Valeria
Mi mamá no estaba bien. Había tenido una pelea con mi papá debido a la sobreprotección que me estaba dando. Ella me confesó que mi papá tenía muy vigilado mi departamento y no con guardias o espías, sino con cámaras en cada esquina. Esto se debía al accidente que había tenido el año pasado y del cual no se perdonaba del todo. Mi papá siempre fue sobreprotector; pero al menos lo hacía sin que yo lo supiera y sin meterse en mis cosas. Cuando salí por primera vez con Nahy, sé que él me tuvo vigilada con algunos guardias que parecían espías; porque ni los noté. Mi papá no pedía información sobre las conversaciones que tenía, solo quería saber a dónde iba y tener la seguridad de que nada me pase pudiendo hacer algo. Pero, ese día, según lo que me contaron mis papás, no había mandado guardias; porque le exigí privacidad. La verdad es que no recuerdo nada; pero si tuviera que besarme con mi novio enfrente de personas que no conozco y que probablemente le terminen contando a mi papá, preferiría ir sola.
Esta vez, solo tenía vigilado mi departamento con algunas cámaras, lo cual a mi mamá le pareció un gran avance y no le dijo nada; pero me dijo que empezó a obsesionarse tanto con eso que hasta tenía horarios de vigilancia: todos los viernes en la tarde y uno que otro sábado. Ahí fue cuando le conté de Kisso y los horarios que habíamos establecido Rodrigo y yo para cuidarlo. Ahora mi mamá pareció comprender la reacción de mi papá y eso la relajó un poco; pero mi privacidad no pareció ser la única causa de su pelea.
Mi papá fue anteriormente un general del ejército muy reconocido por unirse y salir con vida a las guerras que hubo en Afganistán e Israel. Mi mamá era una profesora exitosa amante de los niños con ideas revolucionarias en la educación quien fue a los lugares más peligrosos para cumplir sus sueños.
Era alrededor del año dos mil o menos, cuando mi mamá se paseaba por las calles de París un viernes de Agosto por la noche. Poco tiempo atrás había terminado la universidad y gracias a sus muy buenas notas tuvo la oportunidad de viajar a Francia para empezar a ejercer su carrera como auxiliar en un colegio renombrado. Paseaba por primera vez por uno de esos puentes hermosos llenos de luz cerca de la Catedral de Notre Dame cuando un curioso teniente, que esperaba encontrarse con uno de sus amigos para aprovechar esos pocos días libres que les habían dado, se cruzó en su camino y la vio llorar. Mi mamá siempre ha sido una persona sentimental con respecto a la familia y esa vez había sido la primera en la que se encontraba lejos de ellos. Se sentía sola y a mi papá le llamó la atención, así que empezó a hablarle para hacerle reír. Pasaron los meses y su relación tuvo muchos altos y bajos por el poco tiempo que llevaban juntos: mi papá viajando a otros países con pocas probabilidades de vivir y mi mamá consumida en su trabajo y su nuevo proyecto. Fue en ese tiempo cuando mi mamá conoció a un hombre empresario casado llamado Luis Álvarez con quién hizo una alianza firmando un contrato que constataba el apoyo financiero que éste le daría a la campaña. Juntos empezaron con esta organización que primero empezó como un sueño y que gracias a la alianza se podía sentir muy real. Mi papá al enterarse se puso celoso a pesar de saber que era casado; pero esos son detalles mínimos, lo importante es que lograron arreglar sus diferencias y entablaron una muy buena amistad los tres juntos y luego de un tiempo se convirtieron en cuatro, uniéndose la esposa de Luis.
Al año, cuando el proyecto se acababa de realizar y el interés del público y los medios de comunicación habían llegado al máximo, hubo un rumor circulando en la empresa de Luis. Lo acusaban de haber sido partícipe de unos depósitos que el presidente del consejo de ministros del Perú había hecho ilegalmente a su empresa lo cual era totalmente falso; sin embargo, debido a que él era el dueño y único posible responsable del muy sospechoso aumento del dinero de su empresa, lo sentenciaron a prisión preventiva por unos cinco meses hasta que encontraron supuestos audios y testigos que lo incriminaban directamente a él. Al no encontrar otra manera de resolver el problema y declararse inocente, Luis dejó a su familia y escapó sin dejar rastro mientras su socio y amigo Anthony Sullivan tomó el cargo de la empresa y devolvió el dinero que supuestamente se habían robado para que no lo clausuraran. Ahora, parece que han encontrado una libreta donde se llevaban cuentas del estado en el cual se encontraba el proyecto de mi mamá y Luis con una cantidad entregada de medio millón de soles.
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Predestinados Y No Predestinados
Teen FictionValeria- Me hubiese gustado nunca haberte hecho daño; pero por más que te amé, no pude separarme de él. Sé que tal vez no entiendas lo que trato de decir, pero de verdad te amé, sí lo hice. Pero, primero lo amé a él y ahora está sufriendo horribleme...