Monday And Santana Suspect.

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La semana libre de Kurt pasó volando, entre su trabajo, gastando otro poco de su tiempo en dormir un montón pero sobretodo pensando en Blaine... en él y en esos tres pero íntimos besos cuál escenario ya había repetido en su cabeza más veces de las que llegaría a admitir alguna vez en voz alta.
Pero aparte de sólo considerar lo bien que todo se había sentido y como aún tenía la ligera sensación de esos labios algo resecos sobre los suyos, otra cosa que ocupaba su mente era si aquellos besos serían alguna cruel clase de broma o apuesta hecha con esos tontos amigos que tenía, o si realmente lo había besado porque él y sólo él había querido. Estaba totalmente fuera del conocimiento de Kurt que Blaine también tenía fuertes sentimientos hacia él.

La semana dio comienzo con un lunes bastante normal, las típicas burlas a cómo estaba vestido y también las amenazas, agradeció mucho que no lo metieran en el basurero porque justo se había puesto sus pantalones blancos favoritos.

Sin embargo, no tuvo tanta suerte porque al segundo receso recibió el típico granizado que al menos una vez por semana terminaba en su cara. Esa era la peor parte de todo, su rostro y todo el tratamiento de hidratación que hacía por la mañana se iba al demonio, y el frío era simplemente insoportable.

Kurt se encontraba con la cara llena de pequeños fragmentos de hielo, caminando hacia el baño más cercano cuando al pasar por fuera del aula de biología, escuchó la voz de Rachel peleando con...¿Blaine?

— ¡Mi amor! ¿Dónde estuviste después de la fiesta? No te vi y pensé que te quedarías a cuidar a tu linda novia... — "seh, linda y borracha" pensó Kurt mientras se escondía detrás de la puerta expectante, quería escuchar qué clase de mentira diría Blaine. Sólo esperaba que fuese lo suficientemente buena como para no meter a ninguno en problemas.

— Lo siento mucho cariño, me fui a la casa de Jeff y estuve con él hasta entrada la tarde— bueno, al menos el tipo no era un idiota y sonaba bastante convincente para ser una mentira recién hecha.

— Oh, comprendo. Es sólo que estaba un poco preocupada, me dijeron que fuiste de los últimos en irte y cómo no quisiste quedarte en mi casa. Además, de lo poco que recuerdo es que estuviste gran parte de la fiesta hablando con ese maldito ho... — de pronto la voz de la chica no fue más audible, y Kurt totalmente curioso se asomó aún más para poder ver qué ocurría aún si el escenario era un poco obvio.

Blaine Anderson y Rachel Berry besándose de la forma más asquerosa posible, con lengua y ruidos raros incluidos. Asco.

Kurt mentía si decía que ver aquello no le había dolido aunque fuese un poquito.

La campana sonó justo en ese momento pero a la parejita de tórtolos no pareció importarles para nada porque no se separaron ni un poco.

Kurt apartó la vista ya sin poder aguantar más comenzó a encaminarse a cuál había sido su objetivo principal hace menos de 5 minutos; el baño.
Su propósito se vio interrumpido cuando vio que justo en su dirección venía la maestra de la clase de Biología, con su típico ceño fruncido y sus libros de más de 2.000 páginas.

Diablos, quedaría con el corazón algo roto y además mojado y con la ropa pegajosa. Este no era su mejor día.

— ¿Se puede saber a dónde se dirige cuando ya ha tocado el timbre, señor Hummel? Si no me equivoco tiene esa clase conmigo, ahora.

"Aish, que vieja tan pesada".

— ¿Le molesta si voy al baño a limpiarme esto? — señaló su ropa con un par de marcas color rojo, prueba de que ese maldito granizado de fresa había sido totalmente real — No demoraré.

La maestra levantó 5 dedos en señal de que sólo esperaría 5 minutos antes de cerrar la puerta y no dejarlo entrar hasta que terminase la clase. Lo agradeció con un grito mientras corría buscando algún baño. Cuando lo encontró se sacó la camiseta que traía puesta, se limpió lo mejor que pudo y sacó de su mochila una nueva prenda. Siempre traía una de repuesto, pues casi siempre tenía que hacer uso de ella.

One More Night 〝 Klaine. Completa〞  ↓𝘌𝘕 𝘌𝘋𝘐𝘊𝘐Ó𝘕↓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora