Capitulo XXX. Joan

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ALBA's POV

Su voz resonaba en mi cabeza, pero no tenía el valor suficiente para voltearme y enfrentarla.

Sabia que no podría permanecer mucho más tiempo en esta posición, cuando escuché su voz todo dentro mío tembló.

No quería pensar que le estaba mintiendo, porque no lo hacía pero quien dice que ocultar algo no es sinónimo de mentir.

- Alba?.- Volvio a hablar y sentí como las lágrimas amenazaban con salir pero debía ahogarme con ellas para no desmoronarme.

- Ahora?.- Salio de mi boca con una ansiedad bestial. Ella hizo una mueca automática y levantó la ceja confundida.

- Es mal momento?.- Pregunto aún así tranquila.

Miré a Maria que simplemente tomaba tragos lentos de su chocolatada, podía notar que quería ayudarme pero al mismo tiempo sabía lo que ella pensaba al respecto.

Debía contarle las cosas a Natalia a pesar del miedo, a pesar de mis largas excusas que siempre terminaban en el hecho de que prefería no decírselo para no lastimarla aunque  en verdad solo fuera miedo a perderla.

- Vale, creo que es mejor que yo me vaya.- Se levantó Mari poniendose la chaqueta azul que llevaba anteriormente.- No me mires así Alba.- Volvio a hablar y yo me sorprendí ante eso.

- No es necesario Maria.- Hablo Natalia con suavidad y apesar de que todos mis sentidos sentian la necesidad de mirarla no pude.

- Créeme Nati.- María hizo una pausa para mirar en mi dirección y amenazarme con la mirada.- Es necesario.

Dicho esto, cogio su bolso que reposaba en la silla continua a la suya y dio unos pasos.

- Coge valor tía.- Dijo al voltearse y conectar miradas conmigo.

No pude con el cansancio, no aquel cansancio físico que sientes luego de haber estado mucho tiempo entrenando sino aquel cansancio emocional, al comienzo lo confundes con el físico hasta que todo dentro tuyo comienza a sentirse diferente, sientes como todo fluye con lentitud y prefieres estar solo que con otras personas porque de alguna manera eso te ayuda.

Agotada de todo recosté mi cabeza sobre mis brazos cruzados en la mesa.

- Albi.- Hablo Natalia.- Cariño, que tienes?.

No respondí, quería con todas mis fuerzas saltar a sus brazos y saber que no me odiaría.

- He hecho algo que te ha molestado?.- Pregunto con un tono de voz dudoso.- Lo siento si... Albi lo siento.

Y no pude aguantar más, escuchar su voz a punto de quebrarse porque pensaba que era ella la culpable, cuando era todo lo contrario.

Levante finalmente mi cabeza y pude ver en sus ojos dolor, similar al que estaba sintiendo yo pero con un significado diferente.

FlashBack

Era sábado por la tarde, esperaba a Maria en la sala viendo Netflix sola. Natalia había viajado a Barcelona por unos asuntos de trabajo el día anterior y aún no habiamos podido hablar.

Lagun - AlbaliaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora