La Leyenda del Kyubi

Interludio 7: Namikaze(1)

[Konohagakure, Prisión, 11 día antes de los Exámenes Chunin...]

¿Cuanto tiempo había pasado desde que estaba aquí?¿Días?¿Semanas?¿Años?

Él no lo sabía... solo que mientras más minutos pasaban, más odio sentía contra esos dos y todo lo que estaba relacionado a ellos.

"Kushina..." - murmuró Minato mientras entrecerraba los ojos. Frente a él, había una hoja con el dibujo mal hecho de una mujer pelirroja - "Juro que cuando salga de este lugar, vas a desear nunca haberme traicionado..."

"Tienes visita, Namikaze" - dijo uno de los guardias mientras chasqueaba la lengua.

"¡Minato-kun!" - exclamó Midori, quien podía notarse que había envejecido mal por toda la presión que había resistido por todos estos años.

"Midori..." - murmuró Minato mientras levantaba la mirada.

"Minato-kun... pronto saldrás de este lugar" - dijo Midori con una sonrisa mientras le hablaba con cariño a su esposo - "He conseguido ayuda"

". . ." - Minato no podía ocultar la sorpresa que sentía cuando escuchó esto porque nunca creyó que ella lograría hacer algo como eso.

"¿Sorprendido?" - sonrió la mujer. Ella había logrado muchas cosas durante estos años, como por ejemplo, controlar gran parte de las prostitutas del barrio rojo de Konoha, todo gracias al poder que había conseguido en su tiempo al volverse la esposa del Hokage. Fue gracias a esto que ella logró conseguir el método para poder entrar a la Prisión, ya que ella usó unos pequeños secretos sucios sobre algunos altos cargos de Konoha - "No me he quedado quieta, Minato-kun... he estado consiguiendo información mientras estabas encerrado, incluso conseguí algunos contactos con fuerzas externas"

". . ." - Minato asintió a las palabras de la mujer, pensando que tal vez no era tan inútil como pensaba en un principio - "¿De quién se trata?"

"Ese sería yo, Minato-kun" - dijo una voz que conocía muy bien, y era por esto mismo que él estaba asqueado - "Orochimaru..."

"Es un placer verte de nuevo, Minato-kun... veo que la vida te trata bien" - sonrió el Sannin mientras miraba con diversión al Caído Destello Amarillo de Konoha.

"Sigue divirtiéndote con mi desgracias, bastardo" - dijo Minato con frialdad - "Pero no creo que solo hayas venido a eso"

"No... vine a ofrecerte un trato que estoy seguro que te interesará" - sonrió el Sannin Renegado.

"Dime... tengo todo el tiempo del mundo" - dijo Minato con sarcasmo.

"Veo que no has perdido el sentido del humos a pesar de estar encerrado por más de 4 años..." - respondió Orochimaru mientras le daba una mirada llena de desdén - "Como sea, no he venido a bromear contigo, sino a hablar sobre negocios"

"Qué es lo que quieres y que es lo que pides" - dijo Minato con seriedad.

"Lo que quiero, es la muerte de mi sensei, así como la completa aniquilación de Konoha" - dijo Orochimaru con frialdad - "Aunque la segunda puede ser opcional, siempre y cuando la persona que tome el mando, me haga uno que otro favor..."

". . ." - Minato entrecerró los ojos mientras veía como el Sannin lo observaba en silencio.

"Puedo aceptar eso... pero siento que quieres algo más" - dijo el antiguo Hokage mientras entrecerraba los ojos - "Te conozco, Orochimaru... eres de esas personas que no se conforman con lo que tienen y siempre desean más"

"Me conoces muy bien, Minato-kun... aunque eso es obvio, viendo que no es la primera vez que hacemos negocios" - dijo Orochimaru mientras se lamía los labios.