AGNOSIA de 2 Mundos

De Extraños, Admiraciones y Ambiciones.

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EN MEDIO DE LA SELVA

CILLIAN

"Te tengo hijo de puta" pensó Cillian Kristofferson mientras apuntaba hacia la guacamaya, y luego disparó, la luz iluminó toda la escena y el ave asustada alzó el vuelo hacia las copas de los árboles.

--Se te olvidó quitar el flash. —dijo Nao. Entonces Cillian volteó la cabeza hacia la chica. Y miró la foto en la cámara fotográfica, la fotografía de la guacamaya había salido borrosa. El muchacho cambió nuevamente los preceptos de la cámara esta vez para aumentar la velocidad del disparo y desactivar el flash.

--¿Qué haces aquí Nao? —preguntó Cillian. –Estas lejos del campamento.

--Venía a verte, a checar como has estado. —dijo la chica preocupada mientras ponía su mano sobre el hombro del muchacho. —Estas raro desde que pasó... eso.

--No tienes de que preocuparte Nao. —respondió Cillian. —Estoy bien...

--Silvy también se preocupa por ti. Ella piensa que lo que pasó te afectó más a ti que a ella. Cillian te conozco muy bien. Sé que tratas de ser fuerte por Silvy pero no es necesario que cargues con este peso tu solo. Puedes confiar en nosotras también.

Sin embargo, Cillian recordaba. Había sido una semana atrás aproximadamente cuando un par de hombres, nativos de algún lugar cercano les atacaron. Sometieron a Silvy con rapidez. "Sé que debí de actuar de otra manera, pero algo en mí se despertó" pensó Cillian, cuando en ese momento sacó la glock de la pistolera que llevaba en el cinturón y disparó, fue como si una descarga eléctrica recorriese todo su cuerpo y esas...formas...esas auras de personas que no estaban ahí guiaron su mano al tirar el gatillo. Un tiro perfecto justo en la frente del nativo. Después de eso habían tenido problemas para contactar con el resto de los equipos de investigación.

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LA VILLA RICA DE LA VERACRUZ

CARMELO

El Capitán Hernando fue el primero en interrogarlo. Aquel hombre que parecía más indio que hidalgo, más salvaje que cristiano.

--¡Responded a mi pregunta! ¿Quién sois? —dijo el conquistador mientras dos soldados golpeaban con fuerza al hombre. El hombre solo escupió la sangre y empezó a reír.

--Mi nombre es Jerónimo de Aguilar. —dijo el hombre. su español era perfecto.

--¿Por qué ayudas a los salvajes? —dijo el Capitán Cortés.

--¿Salvajes?, ¿Qué no los has visto hoy en el combate?, Estos hombres conocen los fundamentos de la guerra, estos nativos no son salvajes.

--Si sois español como nosotros, deberá entender que lo que ha hecho es una afronta a la corona, Atacar a una compañía expedicionaria, con la intención de evangelizar a los indios hacia la única y verdadera fe.

--Bah. —dijo El hombre. —Ustedes no tienen la intención de salvar las almas de los nativos. Si no de poseer. De conquistar estas tierras en nombre del rey de España. Son ustedes los que invadieron sus tierras.

--¿Y tú nada más los ayudaste?

--Nah, yo fui su prisionero durante años. Obligado por otro renegado llamado Gonzalo Guerrero. Quien tiene control de los clanes al sur del mundo maya obligado a enseñarle a los nativos las tácticas de guerra española.