¡¿Que?!

184 22 4
                                    

-Pero... ¿que fue eso?
Toque mis labios, justo en la parte en donde él había dejado el beso.
Siento que Sebastián venía a decirme algo, pero porque no me dijo nada, y hay algo más importante aún, porque me dio el beso.
Comenzaron a llamar a la puerta.
Solo un nombre se me vino a la mente.
Abrí la puerta.
Si vieran mi cara de disolución cuando lo encontré a él ahí.
- hola Joel.
No es que no me agrade ni nada, es solo que es el peor momento para venir.
Noto mi desconcierto. - ¿esperabas a alguien más?
- emmm, a mi mamá, me trae comida.
Si, también soy muy mentirosa; pero él pobrecito viene hasta aquí a mi habitación y no quiero ser directa al 100% pero sé que tiene cierto interés en mi, y ahora mismo, no puedo atenderlo, así que fue mi mejor opción porque así piensa que voy a comer y se va a ir, y puse a mi mamá, para que le diera miedo. Ya tu sabe chica es un miedo común de los hombres.
- te traje tu vestido.
Con la prisa para inventar una mentira y con el recuerdo de hace unos minutos de Sebastián no pude notar que lleva mi vestido.
- muchas gracias, no te hubieras molestado.
Lo tome de sus manos.
- no es ninguna molestia, pero... pensé que... quizá podamos ir a tomar un café o algo... no se... puedes?
Wooow está súper nervioso, como puedo rechazar a alguien que se porta así de tierno, me voy a sentir culpable toda la vida. Por otro lado si me voy con él le quito peso a lo de Sebastián, y hoy está sensible y seguro si voy me lo cuenta, si no voy no me dirá nada.
- emmm...
Dios, ¡Gracias mami! El día de hoy es una clara evidencia del sexto sentido que tienen las mamás. Creo que es magia o simple casualidad pero paso.
Mi mamá aparece caminando por el pasillo con comida para ambas.
- disculpa ¿no puede ser otro día? Es que ahí viene mi mamá con la comida.
- si, muy bien, cuando puedas.
Le di una sonrisa entre apenada y agradecida.
- bien, emmm... me voy.
- adiós.- me acerqué y le di un beso en la mejilla. Es tan timido que si no se lo doy yo se va solo así.
Camino en dirección a el elevador, y yo me quede ahí observándolo, mi mamá se paró al lado mío sin decir nada, seguro ella esperaba lo mismo que yo, pero en el momento en que el elevador marco que iba en la lobby que yo corrí a la habitación de Sebas, sin decirle nada a mi mamá. Ya llegaría la hora en que me haga una interrogación sobre Joel y el porqué corrí a la habitación de Sebas cuando se fue.
Toque la puerta una vez, y en ese momento me di cuenta de lo mala idea que fue hacerlo, seguro era algo sobre Yanet. Me di media vuelta. Pero el hombre es rápido y abrió la puerta antes que pudiera escapara de ahí.
Me gire lentamente.
Sonreí.
El me veía con un gran signo de interrogación dibujando descaradamente en su cara.
- hola.
Dije para hacer algo en lo que soy buena, hacer extraño el momento.
- ¿por qué el vestido?
Y no fue hasta entonces que me di cuenta de que aún llevaba el vestido en las manos.
Perfecto Nazli.
- te viste de nuevo con Joel.
Me dijo y noté consternación en su voz.
- si, el me trajo el vestido, pero solo por eso, se fue súper rápido - ¿por qué le estoy dando explicaciones?- ¿no puedo entrar?
Se hizo a un lado y extendió su mano derecha hacia adentro de la habitación en un gesto que indicaba que me dejaba entrar.
Entre y estaba totalmente limpia, como cuando nos la entregaron, lo único diferente era que estaba abierta la ventana del balcón.
Camine hacia ahí, pero antes de que pudiera llegar Sebastián tapó mi camino y cerró la puerta.
- ¿qué hay ahí?
- nada
Estaba tan nervioso que no podía siquiera inventar una mentira, hasta mis mentiras eran más creíbles.
- ajam ...
- no es nada que te importe - si mirada cambio ya no era más la mirada nerviosa, ni la triste ahora se veía furioso.
- okey, tranquilo, ya entendí.
- ¿a que viniste? - sin cambiar esa mirada que me daba miedo, puso un gesto de desinterés.
Odio cuando se ponen así en plan macho alfa. Pero no por nada he practica toda mi vida en la ducha, es el momento de poner en práctica mis habilidades de pelear. ¿Quieres pelear? Aquí te va Nazli.
- ¿solo quería verte si? Ósea, no se ni quien te crees para llegar a mi cuarto y besarme, y luego irte y fingir que no pasó nada, como si fuera poco vengo aquí a intentar besarte yo- El decir esto sus ojos se iluminaron y cambiaron de esa rabia que se veía en ellos a una mirada tierna. Proseguí sin detenerme con mi discurso - Para que lo que sea que te pasa lo dejes de lado y quizá me lo cuentes. Pero okey ya te entiendo, solo tú me puedes besar cuando quieres y yo no. Ya me voy tranquilo. Solo te pido que no te me acerques más, y ni se te ocurra pedirme una oportunidad, porque conmigo ya no la tienes. Y...
Salí corriendo hacia el balcón lo más rápido que puedo y abrí la puerta.
Si lo se, fue muy convincente mi discurso, pero no, no soy tan predecible.
No se cómo pero logre salir, Sebas tardo un poco en reaccionar, y me siguió pero ya iba adelante, por mi tamaño y mi poca velocidad él debía alcanzarme rápido, pero estaba demasiado aturdido. Por un momento me sentí mal por aprovecharme de su estado para ver lo qué hay en el balcón pero se me pasó cuando recordé lo mal que me había tratado.
Al entrar al balcón lo primero, las primeras palabras, la primera exclamación, la primera pregunta que se me vino a la mente fue: ¡¿QUE?!

Mi DestinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora