Capítulo 8

17 1 0
                                    


Lo miré detenidamente por varios segundos. Algo se sentía muy extraño y cálido a la vez. Hacía que me confunda más y me pierda en ese pequeño mundo confuso y, por alguna razón, peligroso.

— Si me sigues mirando así, me voy a derretir — comentó con una sonrisa inclinando la cabeza que logró distraerme por otro segundo más.

— Es que se me hace raro y algo tenebroso el hablar con alguien a quien no le puedo ver el rostro y que ni siquiera conozco — me excusé rápidamente, pero él solo se rio descubriendo mi muy mal actuada excusa.

Bueno, sí se me hacía raro el hecho de que al intertar ver su rostro mi vista se tornara muy borrosa, pero como sabia que era un sueño simplemente lo dejé pasar. Lo que me tenía confundida era su voz familiar.

— Pues no me puedes ver, porque no te acuerdas de mi. Si quieres puedes crearme un rostro en tu mente y ya no te sentirías tan incomoda hablándole a un "monstruo" — pude notar que lo decía por ser irónico, pero en el fondo le dolía llamarse a sí mismo de tal manera despectiva.

Decidí tomar en cuenta su sugerencia y me acordé de un actor de uno de mis doramas favoritos que creí que iba a quedarle perfecto y listo.

Tenía al hermoso Lee Min Ho enfrente de mí.

— Soy alguien de un dorama, ¿verdad? — comentó con esa sonrisa seductora, creo que de alguna manera ya sabía quién era.

Asentí embobada.

— Parece que ahora soy irresistible para ti — se acercó un poco y me tensé.

— Por favor, no sigas porque me ilusiono — dije exageradamente poniendo mi mano derecha sobre mi pecho para luego reírme de la situación, tratando de evitar su mirada, ya que me ponía nerviosa y eso me hacía reír como desquiciada.

Digo, feo ahorita no es. Por todo lo contrario, ¿Quién se podría resistir a la sonrisa de mi precioso y sexi Lee Min Ho?

A los segundos de haber recuperado un poco de tranquilidad con un suspiro, volví a enfrentarlo pero ya no era él y sus ojos junto con su sonrisa me dieron escalofríos que no supe descifrar.

— Luego te vas a arrepentir de no aprovecharte de la situación — añadió como para convencerme, pero al ver que no logró sacarme ninguna reacción sólo sonrió y se acomodó a mi lado.

— ¿Quién eres? — pregunté consternada. Él había cambiado.

— Que... ¿Acaso no soy tu crush Lee Min Ho? — me preguntó en respuesta con una sonrisa sin entender.

— No — contesté rápidamente — No eres él — Su rostro era el de alguien más, alguien que sentía que debía recordar, pero no podía. Así que acerqué mi mano a su rostro con curiosidad — Eres alguien importante, ¿verdad?

— No, no lo soy — quitó mi mano con la suya y la retuvo con él acariciándola mientras hablaba — No soy nadie y si lo fui alguna vez, no te lo puedo decir.

Seguía con lo mismo.

— Y yo no entiendo por qué.

Negó con la cabeza.

— No podría hacerte daño aún si así me lo pidieras — me acarició el cabello un poco y luego me besó tiernamente en la frente — ya es hora de irte — finalizó algo triste.

Después de un segundo me desperté y era el día siguiente justo a la hora del desayuno; así que resignada, me levanté y me puse manos a la obra.

Pasado el tiempo, a eso de la tarde, me decidí por dar una vuelta para conocer la ciudad un poco más mientras esperaba la llamada de Nathy informándome sobre su llegada.

Predestinados Y No PredestinadosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora