Mi Tormento (Kairus) Concluida

capítulo 21 (corregido)

Los truenos relampagearon en el cielo llenos de furia, resonaban en toda la tierra y alumbraba el oscuro cielo mientras bailaban entre ellos antes de caer al suelo ocasionando el fuerte estruendo.

El lobo color negro aullaba debajo de la lluvia mientras miraba al cielo, percibió sólo una vez más la presencia de su amada antes de desaparecer por completo, nuevamente volvió a aullar al cielo antes de que dos lobos igual a el se acercarán y pasarán su cabeza por la de él acariciandolo y consolandolo.

El lobo aullo tristemente antes de caer al suelo y destransformaese revelando su forma humana, uno de los lobos hizo lo mismo antes de cogerlo entre sus brazos cargarlo y llevandolo hacia una pequeña casa entre los arboles.

El hombre lobo recosto al joven en su cama, lo único que hizo este fue encogerse.

La pareja se miro entre ellos antes de abrazar a su hijo, sabían lo duró que era para el perder a su alma gemela habían formado un lazo muy fuerte y su pérdida lo había destrozado.

Un fuerte rayo sonó en el horizonte, antes de que el joven se levantará y corriera hacia la ventana al ver la luz resplandecer cegandolo antes de estingirse.

El joven corrió asta ese lugar ignorando las palabras de sus padres, lo único que quería era volverla a ver.

Nunca espero encontrar el cuerpo sin vida, sus puños se apretaron antes de derramar lágrimas que eran mezcladas con la lluvia al caer al suelo, miro a los dos hombres que la sostenían.

Aún así no le importó saltar sobre ellos, quería sangre, quería matarlos por hacerle daño a su amada.

Uno de los hombres lo atrapó antes de explicarle lo sucedido esto lo destrozo aún más.

Ella había muerto por enamorarse de él.

Se sintió impotente al no haberla protegido, aún así se calló al escuchar las palabras del hermano mayor de su amada.

- Ella volver a nacer- esto sorprendio al lobo quien los miro con desconcierto -aun así será muy tarde para ustedes, tu como lobo sólo piedes vivi mil años- el joven lobo fruncido su ceño - esto no será sufuciente aún así mi hermana te amo y dio su vida por esto, así que yo te daré un regalo que al pasar el tiempo podrá convertirse en una maldición aún así ¿lo aceptas?- el joven miro el cuerpo de su amada lánguido siendo sostenido por su hermano.

Su rostro se veía lleno de paz y tranquilidad, sus labios suaves y rosados ahora perdían color, sus ojos se allana cerrados y su piel blanca y nivea se veía ahora sin brillo.

-acepto- fue su desición final.

El hermano mayor asintió antes de tocar la frente del joven lobo el cual calló al suelo de golpe desmayandose.

Las gotas de agua caían sobre el rostro joven del lobo quien al sentir Las se despertó aturdido, miro todo a su alrededor con desconcierto antes de ponerse en pie.

Los hermanos no estaban y tampoco el cuerpo de su amada, con resignación volvió a su casa donde sus padres lo recibieron con los brazos abiertos.

Varios años después descubrió porque el hermano mayor había dicho que se convertiría en una maldición, todo ser que el quería moría dejándolo sólo.

Las manadas empezaron a crecer ahora en cada poblado habían una o dos, cada vez su raza se extendía al igual que las demás aún así los humanos predominaban y se creían los dueños de todo el planeta así que ellos permanecían ocultos.

El lobo ahora adulto no salió de su manada sino asta 1915 donde se desató un año antes la primera guerra mundial.

Sólo un año después pudo sentir esa conexión que tantos años estuvo esperando su alma desolada se sintió viva después de tanto tiempo pudo ver la luz en medio de la oscuridad y no dudo en poner su vida en peligro sólo para volverla a tener en sus brazos.

Pero vaya sorpresa que se llevó, sólo era una humana y a pesar de sus rasgos distintos podía saber que era ella, no dudo en arrebatarla y llevarla a la Manada donde estaría segura.

A pesar de todos los esfuerzos para hacerla sentir cómoda ella insistía en irse al principio intentaba suicidarse pensando que no merecía vivir si no estaba con su familia.

Rápidamente estos pensamientos desaparecieron al conocer a los pequeños gemelos luna parecía su propia madre cuidandolos y dándoles el biberón, por primera ver la casa se volvió a sentir cálida.

La joven luna empezó a sentirse más a gusto en presencia del hombre lobo ignorante de su existencia sobrenatural, el lobo no quería espantarla al contarle la verdad, sabía como eran los humanos así que prefirió callar.

Con el paso del tiempo fueron afianzando su relación, había confianza y el amor volvía a renacer entre ellos pero como siempre el momento dulce y tierno siempre acaba cuando el mal llega.

El hombre malvado volvió hacer acto de presencia está vez reclamando el otro lado del corazón de la diosa, entre sus manos traía el cristal partido mientras sus monstruos atacaban la Manada del hombre lobo.

Rápidamente lobos vinieron de distintas manadas ayudando a la Manada vecina así pudieron vencer a su enemigo y robar lo que el había quitado.

Gritaron con jubiló en victoria al ver su triunfo pero este fue interrumpido por un grito ahogado, se trataba de la madre de los jóvenes gemelos quien sostenía entre sus brazos el cuerpo de luna, sus ojos miraban el cielo y de sus labios salía sangre mientras sus cabello se tornaban blancos, el hombre lobo asustado miro la perla entre sus manos la causante de todo.

Se acercó corriendo hacia la chica antes de ver sus ojos posados en el.

-mi lobo- dijo ella antes de tragar saliva, los ojos del hombre se llenaron de lágrimas por fin lo recordaba y ahora la perdía nuevamente.

Quiso gritar al cielo por cometer este acto tan cruel, la joven escupió sangre de sus labios antes de que su cuerpo perdiera fuerzas.

El hombre cogio su cuerpo antes de gritar al cielo mientras lágrimas caían por su rostro

Porque su destino tenía que ser tan cruel?...