Capítulo 2: Es más fuerte que yo y encima es mi hermano

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Mamá ya estaba acostumbrada a todo esto, en mi anterior escuela, era rara la semana que no recibía un castigo por meterme en problemas así que no se sorprendió mucho cuando se lo conté. Sin embargo yo sí que estaba sorprendida, Will debería de ser bastante influyente ya que el director enmudeció cuando se dio cuenta de quién era, de hecho ni si quiera me había castigado, sólo me dijo que tratase de no meterme en más peleas. A pesar de cómo había terminado el día, estaba bastante contenta, tenía miedo de que Paula se asustase de mí después de lo sucedido pero parecía bastante emocionada porque la hubiese defendido, aun así no le hablé de mi fama de delincuente por si acaso.

Al día siguiente fui al colegio preparada para todo. Si esa chica era tan influyente como decían, seguro que estaría preparando una venganza. Cuando entré en clase Paula estaba esperándome contenta y no sólo ella. Había un pequeño grupo rodeando mi pupitre que me miraba emocionado. Parece ser que Paula no era la única a la que Andrea molestaba, sin quererlo, me había convertido en la heroína de un extraño grupo de chicos y chicas que ahora no querían separarse de mí. Aunque fuese un poco molesto, también estaba contenta, de alguna forma había conseguido un montón de amigos en muy poco tiempo.

Todos eran simpáticos y parecían adorarme, por lo visto, nadie se había atrevido a enfrentarse a Andrea nunca.

-¡Eres bastante fuerte!- me dijo uno de mis nuevos amigos. Se llamaba Yuto y parecía el más normal del grupo, era un chico moreno y simpático.

-¿A ti también te molestaba esa chica?- pregunté incrédula, él parecía bastante fuerte.

-Bueno no ella… es por culpa de Leo.

-¿Quién es Leo?

Paula me señaló al idiota de ojos azules que de nuevo me miraba de forma extraña. Me puse un poco nerviosa cuando nuestras miradas se encontraron “¿Pero qué le pasa?” pensé de nuevo.

-Leo es el presidente del club de Karate- dijo Yuto- yo también estaba en el club pero él consideraba que no era lo suficientemente fuerte y me echó.

-Sus padres tienen mucho dinero y hacen grandes donaciones al colegio, prácticamente se podría decir que son los dueños de la escuela así que hacen lo que quieren- explicó Sara, otra de mis nuevas amigas.

-¡Esos niños ricos son lo peor!- repliqué molesta.

La mañana fue bastante agradable, congenié enseguida con mis nuevos amigos pero había algo que me molestaba. Ese tal Leo. Fuera donde fuese allí estaba ese idiota mirándome mal. Quizás Andrea fuese su novia y estaba cabreado por lo de ayer. Como si me importase.

Yuto me caía realmente bien y era bastante guapo, sentía que me ponía un poco nerviosa cuando hablaba con él. Yo siempre había estado rodeada de chicos pero ellos me llamaban jefe y se pegaban entre ellos. Yuto era distinto, era un chico amable y sincero y no me trataba como la jefa de una banda, sólo como una chica normal. No podía evitar ruborizarme cuando sonreía. Entonces tuve una idea genial. Si ese idiota de Leo era el presidente del club de karate podía arreglar las cosas de una forma fácil. Mi padre me había enseñado cuando era pequeña y aunque fuese un chico dudaba mucho que pudiese ganarme. Si peleaba con él podría conseguir que readmitiesen a Yuto y de paso que dejase de perforarme con la mirada. A fin de cuentas, yo siempre arreglaba todo de esta forma.

Así que cuando terminaron las clases me inventé una excusa para escabullirme, me presenté en el club de karate y me fui derecha al tipo de ojos azules que me miraba sorprendido.

-¡Tú, pelea conmigo!

-¿Qué?

Los demás chicos del club se echaron a reír. Eso me cabreó bastante.

Estoy enamorada de mi hermanoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora