Capitulo 12| 1519

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TENOCHTITLAN

MIXCOTL

El príncipe Cuauhtémoc había sido el primero en lanzar el golpe, Cuauhtlahuac entonces se defendió y sus macanas impactaron en un golpe seco. Luego Cuahutémoc atacó por debajo siempre tratando de herir al hombre en vez de matarlo. Pero Cuauhtlahuac quien era mayor y mas experimentado había podido defenderse con cierta facilidad del hombre. Había sido Cuauhtlahuac quien le había enseñado a pelear a Cuauhtémoc. Cuahutlahuac se dedicaba a solo defender y dar contragolpes para desarmar a su sobrino. Cuauhtlahuac no quería herirlo mas de lo necesario.

     --Tío ríndete, no vale la pena luchar por esto.—respondió Cuauhtémoc. El joven guerrero volvió a pelear y nuevamente sus macanas impactaron en medio del aire.

     --No quiero matarte sobrino pero estas haciendo muy difícil esto, ¡ríndete ya!—había exclamado Cuauhtlahuac.

     --No podemos tener una guerra civil justo ahora.—dijo Cuauhtémoc.

     --Entonces Moctezuma no tendría que vacilar ante estos extranjeros.—exclamó Cuauhtlahuac.

    --El emperador debe verse fuerte aun en su debilidad.—exclamó Cuauhtemoc. Habían continuado peleando chocando las macanas una y otra vez, ninguno estaba dispuesto a ceder. Los guerreros alrededor de los dos continuaban gritando, apoyando a uno y abucheando al otro. Cuahutlahuac entonces dejó caer la macana al suelo.

     --¡Pero que haces!—exclamó Cuauhtémoc.

     --¡Ataca!—exclamó Cuauhtlahuac.--¡Toma la macana y ataca! Porque no desistiré en mi misión. No dejaré que estos extranjeros nos quiten todo por lo que hemos luchado. –Si eres un caballero jaguar entonces atacarás. Y cumplirás con tus ordenes.

     Cuauhtémoc entonces levantó la macana y lanzó el golpe, Cuauhtlahuac cerró los ojos esperando su inminente fin, pero el muchacho había detenido el golpe a escasos centímetros de su cuello. El joven príncipe gritó furioso. Cuauhtlahuac abrió los ojos. Y retiró la macana de Cuauhtémoc de su cuello.

     --Debes decidir quien eres muchacho.—dijo Cuauhtlahuac.—Eres un príncipe al servicio de Moctezuma o eres un mocoso que quiere alardear de sus pocas victorias. Entonces notaron revuelo entre la congregación de soldados. De entre ellos apareció una mujer. Todos los soldados bajaban la cabeza ante aquella mujer. Incluso Cuauhtémoc bajó la mirada.

    --Tecuichpo.—dijo Cuauhtlahuac.

    --Prima...--dijo el príncipe de Texcoco.

    --¡En nombre de los dioses que es lo que están haciendo ustedes!—exclamó la princesa Tecuichpo. –¡Que no ven que somos familia! –exclamó la hija de Moctezuma.

   --¿Qué estas haciendo aquí prima?—le preguntó Cuauhtémoc a la princesa.

      Entonces aparecieron detrás de la princesa las sirvientas de ellas. Mixcotl entonces pudo verla a ella. aquella joven sirvienta de largo cabello negro y curvas pronunciadas. Y las palabras del coyote habían finalmente hecho sentido en la mente de Mixcotl. Había sido la sirvienta quien había alertado a Cuauhtemoc de las intenciones de Cuauhtlahuac.

     --He venido, por un asunto muy importante.—dijo la princesa.—Ixtetli si haces los honores...

    La sirvienta entonces levantó el escudo de plumas de quetzal y las flechas y las dejó frente a Cuauhtlahuac.

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⏰ Última actualización: Aug 08, 2019 ⏰

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