Estaba cara a cara con el tipo que le había pegado una paliza a mis amigos y me había medio secuestrado, escuchándole decir que le gustaba. Y yo que pensaba que con la versión cariñosa de Leo no podía ver más cosas raras en esta semana.
-¿Te está molestando?- dijo una voz a mis espaldas.
-¡Yuto! Ehhh supongo que sí- contesté sorprendida.
Yuto miró a Tanaka de forma amenazante.
-Mejor vámonos- le dije cogiéndole del brazo.
No podía olvidar que aunque era un idiota rubio podía pelear con Leo a la par.
-¿Cómo has estado?- le dije sonriente- no hemos hablado desde la boda.
Recordé también que en la boda Leo había montado otra escenita de psicópata controlador y me sonrojé avergonzada. Yuto pareció leer mis pensamientos.
-Sí, una boda muy intensa- dijo riendo- Nada nuevo por mi parte, aunque tú si tienes cosas que contar ¿Verdad?
Yo suspiré.
-Algo así…
No me apetecía nada hablar de Leo con él.
-¿Estás bien?- me dijo mirándome preocupado.
-Sí… es sólo… que no se me dan bien estas cosas, supongo.
-Ya veo, puedes noquear a tres tipos en un momento pero los temas amorosos te dan problemas, lo normal.
Los dos reímos un buen rato. De verdad que era fácil hablar con Yuto.
-¡Oh, es verdad! Vamos a ir a sitio nuevo esta noche ¿Quieres venir?- le pregunté.
-Hmmm, no sé si es buena idea May. Si Leo también va puede acabar mal.
Era verdad. Estúpido Leo. Yuto me acompañó a la parada del autobús. Le había dicho a mi hermano que volvería con las chicas, aunque al final habían salido un poco raras las cosas, cuando llegué a casa Leo me estaba esperando.
-¿Me explicas porqué estaba el cabrón ese esperándote a la salida?- me preguntó amenazante.
¿Dónde fue el Leo cariñoso? Quizás debiese llevarle a un psiquiatra a que le mirasen esos cambios de humor.
-¿Cómo voy a saberlo? Está loco- dije intentando evitar el tema.
-¿Yuto también?
Oh mierda. ¿Por qué tuvo que verme con Yuto también?
-Es mi amigo, no empieces- respondí cansada.
Él se acercó a mí y sujetó mi cara con una mano mirándome desesperado.
-¿Qué voy a hacer contigo?- me dijo enfadado.
-¡Ya dije que no es mi culpa!
Me lo quité de encima enfadada y me fui a la cocina antes de que viese que me había sonrojado. Pensé que iba a besarme otra vez. ¿Ya se acabaron los besos? Por, Dios todo esto iba a volverme loca.
Volví con una cerveza y me dirigí a mi cuarto, parece ser que el Leo que no se separaba de mí había durado dos días.
-¿Vas a salir esta noche?- me preguntó desde el sofá.
Parecía más calmado así que cambié de idea y me senté a su lado.
-Creo que vamos al mismo sitio que vosotros.
Él asintió y me pasó el brazo por los hombros. Otra vez estaba nerviosa.
-¿Mamá y Will vuelven mañana no?-dije intentando sentirme menos incómoda.
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Estoy enamorada de mi hermano
Teen FictionMay es una chica un tanto distinta. Su padre la enseñó a pelear desde pequeña, en su colegio era la líder de una pandilla y todos la temían, a causa de eso, nunca tuvo novio. Tras la muerte de su padre, su madre retoma el contacto con un antiguo nov...