Interludio 8: Menma

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* * * [Luego de los sucesos de la Prisión] * * *

"Bienvenido a nuestra pequeña base de operaciones aquí en los alrededores de Konoha" - dijo Orochimaru mientras veía al chico Namikaze, quien estaba mostrando una expresión apática - "No es la expresión que buscaba"

"No me importa si estamos en una laboratorio. un edificio privado o en un prostíbulo" - dijo Menma con frialdad - "Solo quiero saber el estado de mi madre y cuando empiezo..."

"Bien... sígueme" - dijo Orochimaru mientras caminaba en silencio por las instalaciones.

Menma notó como todos los presentes lo estaban mirando con curiosidad, avaricia y lujuria, lo cual sinceramente lo incomodó.

"Tranquilo, te acostumbrarás con el tiempo" - dijo Orochimaru mientras entraba a una habitación - "Listo, mi trabajo está hecho... ella despertará dentro de poco"

Dicho eso, él explotó en una cortina de humo porque como recordarán, él era un Kage Bunshin.

Menma lentamente caminó hacia donde estaba su madre inconsciente y se sentó a su lado mientras pensaba en todo lo que había pasado.

Mientras más segundos pasaban en su silencio, más furioso se ponía al recordar a su padre - "Clan Uzumaki.... Hiruzen... Konoha... Minato... todos ustedes..."

Él podía sentir como su odio crecía con cada recuerdo que tenía, pero su expresión cambió cuando notó como su madre empezaba a reaccionar - "¿Donde estoy?"

"Okaa-sama..." - murmuró el chico rubio mientras tomaba la mano de su madre.

"Menma-chan..." - murmuró Midori mientras abría los ojos - "¡Tenemos que escapar!¡Tu padre... no, Minato te quiere sacrificar!"

"Lo sé..." - respondió Menma mientras suspiraba con pesar - "Lo vi todo... estuve ahí todo este tiempo... yo mismo decidí sacrificarme y unirme a Orochimaru"

Midori se quedó en silencio mientras abrazaba a su hijo con dolor. Ella no podía creer que las cosas habían cambiado tan rápido.

Ella siempre pensó que cuando ayudara a Minato a salir de la prisión, ellos por fin se vengarían de Kushina y Kurama Uzumaki, para luego poder tener la vida de familia que ella siempre soñó, solo para que la realidad la golpeara fuerte en el rostro. Minato no solo decidió sacrificar a su hijo para poder conseguir lo que deseaba, sino que no se preocupó en lo más mínimo por ella.

"Okaa-sama... Minato... él no solo decidió sacrificarme... sino también a ti..." - dijo Menma mientras le contaba lo que había pasado durante el tiempo que ella había perdido la consciencia, solo para notar como su madre parecía haberse roto mientras las lágrimas corrían por su rostro.

"No..." - murmuró Midori mientras sentía como su mundo se caía a pedazos. Ella solo podía sentir como todo los esfuerzos que había hecho durante estos años, se volvían polvo en el viento, como las memorias de todas las veces donde sacrifico su cuerpo para poder ayudar a Minato, la atormentaban al punto de la locura.

"Okaa-sama..." - murmuró Menma mientras intentaba tomar la mano de la mujer, solo para que esta lo esquivara - "¡NO ME TOQUES!"

". . ." - Menma solo la miró con dolor.

"L-Lo siento..." - murmuró la mujer con una voz quebrada - "Lo siento.... lo siento... lo siento... losientolosientolosientolosientolosiento..."

"Okaa-sama..." - Menma abrazó con todas sus fuerzas a la mujer mientras esta temblaba y repetía su disculpa.

"Hmm... veo que ella está rota..." - dijo una voz desconocida mientras Menma se ponía en guardia. Midori por su parte, solo repetía "Lo siento" como si de un disco rayado se tratase.

La Leyenda del KyubiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora