Nuestro pasado, presente y futuro.

1.4K 67 33
                                    

           


Hosten área 2; 4 años y un mes después. Enero año 2020.

Un par de exhaustos y agitados suspiros hacían eco en la extensa habitación de una nueva casa; los causantes de aquellos sonidos yacían acostados en el piso, respirando agitadamente, después de toda la "actividad" que habían tenido desde horas atrás, y ahora descansaban acostados cerca uno del otro en el alfombrado color beige con el que habían decidido tapizar el suelo.

—Dime que era la última caja—. Dijo Astrid agotada.

—La última, mi lady. —Contestó Hiccup en el mismo estado. —Oficialmente terminamos con la mudanza.

— ¡Yeiii! —Celebró la rubia extendiendo sus brazos con pereza.

El castaño giró su mirada para admirarla, sonrió al verla feliz, y más al recordar que sólo a ella se le ocurría bajar todas las cajas de la mudanza, acomodarlas en aquella habitación para luego sacar el contenido de cada una de ella, ¡y vaya que eran muchas cosas! Para después ponerse entre ambos a taladrar en la pared los espacios necesarios para acomodar cada retrato, estante y mueble, todo lo necesario para ordenar su conjunto de recuerdos, y para rematar limpiar y tapizar el piso.

Astrid sonrió al sentir la mirada Hiccup sobre ella; rápidamente se abalanzó contra él para recostarse en su brazo, el cual él ya había acomodado al leer sus intenciones.

— ¡Por fin terminamos! —Volvió a celebrar, acercándose a su rostro para darle un beso que fue correspondido.

—Sí, al fin estamos en nuestra casa.

"Nuestra casa"

A Astrid le gustó como sonó aquello, después de tanto ajetreo se permitió relajarse cerca de su amado, al cual empezó a acariciar en el pecho con su mano izquierda, tratando de entretenerse con la tela verde de la camisa, así como observando un anillo plateado en su dedo que desde dos años atrás usaba.

Hiccup puso su mano izquierda deteniendo su juego, en aquel momento también observó como en la mano de él también había un anillo plateado. Sus argollas matrimoniales.

— ¿Qué piensas? —Preguntó al verla ensimismada viendo atentamente sus manos enlazadas.

Como respuesta, sólo escuchó un gran suspiro y se acurrucó más cerca de él.

—En todo lo que ha pasado. —Contestó mirando alrededor de la habitación, todos sus recuerdos acomodados como si de una línea de tiempo se tratara. Idea de Hiccup.

Aquella habitación era grande y espaciosa, y aunque habían acordado que Hiccup la utilizaría como una oficina, decidieron acoplarla como un cuarto de "trofeos" que al final terminó siendo una de recuerdos.

Si miraban de la entrada hacia la derecha empezaban una serie de fotografías en su mayoría de Hiccup y Tannlos en su niñez, así como de Stoick y Valka, pues las de Astrid y familia Hofferson se habían perdido con el divorcio.

La patinadora recordó con simpatía la gran sorpresa que se llevó cuando Hiccup le dijo que Tannlos era su hermano, y que a quien habían donado el dinero era a él mismo; regañó a su esposo aquella vez pues prácticamente habían dado con su familia y ellos ni cuenta se habían dado, dado a la necedad del "Sr. Fantasma".

Todo había vuelto a su cauce. El mundo se había hecho pequeño ese día después de la presentación del programa largo. La emoción de haber visto a Hiccup vivo, era una sensación que Astrid hasta la fecha recordaba con claridad, recordó como a regañadientes tuvo que deshacer su abrazo, puesto que la llamaban al pódium para tomar la medalla de plata, su otro sueño cumplido.

Cómo entrenar a una patinadora (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora