Mi Destino

Nunca

Me levante temprano por la mañana, y lo primero que miro es a tres hombres frente a mi cama.
¿Qué harían ustedes?
Opción A: saludarlos cordialmente aunque un poco desconcertada.
Opción B: preguntarles porque están aquí.
Opción C: salir corriendo de la habitación, sin decir nada.
¿Que? ¿Que la A y B son las más razonables? No, no es cierto, al menos para MI Nazli, la más razonable fue la C.
Ahí estaban parados Un chico muy alto, un chico más bajo y más delgado y un hombre mayor que ellos, pero atractivo, que yo no conocí, en realidad no conocí a ninguno de los tres en ese momento.
Todas las mañanas tengo lagunas mentales de todo, y no recordaba ni mi propio nombre.
Cuando abrí mis ojos los tres hombres me miraban fijamente.
Parpadeé dos veces, y me levante de la cama y salí corriendo.
Ni siquiera llevaba zapatos.
Por favor no me pregunten qué fue lo peor.
Ok, ok, si tanto insisten se los voy a decir.
¿Listas?
Lo peor fue que de los tres hombre que estaban ahí, en realidad solo no sabía quién era uno, el mayor, los otros dos eran, el más alto Zabdiel y el más bajo Erick. Así que... si, me vieron correr con loca, pero vamos, no es nada nuevo, ya hay hasta un video de mi que creo ya es viral, cuando me choco con el poste.
Pero no me culpen a mi, cúlpenlos a ellos por verme tan fijamente mientras dormía, es muy tétrico. Además estoy pasando por el semestre de psiquiatría y realmente así es como te ven en un hospital psiquiátrico en cualquier momento, estoy muy traumada.
Y bueno, ahora tengo que pasar por algo peor, algo que no pensé ayer.
Tengo que explicarle a mi mamá donde estuve anoche y porque no llevo zapatos.
¿Como haces eso? Cualquier cosa que le diga va a ser usada en mi contra.
Y solo tengo una opción, pero tengo que ir a traer mis zapatos, porque no puedo andar en el hotel sin zapatos, esta muy frío el piso, yo no se porque a la gente le gusta tanto el Mármol, es demasiado frío. Suerte que no llegue lejos, apenas salí de la habitación y pace frente a dos habitaciones más, entonces regrese, esta vez a paso lento y con la cabeza baja. La habitación seguía abierta, y en cuanto me asomé a ella, los tres seguían ahí, solo que en diferentes posiciones ya, todos hablando entre sí, distraídos. Aproveche su dístraccion para colarme en la habitación y en cuanto divise mis zapatos en todo ese desorden fui sigilosamente a agarrarlos, con lo que no conté es con la Suerte Nazli, así que me tropecé con la cama y me lastime el dedo pequeño del pie, así que comencé a saltar agarrando el pie. 
Todos se dieron cuenta de mi presencia, Zabdiel se acercó a mi.
- ¿estás bien?
- si, si estoy bien.
Me calmé y me senté en la cama. En cuanto me senté los tres estallaron en risa.
Y me avergoncé demasiado. Como siempre la suerte Nazli haciendo acto de presencia en el momento menos indicado.
Agarre mis zapatos y me fui.
En cuanto salí de la habitación me los puse y fui al único lugar al que podía ir.
Toque la puerta. Muchas veces, pero no abrió nadie.
¿Que? No está.
Luego recordé todo lo que había pasado anoche. Con la agitación de hoy en la mañana ni me recordé de lo qué pasó anoche, probablemente huyó para no decirme nada.
Pero si huyo dudo que me quiera ver, eso quiere decir adiós contrato.
Lo mejor va a ser que me regrese, y mi mamá está aquí así que me voy a regresar con ella, y ya que me va a regañar de todos modos, voy a mi habitación.
Y así fue como emprendí la marcha, rendida.
En cuanto llegue a la puerta de mi habitación encontré tremenda sorpresa.
Sebastián ahí, sentado frente a la puerta dormido.
- ¡Sebastián!
Exclamé susurrando.
Él abrió sus ojos, y me vio, esa mirada que me derrite el corazón.
- ¿donde estabas?
- ¿qué haces aquí? - dije ignorando su pregunta.
- te estaba esperando, porqué me tenes que escuchar.
- pero vamos a otro lugar, que ahí está mi mamá y nos va a escuchar.
- no Nazli, ella se fue ayer.
- ¿como lo sabes?
- yo vi cuando se fue, se fue porque sabe que tenes que hablar conmigo, después de todo es una de las personas más racionales.
Ignore todo lo que dijo, porque si necesitaba respuestas y ya.
-entremos entonces.
Abrí la puerta pero él estaba muy débil, seguro por la borrachera que se pego anoche, no se podía parar.
Me acerqué y lo ayude a levantarse, y acepto mi ayuda, luego él me soltó para caminar.
Cerré la puerta en cuanto entro.
- ¿por qué no contestabas tu teléfono?
- no es momento para eso Sebas, ¿qué son esas fotos?
- no se como explicártelo.
- ok, ok, puedes empezar con el hecho de que alguien me estuvo siguiendo todos estos años, y es mi peor miedo, siempre tuve miedo que alguien me siguiera y vas y buscas a ese alguien y le pagas por mi información, ¿por qué? ¿Para que?
- cálmate...
- no me puedo calmar, ahora ya no sé cómo tenerte confianza.
- Nazli...
-odio tener miedo
-Nazli...
odio la idea de pensar que ahora voy a estar esperando que alguien me diga por todos lados, me voy a tener que estar cuidando todo el tiempo.
- Nazli, ¿me podes dejar contarte todo? Solo tú haz hablado.
- ok, pero espero que por lo menos sea una mentira convincente la que me vas a decir.
- como querías verlo, solo déjame hablar.
- okey, okey, habla.
- ¿te recordas que me preguntaste si te había conocido antes y yo te dije que no?
Asentí.
- pues te mentí.
Me sorprendió un poco por el hecho de que nunca pensé que en esa posibilidad. Entonces me di cuenta en lo mucho que confiaba en lo que decía, él me dijo que no me había conocido antes y no lo dudé.
Fue inevitable poner cara de sorpresa.
- la verdad si te conocí y me enamore de ti, aunque tú eras una nena muy chica y yo ya era muy grande, siempre te encontraba en el parque y para no olvidarme de las veces que te veía te tocaba una foto, fue pasando el tiempo, y me hice amigo de varios señores del parque y ellos sabían lo de las fotos, y que estaba enamorado de ti, por lo que cada vez que te veían dentro del parque me llamaban... -Mantuve mi expresión neutral, porque no podía poner otra expresión en ese momento estaba en un esta en un estado de shock, y se sentía muy raro.
-Esos señores lo llamaban cada vez que entraba al parque, se nota que no se daban cuenta de lo peligroso que es eso, me pudieron hasta matar. - lo interrumpí
- tienes razón es muy peligroso que hagan eso.
- demasiado, es por eso que muchas niñas son secuestrada, asesinadas y violadas, por esa clase de gente.
Estaba furiosa.
Sebas bajo su cabeza, Dios estoy demasiado enojada con el, pero no puedo evitar quererlo.
- sigue...
- perdón, nunca pensé de esa forma, yo nunca planeé hacerte algo malo.
- ¡sigue!
Me estoy portando muy ruda, pero en serio eso me enoja muchísimo.
- entonces los encuentros eran más seguidos, crecí y ya era adolescente y tú seguías siendo una nena pequeña, y comencé a hacer música, tuve muchas novias, y las quería, pero no podía evitarlo cada vez que hacía una canción pensaba en ti, así fue como compuse la canción  "Como Mirarte"...
No pude evitarlo, juro que traté con todo mi ser estar muy enojada con el, pero con esto último en serio me removió el alma.
Sin poder detenerla una lágrima se escurrió por mi ojo derecho, seguida por otras dos de mi ojo izquierdo y comenzaron a salir las lágrimas y no las pude detener, pero me di cuenta que en mi gesto se dibujaba una sonrisa.
En cuanto Sebastián vi que estaban saliendo lágrimas de mis ojos se acercó rápido a mi y mientras lo hacía decía: - no llores por favor.
En cuanto llego a mi, limpio tomo mi cara en sus manos y con sus pulgares limpio las lágrimas que se acumulaban en mis ojos.
- perdón en serio, te juro que lo hice con la inocencia de un niño.
Puse mi dedo índice sobre sus labios para indicar que se callara.
Luego me acerqué y le di un beso en los labios, un beso cargado de emociones, y él me lo devolvió sin pensarlo.
Luego de unos segundos el paro el beso, pero no se alejo mucho, solo lo suficiente para que nuestros labios se rozaran, pero sin tocarse.
- ¿eso quiere decir que me perdonas?
Sentía el roce de sus labios con cada palabra.
- estás perdonado, pero sigues siendo un acosador y eso es tétrico.
Entonces me volvió a besar, pero esta vez fue un beso más intenso, más largo, más pasional. Mientras me besaba me levanto en sus brazos y yo enrollé las piernas en su cintura. Camino conmigo hasta la cama, en donde se sentó y me dejo sobre su regazo.
Seguimos besándonos así, y sentía que me derretía con cada roce de sus labios, con cada caricia, este hombre me vuelve loca, siempre me maneja a su antojo. Pero lo quiero, lo quiero demasiado.
- no me dejes nunca ¿si?
- nunca.
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Hola, hola.
Este capituló tiene de todo un poco.
La última parte es un poco fuerte lo sé, no es a lo que están acostumbrados que yo escriba, pero era necesaria.
Disfrute mucho escribir este capituló, espero que les guste mucho.
¿Saben algo? Ya vamos por el 1.5 K.
¿Quieren una escena + 18? Si llegamos a los 2 K en 15 días a partir de hoy. O déjenme su comentario de que quisieran que hiciera para el especial de los 2 K
Las quiero miles, no se olviden de leer mis otras historias.
-Besos 😘😘
- K.P.