Incomoda Situación

779 57 18
                                    


"No lo sé..."

— ¿Cómo que no lo sabes? —Preguntó Astrid irritada.

"¿Qué quieres que te diga?"

— ¿Recuerdas tu apellido?

"No".

— ¿Qué fue lo último que hiciste, lo recuerdas?

Esa pregunta puso a pensar al fantasma, Hiccup se tocó la barbilla analizando la pregunta tratando de recordar algo. Astrid sólo veía como hacía muecas extrañas con la boca, era un fantasma raro. Hiccup seguía pensante, se rascó el cabello, después la barbilla, después se rascó la pierna y gruñía por sus adentros.

— ¡¿Qué tienes garrapatas fantasmas o qué?! —Preguntó Astrid frustrada.

"¡Ah, no! Supongo que es un tic nervioso o algo así". Respondió nervioso, volviendo su mano a su cabello para rascarlo con insistencia.

Astrid se cruzó de brazos, no se quería ni mover de donde estaba pues el fantasma se movería junto con ella. —Y bien... ¿recordaste algo?

"Mmmm..." gruñó Hiccup pensante con los brazos cruzados, mientras que Astrid lo miraba con insistencia. "No hay nada, nada de nada".

El grito de frustración de Astrid se escuchó por toda la habitación, el chico fantasma se puso nervioso de nuevo y se rascó tanto el cabello, como la barbilla y la pierna. Tal parece que ocasionaría muchos problemas estando cerca de aquella chica.

Astrid... ¿estás bien? —Preguntó Stormfly del otro lado de la puerta.

—Ahm... sí. —Respondió nerviosa. —Sólo que... me encontré con una horrible cucaracha, ¡ya la maté!

Está bien, Luggy dice que el desayuno ya está listo... acompáñanos.

—Sí... dame unos minutos. —Suspiró en cuanto Stormfly se despidió. — ¿Ellos te podrán ver?

"No lo sé... hasta que no salgas no lo sabré".

—Espero que no, esto es bastante vergonzoso.

Astrid caminó hacia donde estaba su ropero, en cuento se alejó más de 50 cm de Hiccup, este se arrastró junto con ella en contra de su voluntad. Astrid empezó a tomar unas prendas para ponerse, sin embargo, se detuvo en su labor al recordar algo. Con la ropa entre sus manos se giró para ver al chico que tenía una inocencia reflejada por todo el rostro.

Hiccup observó su cara, esta lucía muy molesta, al juzgar el marcado ceño fruncido. No sabía ni lo que había hecho ahora, se puso aún más nervioso al ver que la chica tenía un tic en el ojo y apretaba las prendas contra su pecho.

— ¡Voltéate, pervertido! —Gritó sonrojada.

En ese momento el fantasma comprendió todo y obedeció, le dio la espalda, y al igual que ella estaba completamente sonrojado, sólo se limitó a escuchar como Astrid se deshacía de las prendas del día anterior para ponerse limpias.

"No te enojes, como dije, he estado contigo desde hace cuatro días y pues prácticamente vi todo lo que hacías e incluso lo que sentías..."

Con la confesión del chico, Astrid se paralizó justo al momento en que se ponía el pantalón, de la impresión se enredó en la prenda y cayó torpemente al suelo.

— ¡Tú!...eres un...—Gruñó, quería gritar pero llamaría la atención de su familia.

Se terminó de poner el pantalón de color negro y después se puso una chaqueta deportiva color celeste. Enojada, fue al baño que tenía anexo a la habitación, al entrar y ver el cuarto, reflexionó de nuevo las palabras del fantasma. Enfureció a un más, estaba segura que le daría diabetes de tantos corajes, pues el fantasma probablemente ya la había visto desnuda mientras se bañaba y no sólo eso, cuando hacía sus necesidades.

Cómo entrenar a una patinadora (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora