Lagun - Albalia

Capitulo XVIII. La Mari

NATALIA's POV

Sentí como el sol golpeaba mis ojos, como todas las mañanas pero esta vez la resaca me podía mas y evidentemente el mal humor también. Cogi un almohadón y me tape la cara con el soltando un gruñido alto, trataba de desperezarme pero no podía fue tanto así que volví a quedarme dormida.

Senti algo húmedo en la mano, cosa que me sobresalto bastante y me senté en la cama de golpe dándome cuenta que era Lagun, me había quedado dormida con el brazo colgando fuera de la cama y mi cachorro no había desperdiciado la oportunidad de despertarme. Me quede sentada por unos minutos tratando de poner en orden mi cabeza antes de levantarme y empezar mi día, era domingo y no tenia trabajo acumulado por lo que podía tomarme el día tranquilamente.

- Buenos días gordo.- Lagun me miraba contento y eso me puso de buen humor.

Me levante finalmente, fui al baño a asearme y salí de la habitación con el objetivo de ir a desayunar pero al llegar a la sala como si un balde de agua helada cayera sobre mi recordé todo lo que había pasado anoche, había tenido una noche horrible y Alba había venido a casa...

- OH POR DIOS ALBA.- Grite sin darme cuenta y mi cabeza dolió al instante.- Mierda, resaca.- Me agarre las sienes y las apreté.

Dios había echado a Alba de casa en plena madrugada, me sentía fatal ya que no habia sido mi intención por nada en el mundo pero no podía tenerla aquí en ese momento, no podía dejar que me viese desmoronarme de esa forma.

- Debo enmendar esta mierda ahora mismo.

Volví a la habitación, abrí el guardarropas y cogi unos jeans negros de cintura alta, una camisa con rayas color vino suelta y unas mules negras, me deje el pelo desarreglado porque se veía bien y solté la camisa por delante para luego salir nuevamente, cogi las llaves deje comida y agua a Lagun y me dispuse a bajar al estacionamiento.

- Buenos días señorita Natalia.- Saludo cariñosamente el guardia al verme.

- Buenos días Alfred.- Le respondí con una sonrisa para luego subirme al coche.

Al subir quise revisar mi movil antes de salir y recordé que Miki lo tenia, Miki idiota pensé. Ya luego iría a su casa a matarlo y recuperar mi movil. Ahora lo importante, Alba.

Habia llegado rapido ya que el trafico estaba tranquilo, al aparcar el coche en la acera me entraron nervios que se suponía que le diría, ni siquiera sabia si iba a recibirme digo la eche de mi casa siendo de madrugada y peligroso OH DIOS y si por mi culpa le paso algo, no me lo perdonaría jamas. Así fue como me quede dentro del coche unos 10 minutos creándome escenarios en la cabeza hasta que tome valor, me puse unas gafas de sol y salí para adentrarme al portal del edificio de Alba.

- Buenos Dias!.- Fue lo primero que oí al entrar.

- Buenos Dias.- Respondí al recepcionista que estaba con una sonrisa cálida detrás del mostrador.

- Le puedo ayudar en algo?.

- Pues.- Recordé que la verdad no sabia cuál era el apartamento de Alba.- Vengo a ver a Alba.- Dije un poco insegura.- Alba Reche.- Termine y el agrando más su sonrisa, parecía conocerla.

- Oh! Albita.- El apodo salió de su boca con mucho cariño, definitivamente le conocía.- Es el apartamento 36C dijo y cogio el teléfono a lo que supuse iba a avisarle a la rubia por lo que lo detuve de inmediato.

- Lo siento.- Dije ya que había saltado a por el.- Es una visita sorpresa.- Mentí y el pareció creérselo por lo que me dejo pasar y tomar el elevador, bueno mucha mentira no era ya que ella no sabia que venia pensé.