Capítulo 5: EL TRATAMIENTO

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La mañana del siguiente día, Kongpob no asistió al trabajo. Se tomó un día para poder ver a la doctora Kanda y resolver, en lo posible, la preocupante situación de Arthit. Estaba convencido más que nunca a comprometerse con el tratamiento, bajo ningún concepto podía seguir negando el estado tan grave del mayor.

-Necesito que me ayude, doctora. P'Arthit está fuera de sí. Él me está volviendo loco...-

-Nong Kong te advertí que no podrías lidiar con él, has sido tú quién decidió no medicarlo.-

-Lo sé y me retracto. Creí que lo conocía, pero Arthit está muy cambiado.-

-Nong Arthit está atravesando una situación muy dura. Nadie puede saber qué pasa por su cabeza, pero es evidente que no se siente bien, pero podemos aliviar su malestar si accedes a darle la medicación adecuada.-

-Sí, está bien. Yo sólo quiero que esto pare.-

-Muy bien nong Kong, estás tomando la decisión correcta. Le resetaré a nong Arthit antidepresivos combinados con ansiolíticos para mantener bajo control su estado de ánimo. Pero debes saber que la medicación no evitará que él se sienta sensible y un poco irascible, pero estará más dispuesto a escuchar y sobre todo más tranquilo.-

-Está bien, eso es suficiente para mí.-

♦•♦•♦•♦•♦

La Dra. Kanda le advirtió que debía controlar muy bien la dosis que ingiriera el mayor. Cualquier sobredosis podría ser perjudicial para él y sobre todo para el bebé, así que era mejor que Kong supervisara su ingesta en cada oportunidad y mantuviera los frascos lejos de la manipulación de Arthit como si fuera un niño al que debían vigilar que no se bebiera todo el jarabe para la tos.

-¿De verdad cree necesario mantener tanta precaución?-

-Está bajo el efecto de una depresión aguda, no debemos arriesgarnos.-

-Si usted lo dice...-

♦•♦•♦•♦•♦

Kongpob regresó al departamento cerca del mediodía. Traía consigo la medicación que la doctora había recetado a su novio y un par de refrigerios y golosinas varias para 'hacer las paces' y de paso tener una ventaja a la hora de negociar el 'tema' de los antidepresivos.

-P'Arthit, estoy en casa... -se anunció al ingresar. -¿P'? -lo volvió a llamar buscándolo en la habitación, pero nadie más estaba allí. -P'... ¿Estás en el baño? -golpeó suavemente la puerta esperando que respondiera. Un silencio inusual en toda la casa lo terminó obligando a entrar sin esperar respuesta.

No había nadie. En ningún sitio. Kongpob entonces se extrañó y luego entró en pánico al recordar la última discusión que habían tenido y lo extremista que Arthit se había vuelto al tomarse todo demasiado 'al pie de la letra'.

-Entonces tal vez los siguientes meses te cuide una enfermera mientras te diviertes internado en un hospital.-

-¡Antes que eso yo me voy y no me vuelves a ver! -recordó en su mente. Algo dentro de él se quebró ante la posibilidad.

Rápidamente marcó su número desesperado, una presión en su pecho lo había hecho agitarse. No podía concebir una vida sin Arthit, no iba a permitirlo jamás.

12:04 1° mensaje de voz.

-P'Arthit... Siento mucho lo que dije ayer, llámame por favor .-su temor era fácilmente deducible por el tono alarmante en su voz, sin embargo, sabía que cuando Arthit se enfadaba enserio debía insistir mucho hasta que él respondiera.

Malditas HormonasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora