Capítulo 4: CUARTO MES

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Muchos conflictos acompañaron su transición al cuarto mes el cuál, según la doctora Madeleine, sería mucho más difícil de sobrellevar de lo que había resultado ser el tercer mes.

Kongpob, que había atravesado el peor mes de su vida, no podía imaginar algo peor, pero lentamente se avecinaba. Arthit, poco a poco iba sumiéndose en una depresión a la que Kong no encontraba sentido y aunque intentó informarse por muchos medios, no lograba entenderlo de todos modos, pero una frase que leyó muchas veces resonaba en su cabeza cada vez que creía que Arthit exageraba: "Nadie puede entender la depresión hasta que la padece".

Arthit no estaba bien. Con frecuencia se sentía solo, desamparado, con una responsabilidad con la que no podría lidiar. Él sentía que sería incapaz de cuidar de ese niño por siempre, qué no podría ser el padre que se merecía aún cuando lo intentara. Incluso cuando Kongpob le demostraba que todo estaría bien, él no podía sentirse bien. Algo lo volvía a empujar a quedarse en la cama y no querer levantarse nunca. Un pensamiento que nacía desde los recónditos espacios de su mente le aseguraba que era inútil despertar. Qué no podía hacer nada por Kong, que no podía hacer nada por él mismo. Era una presión en su pecho, algo que lo ahogaba, que no le permitía tragar saliva sin sentir que una bola se atoraba en su garganta obligándolo a esforzarse por respirar. Era una angustia que lo atormentaba, que no le permitía distinguir un culpable, una razón. Todo parecía estar bien, él veía que a su alrededor todo estaba exactamente en su lugar, excepto él mismo, se sentía perdido, como si estuviera divagando en la profundidad de un tenebroso bosque sin luces que guiarán su camino. Por primera vez, Arthit no encontraba consuelo en su querido Kongpob y fue aquella, quizás, la primer alarma de que en realidad nada estaba bien.

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Para Kongpob, la situación de su novio era avasallante también para él, porque no sabía cómo ayudarlo.

La Dra. Fon había sido la psicóloga asignada para reemplazar al Dr. Sunan, pero el caso de Arthit era demasiado complejo para simplemente intentar solucionarlo con citas semanales de 1 hora. Además Arthit era desconfiado y testarudo, no colaboraba con el tratamiento en lo más mínimo y complicaba más la solución al negarse a comunicarle lo que sentía, lo que le preocupaba o si algo le molestaba.

La psiquiatra le había sugerido a Kongpob emplear algunos medicamentos para controlar la depresión aguda del mayor, pero Kong se había negado rotundamente a sabiendas de que Arthit no estaba de acuerdo en usar esa clase de drogas, sin embargo, cada día resultaba más difícil lidiar con él y por lo mismo estaba empezando a reconsiderar su propuesta.

Aquél día regresaba del trabajo cerca de las 7 de la tarde como ya le era habitual. Al ingresar al departamento, lo primero que percibió fue el sonido del agua caer seguido de un quejido casi inaudible que provenía del cuarto de baño. Kong suspiró con cansancio, sabía lo que se encontraría si entraba allí pero debía hacerlo.

Recorrió la distancia que lo separaba de su pequeño infierno con lentitud y antes de irrumpir respiró muy profundo intentando recoger la fuerza para no derrumbarse cuando lo viera.

Entró y efectivamente allí estaba él, la razón de todos sus males y el hacedor de su mayor felicidad haciendo trizas su inquebrantable escudo con solo un acto de debilidad.

Arthit se encontraba sentado en la bañera como tantas otras veces, con sus rodillas pegadas a su pecho y sus brazos abrazando sus piernas en una posición tan vulnerable que destrozó el corazón de Kongpob. El agua caía sobre él con fuerza y su llanto lastimero se oía con nitidez ahora que estaba a su lado. Quería poder ayudarlo, calmar su angustia pero no encontraba una solución para él. Sólo podía abrazarlo con fuerza, pegarlo a su pecho y besar su frente comprensivo.

Su elegante ropa de trabajo se empapó con el agua de la ducha pero no le importó. Le dolía demasiado su llanto como para pensar en algo más.

—P'Arthit... Vas a enfermarte... —expresó con preocupación. El agua ya se había enfriado y su cuerpo estaba helado. —Ven, salgamos. —Kong tiró de sus brazos esperando que se pusiera de pie por su cuenta pero Arthit no se movió ni un centímetro. —P'... Vamos, estás helado. —volvió a insistir el menor pero Arthit simplemente lo ignoró sumido en su angustia.

Kongpob ya no intentó razonar con él como en tantas otras ocasiones, ésta vez simplemente cerró el agua de la ducha y lo tomó en sus brazos a pesar de que la psicóloga le había aconsejado dejar de tratarlo como si fuera un niño.

—Vamos a la cama. —fueron sus palabras, envolviendolo en un par de toallas y cargándolo en sus brazos.

Kongpob lo depositó en la cama y lo cubrió con varias frazadas para que recuperara calor.

—Eres un hombre adulto p'Arthit... Sé que estás atravesando una situación muy dura pero tendremos un bebé real, no puedes comportarte también como uno. —lo regañó intentando sonar firme pero Arthit simplemente se volteó y le dio la espalda. —¿Esa es tu respuesta? —Kong se sintió molesto con él por primera vez desde que se había enterado de que Arthit le daría un hijo. —No me dejas ayudarte, me alejas de ti, ya ni siquiera discutes conmigo, solo lloras sin consuelo... Ya no lo soporto p', intenté respetar tu decisión hasta ahora pero se terminó, mañana iré con la Dra. Kanda y resolveremos esto. —lo amenazó esperando que reaccionara pero Arthit no dio ninguna señal de que le importara una palabra de lo que dijera. —Estás actuando sin ningún sentido, ¿acaso no lo ves? No existe razón en el universo para que sufras de la manera en que lo haces.—

—¡¿Y creés que yo quiero sentirme así?! ¡¿Piensas que disfruto estar en este estado?! —se defendió Arthit sentándose sobre la cama. —¡No puedo evitarlo! ¡¡Para ti es fácil porque no eres tú el fenómeno embarazado con hormonas descontroladas y una familia a la que no puede recurrir porque soy un anormal que sale con un hombre insensible y cruel!! —gritó a todo pulmón, dejando sordo a Kongpob.

El menor se le quedó viendo esperando que lo que acababa de oír fuera una broma pero Arthit jamás se retractó y Kong de repente se sintió terriblemente indignado con sus palabras. Afirmar que era un "insensible" y "cruel" era una gran mentira. Él estaba intentando muy duro ser el hombre que Arthit necesitaba pero una y otra vez fracasaba ante los imprevistos cambios de ánimo de su novio. Pero, incluso si jugaba con esa gran desventaja, no se daba por vencido con él porque lo amaba con cada fibra de su ser y quería entenderlo para poder darle exactamente lo que necesitaba, pero no había forma de hacerlo. Era como si hablaran en diferentes idiomas y no pudiera aprender su lenguaje. Se sentía un cavernícola intentando comunicarse con un ser de inteligencia superior, era sencillamente imposible.

—Eres muy injusto conmigo. —intentó tragarse su enojo pero apenas logró no gritar. —He intentado ser comprensivo y amoroso pero como verás no soy un experto en el tema, también es mi primera vez lidiando con un hombre embarazado.—

—Pues no parece que te esfuerces tanto. —expresó Arthit con cierto aire de desprecio.

—¿Eso es lo que piensas?—

—¡Sí!—

—Entonces tal vez los siguientes meses te cuide una enfermera mientras te diviertes internado en un hospital. —dijo con amargura, abandonando la habitación. En su cabeza la idea de que Arthit se aleje de él, así fuera por un día, era inconcebible, pero la frustración que su novio le hizo sentir al no reconocer sus esfuerzos fue suficiente para decir una barbaridad que sería incapaz de hacer.

—¡Antes que eso yo me voy y no me vuelves a ver! —gritó el mayor desde el otro lado de la puerta.

Kongpob durmió aquella noche en el sofá de la sala. Estaba demasiado tenso por la reciente discusión como para disculparse con su novio. Porque sí, tendría que tragarse su orgullo y disculparse o estarían eternamente en silencio si dependía de que fuera Arthit quién asumiera la culpa.

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Capítulo corto, lo sé, es para colocar a los personajes en situación. Tal vez no es tan evidente pero quiero remarcar la situación tan difícil que está atravesando Arthit para acentuar el "drama". Soy muy fan del drama, lo siento 😂😂😂

Malditas HormonasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora