capitulo 4 (corregido)

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Lucía apretó fuertemente sus puños antes de dar un sólo pasó alfrente.

-nunca, y escuchame me bien, ¡nunca seré tuya!- gritó fuertemente como si quisiera que estas Palabras se quedarán grabadas en su mente.

- en serio?- dijo el levantando una ceja, este acto le pareció atrallente y a la vez tan pero tan familiar, como si lo uniera visto mil veses de la misma persona, él.

Confundida sacudió su cabeza, que estupideces nunca se habían conocido.

-alejate - dijo ella antes de levantar su puños dispuesta a atacarlo

-wolf ya déjala, la estas atosigando lo único que lograrás es que te coja odio- la mujer de cabellera rubia hizo acto de presencia hubicabose al lado de él hombre alto y al parecer siempre mal humorado
-bien- dijo este alejándose
-lo siento cariño el a pasado por muchas cosas, trata de tenerle pasiencia- la mujer parecía calmada y algo nostálgica
-pasiente?, entenderlo?, creo que usted no entiende, ¡me está secuestrando!- dijo alarmada, es que acaso aquí nadie entendía su situación?.
-ya tranquilizate - dijo uno de los gemelos de manera relajada- tomalo como unas vacaciones- este se giró de medio lado mientras sostenía un muslo de pollo en su mano sus ojos bicolor brillaban emocionados
- Lucía cierto?- dijo el otro gemelo, ella sólo asintió para que este prosigiera- el alf ...digo Wolf sólo quiere lo mejor para ti, si vuelves a esa ciudad te mataran- la piel de la chica perdió varios tonos de color y no era como si su piel nivea fuese oscura..

-¿qué?¿porque?- pregunto ella
- no lo sabemos, pero el te salvó debes estar agradecida - dijo rápidamente antes de seguir comiendo para nuevamente parar - así que deberías ser más cortés y cooperar- Lucía se sintió terrible al oir esto.

Pensaba que eran gente loca, pero ahora se sentía mal por haberlos juzgado de una manera errónea.

-lo siento- dijo avergonzada- mi nombre es Lucía, lucia warcor north - dijo antes de acercarse nuevamente al comedor y sentarse donde antes la mujer la había puesto

-mucho gusto Lucía - la voz del gemelo de ojos bicolor fue un poco extraña como sarcástica - mi nombre es Adán y este de aquí es Luis el segundo al mando - lucia fruncio su ceño al escuchar esto
-¿segundo al mando ?- pregunto, la Palma de Luis sobre callo en la nuca de su hermano causando un ruido un tanto estruidente para luego suspirar y mirarla.

-se puede decir que este pueblo es regido por nosotros, Wolf es el líder y yo su segundo - explicó
- vaya - dijo alucinada
- por cierto lu...lucia hace cuanto tiempo llevas viviendo en tu pueblo - los ojos de la chica se abrieron, no recordaba haberles hablado sobre su pueblo ¿o si?
-amm en realidad hace dos días lo dejé y me vine a vivir por estos lugares - dijo algo incómoda

Los gemelos se miraron entre ellos caminando sus ojos como si se comunicarán entre si con sólo mirarse.

-bueno ya dejen las preguntas para después, come cariño la comida se está enfriando - dijo la mujer sentada a su lado - oh disculpa no me e presentado mi nombre es Marta pero puedes llamarme nana me siento mejor - Lucía asintió mientras la miraba pero rápidamente desvió su vista al plato.

Sus tripas rugieron y su boca empezó a salivar tenía mucha hambre, cogió la cuchara antes de empezar a meter grandes porciones de caldo en su boca como si no hubiera mañana.

Un suspiro salió de sus labios al sentirse satisfecha había acabado con dos platos y estaba más que saciada, apartó su vista del techo para sorprenderse con las cuatro personas mirándola una de ellas Wolf quien había bajado no hacía mucho.

Todos ellos tenían sus ojos abiertos al igual que sus bocas.

-¿que ?- dijo ella confundida
-¿en serio tenías hambre ?- dijo Adán - no demoraste ni tres minutos e terminar- la chica lo miro incrédula, él sólo exagerada como rayos iba a terminar tan rápido.
-tonterias - dijo ella, un carraspeo la hizo fijarse en él, sus ojos parecían ver su alma y eso la afectó de mil maneras no sabía si buenas o malas.
- Luis debemos patrullar el perimetro- dijo Wolf con voz firme
- yo quiero ir - dijo Lucía emocionada por salir
- no -fueron sus palabras
-¿porque no?- dijo acercándose a el desafiante
- por que no y punto- dijo inclinandose hacía abajo mirándola a los ojos
- no eres ni mi padre ni mi jefe para mandarme a si que te jodes, voy con ustedes quieran o no- una carcajada inundó el ambiente haciendo que los dos protagonistas mirarán al gemelo fulminante.
-lo siento es que no lo pide evitar- dijo secando una lágrima que recurría por su mejilla- se ven tan tiernos hacía mucho que no veía esto - dijo levantándose de la silla- vamos enana yo te llevaré a si estos dos trogloditas no quieran - los ojos de Lucía brillaron al oir esto empezaba a caerle bien Adán
- no ¡eh dicho que no!- la voz de Wolf se escuchó algo distorsionada y ronca, lucia se asustó de inmediato corriendo detrás de Adán ocultandose de él, este al ver su reacción se calmó e intenso acercarse pero se abstuvo- no quiero que estés en peligro- fueron sus palabras antes de salir de casa.
-sera idiota - dijo el gemelo de ojos bicolor- ya tranquila el no puede hacerte daño ni con una pluma el hombre tiene corazón de oso - dice antes de girar y darle la cara
-te lo dije trata de comprenderlo el sólo quiere lo mejor para ti- dijo Luis antes de salir
-vamos te llevaré a dar una vuelta yo te protejo, esos dos son unos amargados - dijo para después coger su mano
-esperen hay - nana se cruzó de brazos en el marcó de la puerta impidiendo su pasó
-vamos mama no seas así - Lucía abrió sus ojos al escuchar como la llamaba, aquella mujer de piel de porcelana sin una arruga y buena figura que aparentaba sólo tener treinta y tres años ¡era su madre !.
-nada de mama, sabes que no pueden salir sin antes llevar comida - Lucía parpadeeo confundida, ¿no los iba a detener?, el gemelo sonrió mostrando su deslumbrante sonrisa
-gracias ma eres la mejor - dijo dándole un beso en la frente
-tomen y de pasó llevarle estos postres a Rocío - el chico asintió antes de tomar la canastilla y salir arrastrando a Lucía con sigo.

El sol la obligó a cerrar sus ojos antes de acostumbrarse y quedar alucinada con lo que veía, todo a su alrededor era tan campestre, las casas eran echas en madera y ladrillo pero sus colores eran llenos de vida colores claros y alegres, todas las casas eran rodeadas por flores y pasato.

Lucía giró mirando la casa en la que se encontraba minutos antes, era enorme podía suponer que era una manción tenía dos pisos y era de un color caoba al igual que las demás era rodeada por flores de distintos color.
-¿vamos? - pregunto el gemelo a sólo tres pasos de distancia, ella asintió antes de seguirlo.

Las calles eran habitadas por distintas personas pero todas ellas tenían ese mismo brillo extraño como si algo en ellos fuera distinto esto hizo que Lucía se sintiera más intrigada, los niños y niñas corrían alegremente por las calles como si ningún mal los asechara o preocupara.

-aqui es - dijo el gemelo entrando a una pequeña tienda.

Lucía tocó con sumo cuidado las vajillas se veían tan costosas y finas.

-adan que gusto en verte - la voz alegre de la mujer la distrajo ocasionando que uno de los platos calles al suelo y se quedrara
-¡lo siento!- dijo agachandose y recogiendo los pesados, un quejido salió de sus labios al cortar su dedo.

-hay no!- una chica salió del interior de la tienda antes de acercarse a Lucía -pero que haz echo era una vajilla muy costosa ahora que vas hacer, tienes que pagarla!-grito la chica antes de cogerla del brazo y levantarla con brusquedad
- Lina sueltala- dijo el gemelo acercándose
- la vas a defender!, es una idiota quebró una de nuestras mejores obras y tu como es una chica la defiendes - gritó exasperada
-claro que no sólo que no puedes trata.. .- un rugido lo interrumpió

Todos rápidamente giraron su rostro hacía el bosque de donde provenía aquel gruñido de lobo, lucia miraba con miedo pero los demás veían todo con preocupación.

-maldicion- fueron las palabras del gemelo

Mi Tormento (Kairus) ConcluidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora