El frío le estaba empezando a calar hasta los huesos cuando recorrieron varias de las avenidas más transcurridas del barrio en el que estaba su instituto, hasta llegar a la calle donde supuestamente se encontraba la cafetería a la que quería llevarlo Jin. Hundió sus manos en los bolsillos de la chaqueta del uniforme y movió sus dedos tratando de entrar en calor sin conseguirlo. Sentía que si tardaban mucho más en encontrar el lugar se congelaría.
— ¿Tienes frío Jimin? — Preguntó Jin deteniendo su conversación y mirándolo un tanto sorprendido — Ha empezado a refrescar, pero tampoco es para tanto. Estás un poco pálido también. — Acercó sus dedos hacia la mejilla del pelinegro, comprobando que efectivamente su rostro estaba congelado — ¡Joder, se siente como si fueras un helado!
Jimin no pudo evitar reírse ante el comentario de su amigo. Él sabía que su sensación térmica se había vuelto mucho más vulnerable con la pérdida de peso y la falta de ingesta calórica que le proporcionaba calor corporal. Sin embargo no dijo nada y se limitó a bromear con Jin.
— ¿Quieres que te convierta en un helado a ti también? — Preguntó mientras sacaba las manos de los bolsillos y las colocaba frente al rostro del mayor — ¡Si te toco puedo convertirte en hielo!
— Oh, no serás capaz.
Jimin se abalanzó sobre él al unísono de varias carcajadas, provocando que Jin saliera corriendo entre gritos. Echaba de menos esto. Y es que lo cierto era que extrañaba esa sensación, el ser tan cercano con Jin y poder sentirse cómodo en la compañía de alguien. Extrañaba tener momentos que lo hicieran desconectar y simplemente volver a ser el que era, sin preocupaciones.
Se detuvo al ver que Jin había dejado de correr unos metros más adelante, frente a un escaparate bastante luminoso y grande. Caminó hacia su lado mientras leía el cartel del lugar 'Cafetería Bangtan', agradándole el nombre y la tipografía que habían utilizado. Colgado del cristal había un gran cartel en el que se podía leer el menú, junto con la carta de postres y bebidas especiales que preparaban. Le sorprendió gratamente que no sólo tuvieran dulces o cafés, ya que al parecer también servían bocadillos o platillos preparados al momento.
— Vaya pues al parecer ya hemos llegado, este es el lugar del que me habló Suga. — La emoción en la voz de Jin se hizo presente nada más comenzó a hablar — Entremos Jimin, no puedo esperar~
Una vez la puerta de cristal se abrió, entraron dentro, sintiéndose embriagados del calor que desprendía la sala. Jimin agradeció mentalmente que tuvieran puesta la calefacción y se frotó las manos tratando de despojarse del frío de la calle.
— ¡Bienvenidos! — La alegre y joven voz de uno de los camareros los saludó rápidamente — ¿Desean algo para tomar aquí o para llevar?
— Preferimos quedarnos aquí a poder ser.
— ¡Claro, por supuesto! Os acompañaré hasta vuestra mesa, seguidme por favor.
El chico no debía de tener más de veintidós años según los cálculos que hizo Jimin. Era bastante alto y delgado, con el pelo castaño y los ojos negros, aunque sin duda lo que más atención le llamaba era su prominente sonrisa. Parecía bastante alegre.
Les acompañó hasta una mesa situada junto a la pared del final de la cafetería, cercana al baño y al mostrador dónde tenían todo tipo de variedad de comida. No fue hasta que se sentaron cuando Jimin se fijó mejor en el interior de la cafetería. Las paredes estaban pintadas de un sutil color crema que resaltaba los cuadros y fotografías sobre ellas. La iluminación era bastante tenue, de forma que al utilizar aparatos electrónicos durante varias horas no se cansaría la vista. Además, sobre cada mesa había una pequeña planta o flor natural junto con lo que parecía una tarjeta con algo escrito. Todo un detalle.
ESTÁS LEYENDO
Roto. » [NamMin] EN EDICIÓN
Teen FictionPark Jimin estaba roto y no era consciente del momento en que comenzó a quebrarse. Su vida se había convertido en el peor de los infiernos con apenas dieciocho años, siendo él mismo su propio y más peligroso enemigo. La única manera de aliviar su...