Capitulo XVII. Recuerdos

2.2K 72 10
                                    

NATALIA's POV

Cerre la puerta y caí al suelo detras de esta, con ambas piernas por mi pecho abrazándolas como si no hubiese de otra. Me sentía débil, una vez mas había ganado y se apoderaba de mis pensamientos.

El causante de toda la mierda en mi vida, tenia nombre obvio que lo tenia pero mi cabeza se había prohibido volver a decirlo, por todo lo que eso significaba y aunque había pasado tiempo no estaba preparada para escucharlo.

- No lo hagas Natalia.- Me decía en susurros mientras sostenía las lagrimas que amenazan con salir.- No le des el puto gusto.

Los recuerdos iban y venían como olas que me pegaban fuerte en la espalda, esas olas que te dan miedo al verlas y luego al sentirlas sabes porqué.

Estuvimos mucho tiempo juntos, al comienzo fue una relación arreglada por nuestros padres, nos convenía estar juntos, les daba mas credibilidad a los negocios de ambas familias y tuvimos que aceptarlo, no nos quedaba de otra. Luego de un tiempo comenzamos a sentir atracción el uno del otro y decidimos intentarlo de verdad de todas formas no parecía una tarea difícil, lo más importante ya estaba ahí.

- La peor decisión de mi vida.- Escupí con rabia al recordar como todo empezó.

Al comienzo todo era genial, salíamos y nos divertíamos. Descubrimos que teníamos gustos en común y también algunos amigos, fueron varios meses nuestros padres estaban mas que felices al ver que de verdad estábamos juntos. Yo era una niñata estupida, llena de curiosidad e inseguridades pero tu te la apañabas demasiado bien y sabias siempre que decir o hacer para tenerme a tus pies.

- Cómo pude ser tan putamente idiota.- Para este momento ya no era dolor, sino rabia y odio.

Un año y medio, y ya estaba colada por ti, embobada hasta los huesos y lo sabias, eso te daba poder y amabas esa sensación te hacia sentir tan superior a mi y meses después comenzaste a demostrarlo.

Teníamos eventos importantes a los que íbamos por nuestros padres, elegantes y siempre cuidando cada paso que dabamos, debíamos ser perfectos ante todos. Era agotador y aparentemente mas para ti que para mi, o tal vez solo aguantabas menos de lo que lo hacia yo. Al terminar esas reuniones o fiestas salíamos juntos con nuestros amigos y la pasábamos bien, nos servia para despejarnos y dejar atrás la presión siempre era así y nos funcionaba.

- Me pintaste la mejor obra de tu vida y terminaste siendo la peor basura que he conocido.- Sentía un sabor de decepción y rabia en los labios, me levante del piso y fui al balcón. Necesitaba aire.

Después de cierto tiempo comenzaste a actuar diferente, yo no lo entendía pensaba que estabas cansado y nada mas. Ya no me tratabas como antes, eras descuidado y un poco agresivo, en las fiestas me cogias siempre demasiado fuerte y eras posesivo de una manera poco agradable, quise pensar que solo tenias miedo a que me fuese pero no era así, simplemente comenzaste a verme como un objeto y aparentemente así tratabas a los objetos.

Eras agresivo conmigo, acostumbrabas a gritarme y hacerme sentir siempre tan pequeña mientras tu te inflabas cada vez mas y mas a una velocidad impresionante. Comence a tener miedo pero no quería decir nada porque te amaba y como dije era una niñata estupida. Me hacías daño, lo físico comenzó en la intimidad y lo tome como algo normal, te gustaba y yo quería que te gustase por ende me acostumbre y al final de alguna forma me gusto también.

- Dios, te pégate tan fuerte, me marcaste de la peor forma.- Cansancio, era lo que sentía. Cogi una caja de cigarros y el mechero para prenderlo.- Gilipollas.- Dije antes de meterlo a la boca y meter todo el humo que podía hasta los pulmones.

Un dia te escuche hablar con un amigo tuyo, uno que no era de nuestro grupo y no lo conocía de nada aunque me habian hablado de el, no fueron cosas buenas en absoluto. Iba a llamar a la puerta porque no me gustaba cotillear pero justo antes de hacerlo hablaste de mi y lo que dijiste me dejo helada.

- Es solo una niñata mas, mis padres me obligan.- Tu amigo rio a lo bajo y continuaste.- Es una estupida, se piensa que la quiero.- Fue cuando reíste tu y yo me sentía morir.

- Pero te la follas bien?.- Pregunto tu amigo con morbo que daba asco.

- Jo tio, ni te imaginas.- Ambos rieron cómplices.- Es brutal, ahora me la follo de una forma que uf, no te lo explico porque te calientas.- Escuche como chocaron las manos, como festejándolo.- A veces me imagino que se lo hago a otras chicas pero bueno, tampoco esta mal.- Y no aguante mas, entre de golpe y tu cara de espanto era gloriosa.

Comencé a gritarte y empujarte, tu no hacías nada porque no estábamos solos y yo lo aproveche, comencé a pegarte el pecho con dolor y odio pero hiciste que tu amigo nos dejara solos y actuaste como lo hacías desde hace ya un tiempo. Me cogiste fuerte de las muñecas parando los golpes y me miraste con tanta rabia que me dio miedo pero luego relajaste tus facciones. Me dijiste mil cosas bonitas nuevamente, que solo dijiste esas cosas para quedar bien con aquel amigo tuyo y te creí, te creí como muchas veces mas después de esa.

- Debí dejarte en ese puto momento.- Di una ultima calada al cigarro y lo apague en el cenicero.

Otro año paso, no todo era malo. A veces te comportabas como al principio y yo era feliz, pero otras te descargabas y yo solo queria esconderme y desaparecer hasta que estuvieses bien. Hasta que llego el día que no aguante, habias llegado de una fiesta e ibas ebrio y ciego eran las 4:00am yo estaba dormida y decidiste que querías estar conmigo pero yo no quería, fue ahí cuando me obligaste y lo peor paso.

No parabas y yo estaba demasiado frágil, quería morir y no sabia que mas hacer fue en ese momento que saque fuerzas de donde no tenia y cogi el vaso de agua que tenia en la mesita de luz como pude para luego reventártelo en la cabeza, estabas demasiado mal que ni siquiera sentiste dolor pero yo si, yo sentía que cada parte de mi dolia. Pense en dejarte ahi y que te desangraras pero no pude hacerlo, aun te amaba de una forma necesitada y agobiante así que llame una ambulancia y luego a mi padre, no dejaba de llorar y eso le asusto por lo que después de 15 minutos estaba en la puerta del departamento, apenas abrir la puerta me tire encima de el y me deje atrapar.

Le conte todo, ya no podía cargar con tanto, me había dado cuenta que no era bueno y deje el miedo de perderte atrás. Mi padre la paso fatal y se sintió culpable por haberte puesto en mi vida en primer lugar, y yo también lo pensé así después de un tiempo pero decidí aceptar que no fue culpa suya, sino mía por haberte dejado entrar tanto y alejarme.

Las cosas no terminaron como yo queria, desde luego los negocios no podían romperse y no pudimos levantar cargos en tu contra por culpa de ellos. Nuestros padres decidieron resolver las cosas por lo bajo sin que nadie se enterase pero se encargaron de mandarte lejos, y prohibirte acercarte a mí otra vez.

- Gracias.- Susurre mirando al cielo, y deje escapar una pequeña sonrisa.- Gracias por darme otra oportunidad.

Recordar todo eso de nuevo me había agotado, pero al mismo tiempo descubrí que de alguna forma me había ayudado porque ya no me sentía débil sino mas fuerte que nunca, había sido el peor capitulo de mi vida y luego de el me prohibí a mi misma confiar nuevamente en alguien, para hacer eso mas fácil no volví a desenvolver sentimientos por nadie y estaba bien así, hasta que apareciste tu Alba. 

-----

Bueno pues, aqui esta un poco del pasado de Natalia y el porqué de sus barreras. Iba a partirlo en dos capitulo pero decidí que era mejor así. 

Luego me dejáis saber si os gusto o no. 

Segunda cita para el siguiente capitulo, desayuno o paseo por la plaza?

Lagun - AlbaliaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora