung? - preguntó con ternura mirando el lugar.

-Me enseñaste tu sitio especial el otro día, ahora quiero enseñarte yo el mío - lo miro con una amplia sonrisa que fue devuelta por el menor.

El rubio miró atento el lugar fijándose más en todos los detalles, era un sitio tranquilo, después abrazó a Namjoon.

-Gracias - algo dentro de Jimin se removió al ver que el mayor había confiado en él para enseñarle ese lugar.

-No tienes que agradecerme nada pequeño - acarició las suaves hebras rubias del menor.

-Te quiero Joonie - levantó la vista encontrándose con la mirada de Namjoon.

-Y yo a tí cielo - besó la cabeza de Jimin correspondiendo al abrazo -Ven - tomo suavemente la pequeña mano del menor para tirar de él hasta quedar sentados.

Jimin puso su mano en la pierna del más alto dando pequeñas e inocentes caricias mientras Namjoon la miraba atento con una pequeña sonrisa.

-¿Sabes? Pensaba que esto iba a ser mejor idea - una pequeña risa se escapó de sus labios - Pero este sitio no es bonito.

Jimin lo miró con tristeza.

-Claro que es bonito hyung- intentó animarle - y lo importante es el significado que tiene para tí y que me lo hayas querido enseñar - añadió sonrojado - significa mucho para mí.

El castaño sin poder evitarlo plantó un corto beso en los labios de Jimin.

-Ahora soy yo quien te da las gracias - acarició la mejilla contraria con una sonrisa tímida plasmada en su rostro.

-¿Por qué?- el menor ladeó levemente la cabeza confundido.

-Por todo - apoyó la frente en la de Jimin - se que puede parecer que voy muy rápido pero... sería un honor para mí que aceptases ser mi novio Park Jimin - el nombrado abrió los ojos sorprendido - Entiendo que no quieras... - fue interrumpido por los labios del menor.

-Claro que quiero - dijo cerca de sus labios para después volver a besarle.

Namjoon lo envolvió en sus brazos sonriendo y llenó de besitos la cara del rubio.

-No sabes lo feliz que me hace oír eso - dijo sonriendo, Jimin le devolvió la sonrisa acurrucándose en su pecho.

El más alto empezó a acariciar el pelo de Jimin con una sonrisa tonta sin darse cuenta de que poco a poco, el rubio se había empezado a quedar dormido de nuevo entre sus brazos.