Capítulo 2

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- ¡Esposita! - gritó y yo me di la vuelta al reconocer su voz.

No pude decir nada. Estaba demasiado emocionada que no salía nada de mi boca.

- No sabes cuánto te extrañé - me dijo y se tiró en mis brazos.

- Yo también - dije saliendo del shock y correspondiendo a su abrazo.

Nos pusimos a llorar como cataratas del Niágara sin vergüenza en medio del estacionamiento.

Estuvimos así por un buen rato, diciéndonos de todo con el gran abrazo que nos dábamos hasta que se escuchó un claxon y nos hizo sobresaltar. Nos separamos y dirigimos nuestras miradas al auto.

- Perdón - nos disculpamos al unísono y luego nos matamos de la risa.

Después de eso, nos subimos al auto de Nathy y le conté todo lo que había pasado desde que desperté. Ella se asombró por lo ocurrido. No la culpo.

Al llegar, mi papá nos abrió la puerta y nos dio un fuerte abrazo a las dos. Mi mamá estaba cocinando. Ellos habían regresado antes para arreglar la casa. Según lo que me contaron, se habían peleado cuando yo estaba en coma; pero que todo se resolvió dejando a la casa desolada aún con el recuerdo de la gran pelea. No querían que la viera toda solitaria.

Entré y me paseé por cada rincón. Mis recuerdos aún no habían vuelto del todo; pero tenía la esperanza de recuperarlos en mi estadía en casa, antes de ir a la universidad en España, la cual había sido pospuesta hasta mi completa recuperación.

Y entonces mi mamá nos llamó a almorzar como solía hacer todos los días; sin embargo, después de almorzar, me embargaron muchas ganas de salir y despejarme por un rato, ya que ya había pasado un buen tiempo desde la última vez que lo hice.

Salí a pasear por el parque cerca a mi casa, después de decirle a mi mamá miles de veces que no me iba a pasar nada, ya que iba con Nathy y ella era capaz de arrastrarme hasta mi casa si hago una locura.

Caminamos y empezamos a hablar de las bandas de K-Pop, de los animes, de los doramas y de los libros, y empezamos a cantar a todo pulmón Spring Day. Desde que escuché por primera vez K-pop me convertí en fan por su música y coreografías; pero solo soy una aficionada y mi historial de música es muy variada a decir verdad.

Nunkkocci tteoreojyeoyo
tto jogeumssik meoreojyeoyo
bogo sipda (bogo sipda)
bogo sipda (bogo sipda)

Copos de nieve caen
Y se alejan de a poco a poco
Te extraño (te extraño)
Te extraño (te extraño)

Eolmana gidaryeoya
tto myeot bameul deo saewoya
neol boge doelkka (neol boge doelkka)
mannage doelkka (mannage doelkka)

¿Cuánto tengo que esperar
Y cuántas noches sin dormir tengo que pasar
Para verte (para verte)
Para reunirme contigo? (Para reunirme contigo)

Estábamos terminando de cantar el coro cuando un pequeño niño castaño se me cruza repentinamente, empujándome un poco, y lo vi dirigirse directo hacia una niña parecida a él que se encontraba justo en medio de la pista donde un camión pasaría a toda velocidad por un mal conductor que no se había percatado de los pequeños.

Sin pensarlo, me lancé hacia el peligro para poder salvarlos, pero no lo pensé muy bien y a duras penas pude cargar a uno con todas mis fuerzas rápidamente. No es que fuera débil, pero la desesperación de hacerlo rápido me jugó una mala pasada y no pude tomar una decisión en ese momento, solo actué. Cuando reaccioné, mi preocupación creció a niveles inpensables y me dispuse a buscar a la niña y ver qué había pasado con ella. Me encontraba al otro lado de la pista y vi a mi amiga asustada por el momento y luego suspirando, sacando una sonrisa al verme sana y salva. A su costado logré distinguir a la niña junto a un chico que, por como tenía al niña, supuse que la había salvado al mismo tiempo que yo y no me había dado cuenta. Lo vi preguntándole si estaba bien y yo, imitándolo, hice lo mismo.

Predestinados Y No PredestinadosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora