- ¿no tenias que ir a trabajar hoy?
- cancele todo lo de hoy
- era lo mínimo que podías hacer después de mandarme al hospital.
Rodé los ojos.
Aunque me sorprende bastante que cancelara todo lo que tiene hoy, supongo que no es mucho ya que es casi de noche.
-arréglate, que hoy salimos.
- ¿a donde?
- a una de las fiestas más importantes de este mes.
- ¿porque voy yo a esa fiesta?
- porque quiero que me acompañes, nos vamos en media hora.
Quiero ir a esa fiesta, nunca me ha dado tiempo de ir a fiestas, así que no iba y cuando tenía tiempo no me invitaban más. Ahora tengo el tiempo y la invitación así que voy a esa fiesta.
- pero... no tengo que ponerme, si nos vamos en dos horas me da tiempo de comprar ropa y maquillaje, ¿me esperas?
Sebastián levantó su dedo índice, estiró su brazo hacia mí y con su otra mano sacó su teléfono, Marco un número.
-hola... aja... trae vestidos para una fiesta de noche... ¿talla?... creo que es... -tapó el micrófono de su teléfono, lo hizo hacia un lado y se dirigió a mi - ¿qué talla sos?- dijo susurrado - ¿cero o dos? ¿Si? ¡Si!- sin darme tiempo de responder acercó su teléfono a su oído y destapó el micrófono - cero o dos... bueno... también alguien que la maquille y la peine... en ¿cinco minutos? Es mucho tiempo... okey. - y colgó.
-vienen en 3 minutos.
- tenes que elegir la mejor ropa porque es una fiesta muy importante.
- te voy a dejar sola, me voy a cambiar en la habitación del pulpo.
Asentí y él salió de la habitación cerrando la puerta tras de si.
Dos minutos después tocaron la puerta.
Abrí la puerta - ¿que olvidast...
Entraron dos mujeres jóvenes jalando un perchero lleno de bolsas negras, con vestidos, supongo. Luego entraron otras dos chicas con un carrito lleno de gavetas. Tras ellas venía una mujer mayor y bastante exuberante, vestía un vestido negro con una chaqueta de piel de leopardo bastante gruesa.
Como vinieron tan rápido, creí que no era cierto lo de tres minutos.
- hola niña ¿tu sos a la que vamos a arreglar?
Hablo la señora con demasiada efusividad.
Asentí.
- me llamo Georgina.- me tendió la mano.
Sin pensarlo dos veces tome su mano
- hola Georgina yo soy Nazli.
- qué nombre tan raro ¿es de otro país? Bueno en fin no importa ya no hay tiempo, siéntate. - señaló hacia la silla que se encontraba ya detrás de mí. ¿Cuando pidieron esa silla ahí?
Me senté.
Una chica comenzó a maquillarme, la otra a peinarme, la otra a elegir zapatos y la otra a elegir vestidos, mientras Georgina se sentó en una silla ( que tampoco me di cuenta cuando la pusieron ahí, eran muy rápidas esas chicas).
- relájate nena, dame tus manos.
Le puse frente a ella. Tenía las uñas rojas.
- vestido rojo, ya tiene las uñas hechas.
La chica se apresuró en elegir tres bolsas en donde habían vestidos rojos. Los saco de la bolsa y los puso frente a mi. La que veía los zapatos tomó uno y lo puso sobre mi regazo para ver cómo se veía en mi.
El primer vestido era largo de la parte de atrás y corto adelante, no tenía hombros y tenía escote corazón era sencillo. El segundo vestido era muy angosto, pero tenía tela que parecía estirarse, estaba lleno de brillos, pero no tenía algún otro diseño. El último vestido era tallado de la parte de arriba con cuello Healter, la espalda totalmente descubierta, la falda era bastante amplia y en la cintura tenía brillos dorados, que tenían como fin hacer que se viera más cintura de la que tenían.
Este dijo la chica mostrándoselo a la maquillista. Y estilista.
Y ahí comenzó el verdadero trabajo.
Georgina hablaba conmigo mucho, era una mujer muy agradable y graciosa.
- ya terminamos Georgina -dijo una de las chicas mientras todas se ponían tras ella.
- al fin una se ve perfecta, buen trabajo.
- Gracias.
- nada de Gracias ¿y el espejo? - Las cuatro chicas pegaron un salto y salieron a traer el espejo - les pago un montón y no trabajan como se debe.
Las cuatro chicas entraron de nuevo con un espejo de cuerpo completo cubierto por una sábana negra.
Georgina me tendio la mano - levántate.
Le tome la mano y me paré frente al espejo, Georgina tomó la sabana y la levantó en un gesto muy de película, juro que hasta lo vi en cámara lenta.
Y ahí estaba yo frente a el espejo con un vestido rojo, para ser sincera se me veía un cuerpo fenomenal con ese vestido, unos tacones de brillos dorados lindisimos, levante mi mirada y había un maquillaje bastante sutil con los ojos dorados y labios rojos.
Mi pelo estaba agarrado en una cola alta bastante espesa, creo que pusieron extensiones. Me sentía muy cómoda y me miraba sumamente bien. Creo que es muy importante sentirse cómoda con lo que uno usa. Y aunque parezca que es muy egocéntricos alagarse uno mismo yo creo que es lo mejor que puede hacer una persona para aumentar su autoestima.
Abrace a Georgina -muchas gracias me encanto.
-Bueno nena, eso espero adiós, ¿donde esta Sebastian?
- en la habitación del frente.
- bye.
Diez minutos después entró Sebastián a la habitación. Estaba muy guapo con un traje completamente negro, se miraba demasiado lindo.
Sus ojos hicieron una inspección detallada, empezando por mis piernas hasta llegar a mis ojos en donde se detuvo un mentón y volvió a hacer el mismo recorrido. Abrió su boca para decir algo pero no salió nada.
- wow, wow, wow, wow sexy.
Sonreí y vi hacia abajo -Gracias.
- Georgina hace maravillas.
Como siempre él matando la magia. Sebastián tiene que ser.
- claro, claro.
Dije más para mi.
Pase caminando frente a él y salí de la habitación.
- más lento bonita que no sabes donde esta el carro.
Paré y me volteé a el -y ¿donde esta?
- no sé explicarte.
Me quede parada pensando en que hacer.
- aggg.
Y camine el resto del camino hacia el carro detrás de él. Nos subimos al carro y no medíamos palabra en todo él camino.

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Mi Destino
FanfictionLa típica estudiante enamorada de su artista favorito. ❤️❤️❤️❤️❤️❤️ El tiempo pasa volando. Nunca creí que iba a ser así, y menos con el. Es decir es el hombre del que cualquier mujer en su sano juicio se enamora, o bueno eso es lo que el dice. El...